El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, fueron repudiados por el público que se encontraba presente en el acto por el Día de la Bandera, que contó con la presencia especial de Javier Milei, que visitó por primera vez la ciudad desde su llegada a la Presidencia.
Javkin fue el primero en tomar la palabra y recibió silbidos en su alocución sobre obra pública, desarrollo y seguridad. Los funcionarios recibieron una fuerte desaprobación de los ciudadanos rosarinos, que mostraron su malestar en medio de la lucha contra el narcotráfico y la cantidad de homicidios que atraviesa la provincia.
Tras saludar a los participantes de la ceremonia realizada en el Parque Nacional a la Bandera, el intendente le dio la bienvenida al Presidente y su comitiva: “Rosario es una ciudad que busca paz y respeto”, dijo a modo de presentación y resaltó que Manuel Belgrano eligió esa localidad para crear el símbolo nacional.
Luego, puso énfasis en la violencia que sacude y atemoriza a la ciudad, agradeció la "acción coordinada" con Provincia y Nación, y consideró que existe una nueva perspectiva en la materia: “Esta ciudad vive desde hace mucho tiempo días difíciles, pero con mucha prudencia hoy podemos decir que se empieza a ver que algo está cambiando y es muy importante, porque la principal preocupación de cualquier persona de bien que vive en esta ciudad, es la seguridad, es poder caminar en libertad”, sostuvo el mandatario local.
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"Tras años de ausencia, por fin vemos las luces de patrulleros de fuerzas federales. Tanto reclamo no fue en vano, por fin podemos ver los resultados”, manifestó.
El territorio santafesino vive bajo un contexto de violencia por la inseguridad, con el foco puesto en la ciudad de Rosario, donde mandan las bandas criminales que ejercen el terror en la sociedad. Los dichos del intendente suceden después del balance de los primeros seis meses del Plan Bandera establecido en la provincia por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich,
Javkin defendió la "bukelización" de Bullrich y sostuvo que las bandas narcos ahora pagan "por tanto daño"
El programa impulsado en conjunto por Provincia y Nación para fortalecer la seguridad muestra una baja de hechos delictivos. La Provincia informó que, en los primeros seis meses de gestión del mandatario, fueron detenidas 2.286 personas: 100 tenían pedido de captura y 56 estaban involucradas en homicidios.
Además, también reveló que, en lo que va del 2024, el territorio rosarino registró 52 homicidios en todo el departamento. Se trata de una abrupta caída en comparación con el mismo período del 2023, donde los crímenes cometidos fueron 142.
Pullaro y Bullrich reivindicaron la política antinarco en una conferencia de prensa, donde la ministra sacó a relucir su discurso de mano dura al estilo Bukele y afirmó que los resultados son producto de “acciones determinadas y decididas”, a pesar de haber tenido en el medio una crisis que puso “en jaque” la iniciativa.
A su vez, la funcionaria aseguró que los jefes de las bandas criminales, "se quedaron sin poder" en las cárceles, ya que "no hablan más por teléfono y no tienen ninguna posibilidad de transmitir órdenes desde las celdas".
En ese sentido, Javkin también defendió la "bukelización" aplicada en su ciudad y sostuvo que "hay cambios porque hoy, luego de años de permitir que en las cárceles se instalaran verdaderos home office del delito, por fin se aísla a los delincuentes y se les aplica el peso de la ley para que paguen por tanto daño. Estamos mejor porque hoy, luego de años de ausencia, por fin vemos las luces de los patrulleros de las fuerzas provinciales y de las federales”.
"Rosario agradece especialmente al Presidente, a la señora ministra, al gobernador y a las fuerzas de seguridad, que por primera vez en años trabajan de manera conjunta para proteger a nuestra gente, que tanto lo necesitaba", manifestó.
Si bien los resultados del plan parecen alentadores, otro dato contundente demuestra el terror urbano por los delitos que se multiplicaron en la Provincia durante los últimos meses: cada día, entre cuatro y cinco personas quedan tras las rejas.
La población carcelaria se alimenta de una manera sorpredente. Así lo visibilizó la secretaria de Asuntos Penitenciarios, Lucía Masneri, quien explicó en Radio 2 que, "cada mes, se externan unos 100 presos por cumplimiento de pena y entran unos 900 nuevos presos”.
Para Masneri, “el número siempre va para arriba” cuando se habla de personas que ingresan en el sistema carcelario. A pesar de que la tasa de homicidios disminuyó, los casos delictivos persisten y agigantan la ola de agresividad.