El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, fueron silbados por el público que se encontraba presente en el acto por el Día de la Bandera. Al hablar de obra pública, desarrollo y seguridad, los mandatarios recibieron una fuerte desaprobación de los ciudadanos, que mostraron un importante malestar en medio de la lucha contra el narcotráfico y la cantidad de homicidios que atraviesa a la provincia.
"Por nuestros próceres, somos nosotros la tierra del federalismo. Señor Presidente, mire a este país, mire al interior productivo... Nos faltan obras de infraestructura para desarrollarnos y poder desplegar todo el potencial que tiene nuestro país", dijo el máximo mandatario provincial, mientras era silbado por las y los ciudadanos frente al pedido.
En esa línea, Pullaro advirtió: "Pero también necesitamos que nuestros jóvenes estén en las universidades, para unir el conocimiento con el sistema productivo. Y por supuesto que necesitamos equilibro fiscal, y desde las provincias estamos acompañando el esfuerzo que hace el Gobierno nacional, pero también necesitamos desarrollo económico, crecimiento y unificar nuestro sistema educativo con nuestro sistema productivo".
Si bien, en ese momento, recibió algunos tibios aplausos, el gobernador de Santa Fe se pronunció -en reiteradas ocasiones- a favor de la Ley Bases y otorgarle, al Gobierno nacional, las "herramientas fundamentales" para alcanzar el déficit cero. Más allá del máximo objetivo del Presidente, el brutal ajuste y la crisis económica profundiza el vaciamiento del Estado y el violento ataque contra las y los trabajadores de todo el país.
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En el marco de la Ley Bases, desde Nación bajaron la coparticipación federal, paralizaron la obra pública, quitaron los subsidios al Transporte -que alcanzó cifras desorbitantes en el AMBA y el Interior del país- y eliminó el Fondo de Incentivo Docente (FONID), generando un malestar social que crece con el paso de los días.
Por su parte, el intendente rosario Pablo Javkin también fue silbado a la hora de dar su discurso. "Hoy podemos decir que se empieza a ver que algo está cambiando, es muy importante porque la principal preocupación de cualquier persona de bien que vive en esta ciudad es la seguridad. Es poder caminar en libertad", manifestó. Instantáneamente recibió una fuerte desaprobación del público que se encontraba en las inmediaciones, en medio de una fuerte ola de homicidios a causa del narcotráfico que tiene en vilo a la provincia.
"¿Por qué ahora sí algo está cambiando en Rosario? Y la respuesta es clara: hay cambios porque hoy, luego de años de permitir que en las cárceles se instalaran verdaderos home office del delito, por fin se aisla a los delincuentes y se les aplica el peso de la ley para que paguen por todo el daño que hicieron", sostuvo el mandatario. Más allá de lo expresado, la población no dudó en mostrar su fuerte descontento con sus políticas.
Plan Bandera: números "alentadores", realidad cruda
Pullaro y Bullrich reivindicaron la política antinarco en una conferencia de prensa realizada la semana pasada junto al intendente rosarino, Pablo Javkin y el ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni. La funcionaria sacó a relucir su discurso de mano dura al estilo Bukele, ratificó que hubo una reducción del "60 % en los últimos seis meses" y dijo que los resultados son producto de “acciones determinadas y decididas”, a pesar de haber tenido en el medio una crisis que puso “en jaque” el programa.
Luego de la presentación de los efectos "positivos" del Plan Bandera por parte de los funcionarios, Santa Fe informó que, en el inicio de gestión del gobernador, fueron detenidas 2.286 personas: 100 tenían pedido de captura y 56 estaban involucradas en homicidios.