Elecciones 2021: Carrió y Vidal lanzaron un discurso de unidad y hablaron de Patricia Bullrich

Parte del armado larretista, aseguraron que trabajan para llegar a un proyecto nacional consensuado y no eludieron el factor Bullrich.

22 de junio, 2021 | 00.04

A un mes del cierre de frentes y unos días más del de listas para las elecciones 2021, la dirigenta de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal (MEV), bajaron un discurso de unidad en el curso virtual “Formación teórica y práctica de la acción política” que dictaron el lunes a la noche, pleno feriado y en medio del partido de la Selección argentina por la Copa América. Envueltas en la feroz interna de Juntos por el Cambio, la ex diputada aseguró que es necesario “amar las diferencias, no aniquilarlas” y buscó llevar tranquilidad al sostener que es normal que haya disputa de intereses siempre que, eventualmente, se llegue a un proyecto consensuado. Ambas calificaron los cortocircuitos opositores como “ruido” e, incluso, se puso en valor el rol de Patricia Bullrich - contrincante directa de MEV - y su presunta inclinación hacia el consenso. 

“En este momento de la Nación, en que hay una especie de ausencia de esperanza, lo que te sostiene es la necesidad de la concordia. La unidad de corazón en la diferencia de ideas", dijo Carrió que también pidió "calma ante las presiones" e hizo referencia a la necesidad de tratar con cordialidad e igualdad de condiciones a los compañeros de equipo. En esa línea, Vidal se metió en un tema pantanoso: “Todos los que formamos JxC, y particularmente los que somos dirigentes del PRO, valoramos el rol que Patricia” Bullrich “tuvo en este año y medio, que haya puesto el cuerpo después de un momento difícil para nosotros. Sé que ella, como todos y todas, entiende el valor de la unidad, de una sociedad que nos pide que le pongamos un límite al Gobierno y reconstruir una esperanza”, dijo frente a los fuegos cruzados de las últimas semanas. Recién llegada de Estados Unidos, un viaje que formó parte de su construcción para la candidatura presidencial del 2023, su participación fue desde su hogar, en aislamiento obligatorio.

Ante más de 400 inscritos y una transmisión vía Youtube por la asistencia caudalosa, Carrió diferenció dos faces de la política: la agonal, de disputa y lucha por intereses encontrados; y la arquitectónica, correspondiente al armado de un proyecto común, consensuado. Para llegar a esta instancia, dijo, hay que “sacar prejuicios, envidias, competencias” que en este momento – que calificó como “predecisión” - son normales pero hay que superar. “Tenemos que estar calmos a pesar de las presiones” porque “estamos haciendo grandes esfuerzos, los liderazgos son mujeres, para que todos y todas vayamos juntas porque es nuestro deber ante la historia. Tenemos que ir a la unidad, lo más importante es mantenerla. Lo otro importante es que la polarización es funcional a Cristina”.

Esa “faz agonal” hoy se refleja, principalmente en la Ciudad y provincia de Buenos Aires en la disputa entre dos facciones internas de la alianza opositora: el ala dura y sus candidatos frente al ala blanda con sus postulantes. Ambos bandos con la intención de aperturismo hacia la derecha y hacia el centro pero, también, con la ambición de imponer sus nombres y proyectos. En realidad, es una lucha nacional, por el liderazgo, entre dos personas: Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri.

En el caso de la Ciudad, si bien giró su exposición en torno a su gestión bonaerense, MEV suena cada vez más fuerte como la cara visible que liderará la lista de diputados nacionales frente a la candidata de Mauricio Macri y el bando más confrontativo: Patricia Bullrich. La presidenta del PRO pidió que, como ex dirigenta provincial, se quede allí y no se mude.

La provincia, incluso, es más complicada. Anoche, intendentes PRO se reunieron con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli para respaldar la candidatura de este último en los comicios 2021, algo que chocó de frente contra la postura de Jorge Macri (ver apartado). Si bien aún se apuesta a la unidad, de momento hay otras listas en danza: el radicalismo con Facundo Manes - que aún no aceptó - y su intención de evitar las PASO; Emilio Monzó por un peronismo cambiemita; José Luis Espert por el lado del liberalismo e, incluso, la posibilidad de que aparezca la propia Elisa Carrió, hoy retirada del Congreso donde, destacó, la pasó “muy mal”.

El encuentro entre Lilita y Mariu se gestionó hace dos meses. Ambas están dentro del armado larretista de apertura, diálogo, consenso y esta vez decidieron mostrarse juntas para analizar cómo es el proceso que atraviesa un funcionario público para tomar una decisión. Carrió fue la que inició la exposición e hizo foco en algo: la política es personal, “uno tiene que ser lo que dice que es, ser coherente. Toda decisión que parece privada a su vez es una decisión política porque crea un proyecto”.

Esas decisiones dependen de muchos factores. Casi como una docente universitaria, mencionó los contextos en las que se toman, la responsabilidad, las experiencias personales, las emociones, los recursos cognitivos, la empatía, la moral, los principios y los prejuicios. “Los que siguen un sketch no pueden tomar una decisión porque en ella se juega algo más, no podés estar encerrado en una cúpula de cristal y tomar una decisión”. Lanzó el misil sin un objetivo explícito pero que puede generar muchas especulaciones.

“En base a todo eso, se toma una predecisión. Lo primero que hay que determinar es lo positivo de la predecisión y lo que se va a descartar. Eso exige un autoanálisis. Primero tenés que filtrar tu propio prejuicio”, explicó. Juntos por el Cambio, según su descripción, está en esa instancia. En el momento de “filtrar lo emocional, lo personal” para llegar a la toma final de la decisión. En ese proceso, se elimina la “bronca mía, o el problema de mi infancia, que de alguna manera se ve reflejado”. “Si hago lo que me conviene políticamente, personalmente, estoy opinando como un chico desde el punto de vista moral. El chico hace lo que le conviene”, agregó. Si “voy a hacer lo que me conviene a mí, no soluciono el problema” y “la ambición es sana pero no se puede convertir en codicia”.

Por eso, dijo que hay otro camino para tomar las decisiones y está basado en “amar las diferencias, no aniquilarlas”. Pero, también, en “tratar a los demás sin ninguna jerarquía. No podés marcar la distancia en un equipo de trabajo. Tenés que amar al otro pero amar que el otro crezca”. Si bien lo dijo en referencia a los asesores, la lectura es más amplia. Esta semana, en diálogo con CNN Radio, explicitó algo que, por lo bajo, se sabía: “Mi partido está en una situación límite, yo tratando de mediar, pero mi partido también está cansado del destrato". Esa falta de lugar, de espacio, de crecimiento, de escucha por parte del PRO.

Yapa bonaerense

Anoche, intendentes PRO se reunieron con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli en Lanús (ver nota aparte). Allí terminaron de definir su apoyo al vicejefe de Gobierno porteño para que sea el candidato del partido por la provincia de Buenos Aires. De este modo, quedó descartada la postulación de Vidal por el distrito y el capitalino encabezará la lista de ese espacio. Jorge Macri no participó del encuentro pero, según entendieron los jefes comunales, el pronunciamiento no fue en detrimento del mandatario de Vicente López que, sostuvieron, puede aportar desde su rol de presidente del PRO provincial y continuar la carrera hacia el 2023.

El objetivo principal del encuentro fue dejar en claro algo: en el 2021 tienen que hacer la mejor elección posible y dejar las internas del 2023 para el 2023. Bajo esa premisa, esperan que el primo se sume al acuerdo que, destacaron, respetará el armado de los jefes comunales ya que Santilli se sumará a lo construido en el territorio, sin pretensiones.

El viernes, Larreta tuvo otro encuentro con intendentes, esa vez en Olavarría, donde Jorge Macri tiene un pie puesto. De sorpresa, según dejaron trascender, el jefe comunal de Vicente López apareció en la reunión ante un atónito mandatario porteño y le planteó lo que, por lo bajo y lejos del discurso de unidad, ronronea en partes de la provincia: nada de candidatos porteños. Macri le dijo, frente al resto de los dirigentes, que la intención de llevar a Santilli a la provincia desordena todo el armado bonaerense y que él – Jorge M - mide mejor que el vicejefe de Gobierno porteño. Algo que chocó de frente con uno de los dos argumentos que llevaron a los dirigentes a apoyar al capitalino: el hincha de River tiene más proyección y puede atraer a los no kirchneristas.