Roberto Navarro realizó su editorial en El Destape Radio. La crisis económica mundial, la reactivación a nivel local y la importancia de reforzar la militancia de cara a las elecciones legislativas del 14 de noviembre de 2021 en la que el modelo nacional y popular y el de la derecha están en disputa.
- En el mundo se perdieron 225 millones de puestos de trabajo, la caída de empleo más severa desde la Segunda Guerra Mundial. La recuperación es lenta porque cerraron cientos de miles de empresas, millones de comercios y porque muchos, aún, temen volver.
- La mayoría de los países necesitará, al menos, 2 años para volver a como estaban antes de la pandemia. Argentina, en cambio, este año recuperará todo lo perdido. Cayó un 9,9 por ciento, para ser exactos, y recuperará este año un 9,1, prácticamente, recuperará todo. De hecho, en agosto estuvo un 0,3 arriba de febrero de 2020, ya arriba de la pre pandemia.
- El país podía haber caído mucho menos en 2020 si no hubiera comenzado el año con un derrape de casi el 6 por ciento en el primer trimestre, fruto de la maxi devaluación que generó el expresidente Macri en agosto de 2019 tras su enojo por la derrota de las PASO.
- Por otro lado, Argentina no tuvo la posibilidad de endeudarse para financiar los gastos de la pandemia, como hicieron otros países, porque encontró al país en default. Ni siquiera pudo usar los fondos que entregó el FMI para gasto social covid porque debió usarlos para pagarle al mismo fondo parte de la deuda tomada en 2018.
- Brasil cayó el 4 y está creciendo el 5 por ciento. Ganó un 1 en estos dos años, pero tuvo 609 mil muertos porque no cuidó a su población.
- Según Orlando Ferreres, en septiembre hubo un crecimiento de la inversión del 20,4 por ciento anual. Esa inversión, a la vez, está un 16 por ciento arriba de 2019 e, insólitamente, está casi un 9 por ciento arriba de 2018. Como se ve, lejos de los pronósticos apocalípticos de los economistas serios del establishment, las empresas están invirtiendo en el gobierno de Alberto Fernández, aún en pandemia mucho más que en la administración de Macri que, se supone, era amiga de los mercados.
- Las condiciones de producción cambiaron radicalmente. En el país de 2015 y 2019, las tasas de interés eran tan altas que hacían inviable cualquier negocio. Era muy caro el dinero, de hecho convenía invertir en la timba financiera que producir.
- Argentina necesita crecer en general pero hay un sector que define la calidad de los países: la industria porque genera empleo de calidad y dólares por las exportaciones. Según el mismo Ferreres, la actividad industrial en septiembre estuvo un 11 por ciento arriba de 2020, un 10 arriba de 2019 y un 9 arriba del 2018. Durante el gobierno de Macri, la industria perdió empleos en 46 de los 48 meses. Hoy la industria tiene 35 mil empleos más que en 2019.
- ¿Cómo se explica que la economía funcione hoy mejor que en los 4 años de Macri? Estos datos hablan del gobierno de Alberto, pero mucho más del de Macri que hoy tiene un montón de candidatos. Entre 2015 y 2019, según datos del Banco Mundial, el PBI per cápita cayó un 11 por ciento. La deuda pública pasó del 48 por ciento al 92 del PBI. La inflación se duplicó pasando del 25 al 56 y no había pandemia. La pandemia era él.
- El monumental derrape no es casual sino fruto de un modelo de concentración del ingreso que ahoga el consumo y, con él, la inversión, la producción y el empleo. Para colmo, los pocos que ganaron, fugaron esa renta al exterior.
- Toda esa furiosa concentración del ingreso se mostró ineficaz como método de generación de la riqueza y, ni siquiera, logró generar la confianza esperada por Macri. La fuga de divisas fue la más alta y, ahora, Juntos por el Cambio y sus nuevos socios de la ultraderecha se corren aún más a la derecha y agitan un discurso anti Estado.
- El Gobierno presidido por Alberto Fernández ya logró que la economía recupere los niveles pre pandemia. Lo malo es que esos años de los que estamos volviendo eran horribles porque fue Macri el que nos llevó a esa situación horrible.
- Tenemos que volver a los niveles de 2015 para que la población sienta el fruto de esas políticas. El problema es que si el Gobierno pierde las elecciones y la oposición que ya amenaza quedarse con la jefatura de Diputados se transforma en un obstáculo insalvable para gobernar.
- Tenemos que ganar las elecciones. De lo contrario, todo lo logrado puede perderse. Hay que ir a votar, todos tenemos que ir a votar. Hay que salir ya a ver a cada familiar, a cada vecino, a cada amigo, a cada compañero de trabajo y convencerlos. Esa es nuestra responsabilidad histórica.
- Demos esta batalla, compañeros y compañeras. Militemos hasta el último minutos. Demostrémosles a estos ladrones de almas que somos libres y que tenemos lo que hay que tener para defender nuestros derechos.