De a poco se calienta la interna en el Frente de Todos porteño de cara a las legislativas. La cena a la que asistió Matías Lammens despertó en la coalición las clásicas tensiones de los años electorales sobre cómo hacer oposición al macrismo, quién encabeza la lista y cómo se distribuyen los lugares los distintos espacios. Al del ministro de Turismo y Deportes se le suman nombres como el de Leandro Santoro, Gisela Marziotta y hasta el de Rodolfo D'Onofrio, tentación de algunos peronistas pese a la resistencia del kirchnerismo, desconfiado por sus vínculos con el macrismo. Bancas que se vencen y el perfil de oposición para vencer al macrismo en su propio territorio.
La semana pasada, el titular de la CGT, Héctor Daer, fue el anfitrión de una cena que no era novedosa ya que son muy comunes entre dirigentes que están cerca del presidente Alberto Fernández y buscan instalar el albertismo disputarle poder al kirchnerismo Lo novedoso fue la presencia de Lammens, a quien le expresaron sus deseos de que encabece este año la lista de diputados nacionales. Si bien no se negó rotundamente, el expresidente de San Lorenzo tiene como objetivo disputar la jefatura de Gobierno en 2023 y se excusó de que no es momento ya que quiere gestionar la cartera que dirige en la pospandemia, confiado en que será clave para aportar los dólares que el país necesita de cara a la reactivación económica.
La estrategia no parece desasertada ya que la función en el Ejecutivo brinda mayor visibilidad que en el Legislativo. Quienes defienden su postura, aportan que una elección de medio término no es condicionante de cara a lo que viene. Distinta es la visión de quienes buscan convencerlo. “Le sirve al frente porque no hay mejor candidato (sacó 35 puntos en 2019), dialoga con distintos sectores y a él le sirve en su aspiración de ser Jefe de Gobierno le sirve porque tiene instalarse”, enumeran a El Destape. Y apuestan: “Se lo va a pedir Alberto”.
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Por otro lado, en el kirchnerismo son más duros y aseguran que esa reunión fue “apurada” y que debe ir por esta elección ya que será el principal candidato. “La del 2019 estuvo condicionada por la boleta que tenía a Alberto y Cristina. No es lo mismo ser candidato a Jefe de Gobierno cuando la marca se la llevan otros. Ahora el protagonista sos vos y hay que ver cuánto te queda de ese 35%”, analizan ante la consulta de este portal y agregan, desafiantes: “Ibas colgado de una boleta frente a una gestión de cuatro años malos. Ahora representás a un Gobierno con los quilombos que hay, no solo acá sino en el mundo”.
Un dato no menor y que para bajarle el precio hicieron notar quienes se enteraron de esa cena por los medios cuando repasaron la lista de nombres presentes. No hubo ninguno de los “dueños de la lapicera”, es decir, quienes terminan definiendo los nombres que van a las listas. El sindicalista, empresario y por ahora presidente del PJ porteño, Víctor Santa María; el senador y su probable reemplazante, Mariano Recalde (también teje acá Máximo Kirchner) y el jefe de asesores presidencial y dirigente del Nuevo Espacio de Participación (NEP), Juan Manuel Olmos. Sí estaban amigos y dirigentes cercanos a Fernández que buscan ser parte de la discusión fina, una cuarta pata de la mesa de decisión, que representaría al albertismo en la Ciudad. Uno de los espacios que tiene este objetivo es el Movimiento Evita, presente esa noche, que buscará tener presencia en las listas y ya tiene en mente un candidato joven y de trayectoria en la militancia porteña. Pese a este intento, un dirigente que conoce muy bien al Presidente, advierte: “No va a haber albertismo porque Alberto no quiere, es lo más anticulto a su personalidad”.
D'Onofrio quiere jugar
El presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, empieza a despedirse de su exitosa gestión en el club y coquetea con su incursión en la política. Junto al fútbol son dos ámbitos que tiene mucha relación y en cuyas dirigencias se mezclan como en ningún otro lugar kirchneristas, peronistas y macristas. "Seguramente me voy a dedicar a la Política. El que se mete, sueña un poco con ser Presidente de la Nación", había dicho a Radio La Red en octubre de 2019.
Alberto Fernández conoce a D’Onofrio desde la época en que estuvo al frente de la Superintendencia de Seguros y el dirigente deportivo era Presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros. Su nombre apareció en estos días en el “Club del Clan”, el grupo de Whatsapp que el Presidente tiene con sus amigos de la política. También respecto a este nombre hay dos posturas. Están quienes ponderan su trabajo social, su oratoria, su gestión y que es un hombre de diálogo. “Es un hombre interesado por la economía del país, de pensamiento nacional, políticamente cercano al peronismo, y mide bien en la Capital”, explican. Uno de los que están en ese grupo busca reunirlo con el Presidente y empezar a trabajar la candidatura.
Pero hay quienes dudan y hacen hincapié desde su edad hasta los vínculos que parte de su dirigencia tiene con el macrismo. D’Onofrio es el mismo que ayuda que en plena pandemia y crisis económica a personas vulnerables, gesto que pone incómodo al gobierno porteño, y el que abre el Monumental para realizar el Detectar y posar para las cámaras con Rodríguez Larreta. “No es la mejor elección porque no se va a discutir el gobierno de Larreta sino el de Alberto y, en menor medida, la Ciudad. No conviene traer un extrapartidario como cabeza de lista”, analizan en el kirchnerismo.
Quizás el antecedente de Mauricio Macri lo envalentona a pensar que su triunfante carrera continúe en la política partidista. Un dirigente del Millonario que lo conoce bien le dijo a El Destape que hasta que no finalice el mercado de pases no emitirá declaraciones políticas. Por lo pronto, hasta diciembre tiene mandato. ¿Qué pensará Alberto?
El perfil de oposición y las bancas que vencen
Es un debate constante que se recrudece al momento de armar las listas el estilo de oposición al macrismo antes y al larretismo hoy. “La discusión no es de candidatos, es conceptual”, resalta un dirigente cercano al Instituto Patria y que conoce bien el distrito. Justamente, más allá de Lammens y D’Onofrio, el otro nombre que suena fuerte y que la vicepresidenta Cristina Kirchner lo impulsa por su discurso vehemente para denunciar al PRO es el de Leandro Santoro.
De origen radial, con sus discursos y enfrentamientos mediáticos se ganó la confianza y el cariño de los Kirchner y está dispuesto a dar una batalla cultural que no todos en la coalición se animan a dar. Santoro es legislador porteño y asesor presidencial. En el Gobierno destacan que junto a Victoria Tolosa Paz son de los mejores defensores de la gestión, por lo que cuenta con el apoyo de Fernández. Puede renovar su banca y, según supo El Destape, el buen rendimiento en las encuestas lo podría llevar a encabezar la lista para la Legislatura.
Si Lammens acepta ir a Diputados, advierten que no será posible que dos hombres encabecen las listas. Tendrá que haber una mujer. Ahí entra el nombre de Gisela Marziotta, quien debe dejar la banca a la que accedió tras la partida de Daniel Filmus al Gabinete. Quiere seguir y cuenta con el férreo apoyo de Santa María. Si bien sus detractores internos resaltan que la nota de El Destape dejó expuesto sus vínculos con el macrismo, nadie se anima a anticipar que perderá la lapicera para armar las listas. “Va estar siempre y tiene buena relación con Cristina y La Cámpora”, destacan. Además de una diputada, quiere renovar conservar el escaño en la Legislatura (este año termina su mandato Santiago Roberto y puede renovar).
En Diputados también se vencen las bancas de Gabriela Cerruti y Carlos Heller. La autora de El Pibe. Mauricio Macri: negocios, intrigas y secretos le comunicó a dirigentes porteños que, en principio, no tiene la intención de seguir en la Cámara Baja. "Quiere volver a su querido oficio del periodismo", confiaron a este portal. Desde el entorno del presidente del Credicoop y presidente de la comisión de Presupuesto aseguraron que “se siente muy bien, hizo una buena gestión y aspira a renovar”.
Mientras que en la Legislatura, también cumplen sus cuatro años Juan Manuel Valdés y Victoria Montenegro. Valdés llegó a la Legislatura en reemplazo de Mariano Recalde, quien en 2019 fue electo senador nacional. Aspira a renovar la banca . Montenegro tiene buena relación con Cristina Kirchner y mucha llegada con los organismos de derechos humanos, especialmente con Estela de Carlotto, además de un fuerte trabajo sobre la violencia policial. También quiere renovar la banca. Quienes no podrán hacerlo son Lorena Pokoik y María Rosa Muiños, ambas analizando por estos días su futuro. La esposa de Juan Manuel Olmos es una tiempista que analiza mucho los costos y beneficios de su decisión. Si bien prefiere más la gestión, reconoce entre los suyos que pasar al Congreso no lo descarta ya que para su espacio (NEP) sería un salto de calidad ocupar por primera vez una banca. Mientras que la vicepresidenta del PJ porteño quiere pelear un lugar como diputada. Tras ocho años en la Legislatura y siendo una de las caras más visibles de la oposición dura al macrismo, especialmente en temas educativos, desde un sector de Todos deslizaron a este portal que sería un reconocimiento a su trabajo.
Ante este panorama, el Frente de Todos busca elección tras elección mantener la unidad pese a las diferencias de criterio que cada vez son más evidentes frente al electorado. Por lo pronto, el Partido Justicialista debe definir su composición interna que, por ahora, mantendría el reparto de poder entre los principales espacios políticos: Recalde, presidente; Muiños, vicepresidenta; Santa María, presidente del Congreso. Después llegará el tiempo de discutir la ampliación de la coalición, los nombres que irán a las listas y respuestas a preguntas como ¿Qué espacio se impondrá sobre otro al momento de poner la cabeza? ¿Serán una oposición más agresiva? ¿Las listas se definirán en espejo de lo que arme el macrismo?