Luego de tomar la decisión de no volver al país por la inseguridad en Santa Fe, Ángel Di María finalmente rompió el silencio. El campeón del mundo con la Selección Argentina dijo que la determinación de no jugar en Rosario Central "fue muy dura" y denunció que sicarios arrojaron la cabeza de un cerdo con una bala en la cabeza a la puerta de un local de un familiar directo.
"Era mi sueño y el de mi familia volver a Central, pero las amenazas fueron más fuertes y mi prioridad es siempre la tranquilidad y felicidad de mi familia", sostuvo el héroe del seleccionado nacional. La revelación del futbolista llega en medio de críticas por parte de algunos hinchas que no terminan de entender su postura.
En una entrevista con Rosario 3, Di María relató los angustiosos momentos vividos junto a su familia tras recibir varias amenazas. La situación llegó a un punto crítico cuando apareció la cabeza del animal y una nota que mencionaba a su hija mayor, Pía. “Si volvés la próxima (cabeza) que recibas es la de tu hija. No vengas. Hacé caso, nosotros no tiramos papelitos. Tiramos tiros y muertos. Ni Pullaro te zafa. Pullaro-Bullrich…Levanten el circo y váyanse HDP”, decía el papel que se dejó en una caja.
El bicampeón de América confirmó que, la advertencia de los narcos, fue el 25 de marzo y reveló que tuvo lugar en la puerta de la inmobiliaria de su hermana, quien por temor a represalias no quiso radicar una denuncia. Ese mismo día ocurrió la balacera en el country de Funes Hills, en la zona de Miraflores, donde un auto que pasó varias veces por la puerta del lugar arrojó un paquete envuelto en nylon negro, con un texto dirigido a la familia del jugador del Benfica.
“Siempre quise y el sueño de siempre es querer volver a poder jugar en Central y retirarme con esta camiseta. A veces todo parece muy lindo hasta que pasan cosas como las que me pasaron a mí y a mi familia. Era algo que deseaba mucho, pero las amenazas fueron más fuertes”, expresó "Angelito" en diálogo con el periodista Juan Pedro Aleart.
En ese sentido, contó que la decisión fue tomada luego de la primera amenaza: "Estaba en Estados Unidos con la Selección y ahí dije que era imposible volver. Eso fue en marzo. Me acuerdo de que días después me escribe Gonzalo Belloso (presidente de Rosario Central) y me pregunta cómo estaba, cómo estaba mi familia. Y le dije ‘para la mierda’. Yo no voy a volver a Rosario de esta manera. Tocaron a mi familia y eso sí que no lo voy a permitir. A cualquier precio, no. Pasó el tiempo y volví hablar con Gonzalo, que fue en mayo, y le dije que no volvía, que no iba a poder estar tranquilo sabiendo que en cualquier momento podía pasar algo; que para muchos Central está primero, pero para mí no, para mí, primero está mi familia, le pese a quien le pese”.
El territorio santafesino atraviesa una lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, donde desde hace muchos años mandan las bandas criminales que ejercen el terror en la sociedad, y cuyos hechos delictivos se multiplicaron durante los últimos meses. Esta situación extrafutbolística se transformó en la gran traba que bloqueó la vuelta de Di María.
La respuesta de Di María a los hinchas de Rosario Central
En la entrevista, el rosarino también se refirió con dolor a las críticas que recibe de los hinchas por su decisión de no volver. “Se la agarran conmigo, me matan a mí, a mis amigos, a mi mujer y a todo mi entorno. ¿Por qué no van contra los que amenazan? ¿Por qué no hacen que la ciudad mejore para que todos podamos ser felices y vivir en paz? Son todos muy valientes para putearme a mí y a mi mujer por las redes”, cuestionó.
Tras conocer la postura del delantero de 36 años, el gobernador Maximiliano Pullaro aseguró que, si se respetan los protocolos estipulados para las figuras públicas, las condiciones de resguardo "están garantizadas", pero aclaró que “respeta” la decisión del jugador y su familia.
Asimismo, dijo que “es doloroso” que una persona no quiera regresar por una cuestión de seguridad y afirmó que, aunque "hay que aceptar un protocolo, no es la misma vida que vas a tener si sos una persona conocida o que puede ser víctima de tensión, en este caso de hinchadas de fútbol”. Además, dijo que, ante estas circunstancias, personalidades como el "Fideo" tienen que “perder márgenes de libertad”.
La semana pasada, en un operativo ordenado por el fiscal de Balaceras Pablo Socca, quien confió los procedimientos en la División de Inteligencia de la Policía de Investigaciones, fueron detenidos dos integrantes de la barra brava de Newell’s -Alejandro F. (“El Rengo”) y Sergio D.V (“El Bebe”)- por presuntamente instigar la amenaza que sufrió la familia de Di María el 25 de marzo pasado. Según adelantaron fuentes judiciales, este viernes se los imputará formalmente por la autoría intelectual de la intimidación.