El Grupo de Puebla expresó hoy su "apoyo y solidaridad" al Gobierno del presidente Alberto Fernández, tras conocer los resultados electorales del domingo, y llamó a no "sacrificar" el proyecto de "justicia social".
"El Grupo de Puebla, conocidos los resultados de las elecciones legislativas en Argentina en el día de ayer, renueva su apoyo y solidaridad a la tarea de gobierno que viene desarrollando el presidente Alberto Fernández para asegurar la gobernabilidad del país, sin sacrificar su proyecto de justicia social", afirmó la agrupación a través de un comunicado.
El foro político y académico integrado por representantes de la izquierda política latinoamericana recordó "la pesada herencia del gobierno de Macri, que hipotecó el futuro del país al Fondo Monetario Internacional". Y afirmó: "No ha sido fácil para el gobierno de Fernández manejar una pandemia cuyo impacto sobre el desempleo, la pobreza y las condiciones sanitarias de la población han sido mucho más dramáticas que en otros países de la región, por la situación de bancarrota monetaria y fiscal en que se encontraba el país hace dos años".
Para finalizar, desde Grupo de Puebla aseguraron: "Tenemos la seguridad de que el peronismo, como lo ha hecho en otras ocasiones, crecerá frente a esta coyuntura y demostrará, liderado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que sigue siendo la fuerza histórica que mueve los grandes cambios progresistas de Argentina y ejemplo para América Latina".
Fundado en la ciudad mexicana de Puebla en julio de 2019, el Grupo de Puebla cuenta entre sus filas con los presidentes Alberto Fernández de Argentina y Luis Arce de Bolivia, y también con 12 exjefes de Estado, como el boliviano Evo Morales, los brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, el colombiano Ernesto Samper, el español José Luis Rodríguez Zapatero y el ecuatoriano Rafael Correa, entre otros.
Durante estos años, el foro ha pretendido ser un actor propositivo y proactivo en la defensa de los Derechos Humanos, al reunir voluntades de grandes líderes para pensar y actuar en concordancia con la nueva comunidad internacional y los nuevos desafíos que urgen en materias como el cambio climático, la desigualdad, la hambruna, y la crisis económica, social y política.