Defensa de la gestión y denuncia a Macri: el discurso de Alberto en clave electoral

En su mensaje ante la Asamblea Legislativa, el Presidente marcó las diferencias entre lo realizado por su gestión y el gobierno de Macri, marcando el tono de la campaña electoral. El punto más importante fue el anuncio de la presentación de una querella criminal por el endeudamiento irresponsable. 

02 de marzo, 2021 | 00.05

"Que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos", avisó el presidente Alberto Fernández en el momento más fuerte de su mensaje por el inicio de las sesiones ordinarias en el Congreso. El discurso estuvo marcado por sus críticas a la oposición, con clímax en el anuncio que presentará una querella criminal por administración fraudulenta y malversación de caudales contra el gobierno de Mauricio Macri por la deuda récord tomada y dilapidada durante esos años. En lo que podría considerarse el inicio de la campaña electoral, el Presidente hizo una cerrada defensa de su gestión durante el año de pandemia, diferenciando sus medidas en cada área de las tomadas por la administración anterior. En la vereda de enfrente también situó a los poderes económicos concentrados y extendió sus críticas hacia el Poder Judicial, en especial a la Corte Suprema. La oposición intentó responder al tono del discurso con un cacerolazo nocturno que, como la marcha del sábado, llamó la atención por la escaso. En el Gobierno destacaban que a la misma hora que habían convocado la protesta llegaban las nuevas dosis de Sputnik V. Todo un símbolo.

En el mensaje leído durante poco más de una hora y media, Fernández destacó una serie de áreas -salud, vacunas, educación, pobreza, tarifas, derechos humanos, justicia- en las que sus políticas buscaron desandar el camino del macrismo. Como era de imaginar, arrancó por la pandemia, que fue declarada apenas diez días después de su mensaje de apertura del año pasado. "No estábamos en una situación cómoda. Arrastrábamos una sociedad debilitada por el hambre y la pobreza, una economía escuálida y endeudada como nunca antes lo había estado, un sistema de salud quebrado que mantenía cerrado hospitales, dejaba vencer vacunas y permitía pasivamente la diseminación de enfermedades que creíamos desterradas. Debíamos enfrentar el incendio sabiendo que otros habían acabado con el agua", pintó aquella situación. Frente a esto, continuó, estaban los que le exigían cuidar la rentabilidad antes que la salud y quienes negaban la pandemia. "Cualquier razón se volvió válida para incitar banderazos y romper los protocolos impuestos con la sola idea de deteriorar la credibilidad de un gobierno", recordó.

Había dudas en cuanto al tono que tendría el discurso. Si prevalecería la idea de sostener el lema "Argentina unida" o si volvería al enojo que mostró días atrás en la conferencia de prensa en México. No fue ni lo otro ni lo otro, pero si hubo un marcado tono crítico señalando hechos concretos. Especialmente en el primer tramo de su mensaje en el que se dedicó a repasar lo realizado por la oposición que ahora le apunta cuando estuvo en la Casa Rosada. Les pidió que "al menos reconozcan sus errores" y también que "tengan sobriedad" cuando aparecen señalando de lo que supuestamente debería hacerse en materia económica y social. "Tuvo cuatro años para hablar, ¿por qué no me deja hablar a mí ahora?", le lanzó al diputado radical Mario Negri, quien junto a los macristas Fernando Iglesias y Waldo Wolff buscaban interrumpirlo a los gritos. Cristina Kirchner le colocó una mano sobre la suya para apaciguarlo.

"Fue claro el presidente, estamos dispuestos a recibir todas las críticas bienintencionadas y a realizar todas las correcciones necesarias cuando algo se hace mal. Pero no vamos a admitir el ataque de la politiquería o de los que esconden otros intereses y no van de frente", explicó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, uno de los funcionarios que trabajó en el armado del mensaje, a El Destape. Cafiero, quien siguió la Asamblea de manera virtual -igual que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, contagiada de Covid-19-, sostuvo la idea de que "la comunidad sabe el esfuerzo que hizo este Gobierno. Venimos andando a pie firme con la campaña de vacunación". A juzgar por la poca masividad de las últimas protestas parecería tener razón. 

El tramo dedicado al endeudamiento fue áspero. Allí apareció citado Macri al recordar que un asesor de Donald Trump reconoció que ellos habían torcido la voluntad del directorio del FMI sólo para ayudar a la reelección del ex presidente con un préstamo récord. "Endeudar al país de ese modo, no puede ser visto de otro modo que no sea una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado", subrayó Fernández antes de anunciar la presentación de una querella criminal contra las anteriores autoridades, generando una ovación que tapó las provocaciones que intentaban desde la bancada opositora. Antes había sido el propio Presidente quien pidió un aplauso de pie para los trabajadores que se expusieron durante la pandemia, como los del sector de salud, de la educación y de las fuerzas de seguridad.

Fue evidente el ánimo de subir al ring electoral a Macri y sus seguidores, a quienes un asesor del Gobierno que también trabajo en la confección del discursos calificaba como "una oposición recalcitrante", que corrió tanto el eje durante la pandemia llevando el debate a niveles imposibles. Aseguraba que no habían abandonado la idea-eslogan de la "Argentina unida", pero que estaba claro que no sería con todos sino con una "inmensa mayoría". De hecho, el Presidente terminó el mensaje convocando a quienes "no quieren un Estado ausente" y buscan "una Argentina inclusiva". En cambio, identificó a la oposición con los poderes económicos concentrados. 

En esa misma vereda no sólo ubicó al macrismo, sino también a las empresas que buscaban ganancias extras con las abusivas tarifas de telecomunicaciones - una obvia referencia al Grupo Clarín-, a los opinadores que responden a esos grupos económicos y le apuntó al Poder Judicial, al que situó "casi en los márgenes del sistema republicano". Recordó en especial el caso del camarista Gustavo Hornos que visitaba en Olivos a Macri antes de tomar alguna decisión contra ex funcionarios kirchneristas y volvió sobre el funcionamiento de la Corte Suprema, cuyos integrantes lo observaban desde la pantalla instalada en el recinto. "Debemos despolitizar ese ámbito", reclamó. 

¿Será el tono de la campaña? "Sí, es uno de los objetivos. Siempre estos mensajes sirven para alinear y en este caso esperamos ordenar un poco el mensaje, que es algo que necesitamos", explicaba el asesor.