El Gobierno de Javier Milei pidió formalmente que Argentina pase a formar parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como el status de "socio global", que solo tienen unos pocos países en el mundo. El pedido estuvo a cargo del ministro de Defensa, Luis Petri, quien, de paso en Bruselas, Bélgica, tuvo una serie de reuniones con directivos de la alianza militar liderada por Estados Unidos y que en los últimos meses se expandió aún más hacia el Este, con la incorporación de países históricamente neutrales: Finlandia y Suecia. Si la OTAN acepta la solicitud argentina, las implicancias no serán solo simbólicas, sino que incluirán cambios en el intercambio de inteligencia, la participación en operaciones militares conjuntas y en la causa nacional Malvinas.
La noticia la dio este jueves el mismo Petri en sus redes sociales: "Me reuní con Mircea Geoana, secretario general Adjunto de la OTAN. Le presenté la carta de intención que expresa la solicitud de Argentina en convertirse en un socio global de esta organización. Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar a nuestras fuerzas al estándar de la OTAN”, contó. El acercamiento a la mayor alianza militar occidental va en línea con el férreo alineamiento del presidente Javier Milei con Estados Unidos y el alejamiento de potencias que le disputan la hegemonía: China y Rusia.
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Qué es la OTAN y por qué Argentina quiere asociarse
El tratado de la OTAN fue firmado, en 1949, por 12 países -al cabo de la Guerra Fría- y está liderada por Estados Unidos. Desde entonces, 20 países más se unieron. Además, tiene varios y distintos tipos de aliados. Socios para la paz, entre los que se encuentran países como Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Armenia, Serbia, entre otros, aunque por el momento por “razones de seguridad” los dos primeros de la lista están suspendidos. También, tiene estatus de socio los Estados que forman parte del “diálogo mediterráneo”: siete países países en total, entre ellos Egipto e Israel, y foros como la Iniciativa de Cooperación Estambul. A todos, les ofrece lo mismo: la “oportunidad de cooperar” en cuestiones de seguridad y estabilidad.
Por otra parte, los países que cuentan con el estatus de “socio global” son nueve: Afganistán (suspendido), Australia, Irak, Japón, Corea, Mongolia, Nueva Zelanda, Paquistán y, el único latinoamericano: Colombia, que decidió sumarse en esta condición en 2018, bajo el gobierno de Juan Manuel Santos.
Sobre esta decisión, Bruno Dalponte, doctor en Estudios Internacionales por la Universidad de Birmingham, Reino Unido; investigador asociado de Flacso-Argentina y docente de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), prendió un alerta. "Es una cuestión compleja que puede tener muchas implicancias, sobre todo, considerando que el Reino Unido forma parte y es el país que está vulnerando la soberanía nacional", señaló en relación a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas y remarcó que, el hecho de que pueda tener acceso a información, a inteligencia y a datos sobre la planificación militar, o sobre el despliegue militar argentino puede ser una vulnerabilidad estratégica", dijo en diálogo con El Destape.
Por otro lado, entendió que la decisión del Gobierno está basada en el "interés de Milei de hacer este posturismo", indicó, aunque Argentina ya tenía el estatus de socio extra OTAN de Estados Unidos desde 1998. "No es otra cosa que una sobreactuación de Argentina como occidental y de una búsqueda de una política exterior occidental. Básicamente a lo que puede llevarnos en el mediano plazo es a una oposición mucho más fuerte con China, mientras que la política exterior argentina venía siendo de relativa equidistancia, incluso con (el expresidente Mauricio) Macri", quien también se volcó hacia Estados Unidos en esos años.
En su opinión, las decisiones en política exterior de este Gobierno están atravesadas por una "moralidad occidental, dogmática, respecto a una identidad que ve o que quiere generar Milei". Aunque es posible que el proceso demore años -con Colombia fueron cinco-, este posicionamiento para Dalponte "pone (al país) de un lado de una bipolaridad que cada vez está siendo más rígida" por presión con Estados Unidos, que tiene como principal enemigo a China, potencia cada vez más rodeada por países que tienen algún estatus de socio con la OTAN.
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¿Qué significa ser “socio global”?
“El compromiso de la OTAN con sus socios globales está adquiriendo cada vez más importancia en un entorno de seguridad complejo, en el que muchos de los desafíos que enfrenta la Alianza son globales y ya no están limitados por la geografía”, sostuvo la organización militar una nota de la organización publicada en marzo de este año. Pero si se explora en las implicancias que significa obtener este estatus, las pautas no son demasiado claras.
“Ingresar a cualquier organismo internacional implica hacer algún proceso de adaptación a normas y principios”, explicó Dalponte y ejemplificó con los países que se suman a la Unión Europea y deben asumir el euro como moneda de cambio. “Se trata de proteger intereses de los países más ricos, de estandarizar la información que produce y comparte el Estado para así saber que todos están en la misma página”.
En el caso de la OTAN, las reglas -consideró- “están definidas de manera bastante laxa”: se podrá tener acceso a ciertas tecnologías, mercados armamentísticos, intercambio de inteligencia, conocimiento de movimientos geopolíticos. “Se trata, en última instancia, de estar sentado en una mesa con países con muchísimo peso, conociendo sus intereses”, señaló Dalponte, ya que como se mencionó, desde ese lugar se podrá acceder a información que ellos produzcan, así como a instancias de formación militar, equipos, pero también de entrenamiento o que Argentina sea invitado a ejercicios conjuntos o combinados.
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Dalponte, para este caso, explicó que se trata de “medidas de construcción de confianza mutua, de acercamiento político, técnico, organizativo”. Como se trata de una alianza militar, será entre las Fuerzas Armadas. Ese sector deberá adaptar sus políticas en defensa, doctrinas, posicionamientos internacionales, hasta incluso el académico vaticinó que puede que haya alguna demanda para que el país “no esté haciendo buenas migas con enemigos declarados de la OTAN”.
En la página web de la OTAN, además, destacan:
- La cooperación práctica, que incluye desafíos globales transversales: como la ciberdefensa, la seguridad marítima, la asistencia humanitaria y el socorro en casos de desastre, la ciencia y tecnología de defensa, y Mujeres, Paz y Seguridad.
- Operaciones militares: algunos socios participan, “mientras que muchos también se han beneficiado de la experiencia de la OTAN en áreas como el desarrollo de capacidad de defensa y la capacitación y educación en materia de defensa”, dicen.
- “Las consultas políticas y el intercambio de inteligencia son fundamentales para la forma en que la OTAN trabaja con sus socios globales, tal como lo es entre los 32 aliados”. Para la OTAN, el diálogo político “es una herramienta clave para fomentar el entendimiento regional y el intercambio de experiencias entre los aliados y sus socios globales”, así garantizar las posiciones y se puedan hacer contribuciones a la discusión política.
- Apoyo a las operaciones lideradas por la OTAN: “El apoyo brindado por socios globales y otros países a las operaciones lideradas por la OTAN ha hecho una contribución significativa a la paz y la seguridad internacionales”, consideraron.
- Al nivel más alto, el secretario general, el secretario general adjunto, el presidente del Comité Militar y los comandantes Estratégicos de la OTAN se reúnen con los jefes de Estado y de Gobierno, ministros de Relaciones Exteriores y ministros de Defensa de los socios globales, así como con otros funcionarios de alto nivel.
“Lo que hay que tener en cuenta -destacó el académico- es que claramente es una alianza militar, de defensa colectiva. Ahí es muy importante el artículo 5: quienes son miembros plenos -no es el caso argentino- se comprometen a que el ataque de uno de sus miembros es un ataque a todos. Es un elemento disuasivo que salió de la Guerra Fría en oposición al Pacto de Varsovia, para que los soviéticos no pensaran en atacar. Post Guerra Fría queda como el club de Estados Unidos y sus amigos.”