Luego de una semana de alta tensión política entre Nación y Ciudad por la suspensión de las clases presenciales, ahora el gobierno de Alberto Fernández apunta a que las aulas vuelvan a abrirse en dos semanas, que es el plazo de suspensión que marca el decreto de necesidad y urgencia para frenar la aceleración de los contagios por coronavirus. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, convocará a sus pares de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires a trabajar en el regreso a la presencialidad teniendo en cuenta la realidad epidemiológica del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Luego de tomar la decisión impopular de suspender las clases presenciales y emprender un duro cruce con Horacio Rodríguez Larreta, Fernández llamó en la mañana del viernes a Trotta. Según supo El Destape, el ministro le expresó la necesidad de encontrar "una respuesta educativa" para que los chicos vuelvan a lo antes posible a la escuela.
Como respuesta, el Presidente le encomendó la misión de ocuparse de que para el lunes 3 de mayo los y las estudiantes porteños y bonaerenses puedan volver a las aulas bajo el actual esquema de protocolos o con uno nuevo que se adapte a la situación epidemiológica. Fernández coincide con el ministro en que la escuela no es un factor de contagio, pero la aceleración de los contagios y la situación del sistema sanitario lo alertaron por lo que decidió accionar el freno de mano.
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Trotta discutió la suspensión de las clases presenciales con el Presidente. En base a una muestra obtenida a través de la plataforma Cuidar Escuelas, el funcionario defendió la presencialidad ya que los datos advierten que la incidencia de los casos positivos en el sistema educativo "es baja": representa un 0,12% y un 0,79% del cuerpo de directivos, docentes y auxiliares. Por eso, ante el Consejo Federal de Educación, Trotta consideraba que las restricciones no debían comenzar por el cierre de escuelas como primera medida.
Así se lo manifestó al Presidente el miércoles, horas antes del anuncio de las nuevas restricciones. Para evitar de cualquier manera la suspensión, junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, trabajaban en un plan de reducción de la presencialidad para disminuir en parte el nivel de circulación. El ministro considera que el cierre total no era la mejor opción y que había otras soluciones.
Pero el Presidente estaba convencido de que el freno abrupto era la mejor opción aunque pese a que el problema no esté en la escuela. "El problema está en la movilización que genera", resumen cerca de Fernández. "Nadie convenció ni obligó a Alberto", cuentan a este medio cerca de el Presidente. Y fue así. Él mismo asumió la responsabilidad de la decisión en una entrevista con Radio 10: "Por eso, esta medida no la consensué, la tomé yo, y me hago cargo yo". Trotta entendió y comprendió las razones del Presidente.
Volver a la presencialidad
Ahora, ya se dio vuelta la página y en la cartera educativa ya piensan en un proceso de recuperación de la presencialidad a partir del freno de estas dos semanas. Trotta convocará para los primeros días de la semana que viene a la ministra porteña Soledad Acuña y a la directora general de escuelas bonaerense, Agustina Vila, para encontrar una respuesta educativa para un regreso seguro a las aulas. "Hay q ver la realidad epidemiológica para saber si se puede seguir con este esquema o buscar uno nuevo con cierta regulación adicional", resumen en la cartera educativa nacional. Sea cual fuere el esquema, advierten: "El objetivo es volver en dos semanas".
Las tres jurisdicciones coinciden en que el aula es segura, pero difieren en la logística que gira en torno a esa apertura ya que genera una circulación de personas muy importante. Este dato se lo exhibió Fernández a Rodríguez Larreta en el encuentro que mantuvieron en la Quinta de Olivos. En la Ciudad, le especificó, casi un tercio del los pasajeros que usan el transporte público tienen que ver con docentes, no docentes y alumnos.
Mientras en el territorio porteño se da una presencialidad diaria, en el territorio bonaerense se adopta un sistema dual (actividades presenciales y no presenciales). Esos esquemas pueden mantenerse, pero también modificarse con mayores restricciones. La evolución de los datos epidemiológicos, que en los últimos días alcanzó cifras récord de contagios y muertes, será analizada en las ´próximas semanas por los tres ministros.