A siete días exactos de su vuelta al país, Mauricio Macri se metió en la campaña para estas elecciones 2021 de forma quirúrgica. Con apariciones en los medios de comunicación, bajará de forma contenida al territorio para impulsar el espacio de Juntos por el Cambio y, posiblemente, enfocarse en las listas que él quiere que ganen. La semana que viene ya tendrá su foto con Diego Santilli en el interior de la provincia de Buenos Aires, se espera algo similar con María Eugenia Vidal en la Ciudad y todavía no hay fecha para su visita a distritos como Córdoba y Santa Fe. En esa travesía proselitista, el ex presidente fue atrapado por la estrategia del Frente de Todos: hablar de la deuda multimillonaria que tomó, durante su gestión, con el Fondo Monetario Internacional, acuerdo que defendió pero que sus candidatos no quieren abordar durante la carrera hacia las urnas.
En diálogo con TN, el medio que eligió para volver al ruedo político público, aseguró que el FMI le prestó 45 mil millones de dólares "para ayudar a un país que cree que está haciendo las cosas bien y cree que hay que apoyarlo". Esa fue una de las críticas que, hacia adentro, quedó sin oír en los últimos dos años de gobierno de Cambiemos. Dirigentes del conurbano le advirtieron que la economía iba por mal rumbo pero con el resultado favorable de 2017 los líderes nacionales decidieron no escuchar y mantener un rumbo que los llevó a la derrota electoral.
La deuda es agenda del Gobierno hace tiempo. Por la renegociación con distintos acreedores, es uno de los ejes de la gestión y se convirtió también en uno de los centros de la campaña. El martes, en Avellaneda, tanto Axel Kicillof, gobernador bonaerense, como Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, y la vicepresidenta Cristina Kirchner, hicieron foco en la entrega del país durante la gestión anterior. La dirigenta aborda la cuestión hace tiempo, de hecho le dio un lugar protagónico durante su exposición en la causa por el Memorándum con Irán. Y Macri cayó en ese debate.
Mientras los candidatos cambiemitas hicieron malabares para no hablar del endeudamiento, concentrados en la economía cotidiana y la necesidad de debatir el presente y el futuro, sin mirar para atrás, la vuelta del ex presidente le sirvió la mesa al Frente de Todos. No sólo le dio cuerpo al contrincante número uno, a la figura antagónica del Frente de Todos, sino que también se metió de lleno en el debate y defendió el acuerdo.
En las últimas horas, tras la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio el lunes, circuló la versión de que salieron con la idea de redactar un documento para bancar el acuerdo como alianza política. De momento, no hay nada de eso y los equipos de campaña de la Ciudad y la provincia quieren evitar el tema. De la misma forma lo entiende algún armador nacional. No tiene sentido hablar de algo que les va a salir mal. Más allá de no querer meterse en ese terreno pantanoso, también analizan que la embestida económica es, en realidad, una estrategia oficialista para dejar atrás la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos. Sin embargo, otro dirigente del núcleo duro dijo no tener problema en apoyar la postura de Macri porque la deuda es un "relato K".
De este modo, Macri será el encargado de defender su propia gestión mientras el resto intentará no mirar para atrás y concentrarse en lo que viene. Pese a ello, como un acto de ingeniería, las apariciones del ex presidente servirán para la PASO, una elección en la que el voto del núcleo duro es clave. Si analiza cuáles son los lugares en los que tiene buena imagen y se limita a ir a ellos, será un punto positivo para los candidatos con los que se muestre. Así, su rol deberá acotarse a acompañar en cuestiones y lugares puntuales, cuidando la tentación de caer en las discusiones propuestas por el Gobierno.
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En ese camino, el ex presidente planea mostrarse con Diego Santilli en sectores donde el candidato PRO es débil frente al radicalismo, municipios del interior bonaerense. Alejado del conurbano, donde prima la agenda nacional y su imagen es muy negativa, Macri es fuerte en las zonas productivas y la semana que viene estaría en Tandil o Junín con "el colo". Son distritos en los que tiene una buena percepción y su apoyo suma.
Si bien no hay fecha confirmada y seguramente haya novedades en las próximas horas, el ex mandatario también participará de la campaña de Vidal en la Ciudad, el distrito que lo vio nacer como político y un lugar cómodo para su figura. Tampoco está cerrada su visita a Córdoba, donde podría mostrar un apoyo explícito a la lista que encabezan Mario Negri para el Senado y Gustavo Santos para Diputados; o Santa Fe. Allí bancará a la boleta de Federico Angelini para la Cámara Alta, en compañía de Amalia Granata, y Luciano Laspina para la Baja, una nómina que también incluye al ex canciller Jorge Faurie.
En Santa Fe, con encuestas que arrojan un resultado ajustado entre las cuatro propuestas de Juntos por el Cambio y las dos del Frente de Todos, ya está encaminada la visita de otra dirigente clave, Patricia Bullrich. La presidenta del PRO irá el 7 y 8 de septiembre, pocos días antes de las internas del 12.