Pocas horas después de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, prorrogara el Comité de Crisis en la provincia de Santa Fe, se conoció un trágico y extraño hecho en la cárcel de Coronda: la hija del preso Roberto Eduardo Rosales (47 años) denunció este jueves que su padre falleció y su cuerpo fue sepultado sin haber recibido aviso alguno.
El recluso, que había sido detenido el pasado mes en Rosario en un operativo en el que la Policía incautó una moto con pedido de secuestro activo por robo, murió el 10 u 11 de julio por "causas naturales", pero su familia no se enteró a través de las autoridades del establecimiento, sino que fue informada por organismos de derechos humanos locales, según reveló el periodista experto en judiciales Nacho Mendoza en la radio AIRE de Santa Fe.
Fuentes penitenciarias aseguraron que, desde la cárcel de Coronda, intentaron comunicarse con tres números telefónicos vinculados al entorno familiar de Rosales para entregar el cuerpo, pero no hubo éxito en la comunicación. En ese sentido, manifestaron que dieron intervención a la Defensoría y luego se procedió al entierro en el Cementerio Municipal de Coronda.
Mientras que los familiares del convicto niegan que haya existido algún intento de comunicación y acusan no haber sido informados del deceso ni tampoco la posterior sepultura.
A comienzos de julio, Bullrich recorrió las instalaciones de la cárcel y aseguró que "es relevante contar con un establecimiento penitenciario nuevo, con todas las condiciones que va a permitir hacer un tratamiento para la rehabilitación en la sociedad". Sin embargo, la actitud y decisión de las fuerzas de seguridad santafesinas solo reflejan una situación de negligencia, que pone en jaque al Plan Bandera impulsado junto al gobernador Maximiliano Pullaro, quien encabezó un acto por el Día del Servicio Penitenciario este lunes en el establecimiento.
En este marco, el santafesino le dijo a los agentes que "tienen todo el respaldo de este Gobierno para seguir poniendo orden en los penales”.
Bullrich había destacado la importancia de la cárcel de Coronda para combatir el crimen
"Va a ser un aporte fundamental en la labor que llevan adelante el Gobierno nacional y provincial en la lucha contra el crimen organizado", dijo la ministra durante su visita a Rosario hace algunas semanas, al mismo tiempo que reivindicó la política antinarco para fortalecer la seguridad en el territorio.
No obstante, la desidia es innegable: según informaron desde la Fiscalía Regional 1 de Santa Fe a Rosario3, la denuncia de Camila Ayelén Rosales pide que se investigue cuál fue la causa del deceso de su padre en la unidad penitenciaria y las razones por las que no recibieron comunicación sobre lo ocurrido.
Rosales era santafesino, pero residía en la ciudad de Rosario, en donde fue detenido y alojado inicialmente en la Seccional Décima de la Policía, en donde permaneció hasta el 16 de junio, fecha en la que su familia indicó que fue ingresado al penal de Coronda. El hombre fue visto por última vez por su hermana el pasado 9 de julio y en dicha visita la mujer detectó que no se habría encontrado en "buen estado de salud".
Por el deceso intervino inicialmente el fiscal Alejandro Benítez que, al tratarse de una muerte dentro de un centro de detención, ordenó el traslado del cuerpo a la morgue judicial para su posterior examen de autopsia. El estudio no brindó ningún dato que permita sospechar de la intervención de un tercero en la muerte de Rosales, por lo que, culminado el examen médico, el cadáver fue devuelto al establecimiento carcelario que dispuso sepultarlo.
La causa se encuentra en trámite en la unidad fiscal de Violencia Institucional, que pidió informes y toma de testimonios para poder avanzar.