Las organizaciones sociales salieron este viernes a respaldar el congelamiento y control de precios de los productos básicos, pero advierten que es necesario enfrentar la extranjerización y la concentración de la economía. Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) señalaron que “los formadores de precios de diferentes tipos, que entre otras cosas monopolizan alimentos, deben ser regulados en pos de una economía al servicio del pueblo”.
Desde el sindicato aclararon a El Destape que no fueron convocados por el gobierno para realizar ningún tipo de fiscalización de precios. La consideran una medida necesaria pero insuficiente para “afrontar el problema de fondo”, y que en un contexto social crítico “no se pueden permitir más las ventajas para los sectores concentrados en detrimento de los trabajadores y las trabajadoras de abajo”.
“El control de precios para que no siga escalando la inflación, que como siempre afecta más a los que menos tienen y no se aguanta más, es una medida necesaria que no va en contra del crecimiento, el desarrollo y la producción como quieren hacer ver algunos avivados que cada vez concentran más”, indicó la UTEP en un comunicado, en el que reiteraron la necesidad de profundizar en el fomento a las medianas producciones y a la economía popular.
También citaron al Papa Francisco, que durante su participación en el IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares, realizado hace una semana, reclamó a las "grandes corporaciones alimentarias que dejen de imponer estructuras monopólicas de producción y distribución que inflan los precios y terminan quedándose con el pan del hambriento".
En esa línea y con una serie de pedidos urgentes dirigido a los principales líderes del mundo, señaló que "este sistema con su lógica implacable de la ganancia está escapando a todo dominio humano".
La secretaria general adjunta de la UTEP y referenta nacional de Somos-Barrios de Pie, Norma Morales, afirmó que “los oligopolios de alimentos no tienen consideración por los precios del mercado interno y hacen imposible que los trabajadores puedan tener su heladera medianamente llena”.
"Nosotros podemos aportar, desde las cooperativas de la economía popular, alimentos sanos a muy bajo precio ya que va desde el productor a la mesa de los argentinos", explicó Morales en declaraciones radiales, y propuso “crear mercados populares en las distintas localidades, en las distintas provincias en todo el país, y evitar la intermediación de las grandes cadenas de supermercados”.
Por otra parte, organizaciones de la agricultura familiar realizarán esta semana jornadas de lucha en todo el país para exigir la aprobación de la Ley de Acceso a la Tierra para “garantizar alimentos a precios accesibles para el pueblo”.
“En este momento mientras las corporaciones alimenticias quieren desabastecer y seguir hambreando al pueblo, necesitamos más que nunca medidas concretas para poder acceder al alimento a través de precios justos, y para eso es fundamental bajar y controlar los precios de la canasta alimentaria”, expresó Rosalía Pellegrini, vocera de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra.
La UTT iniciará cuatro días de actividades que incluyen un acampe en Plaza Congreso, movilizaciones, entrega de verduras, carne y pan, un festival cultural, charlas, talleres y proyecciones.
Zulma Molloja, también vocera del gremio, agregó en la convocatoria que “el modelo del agronegocio representa a un campo concentrado que no alimenta, no está enfocado en el hambre del pueblo mientras genera extraordinarias riquezas por las exportaciones”.
El proyecto de ley fue presentado por tercera vez el 22 de octubre de 2020 en una audiencia de la que participaron los entonces ministros de Agricultura, Luis Basterra, y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. “El proyecto de ley propone un sistema de créditos blandos estilo PROCREAR pero para el sector rural con el cual las familias pequeñas productoras puedan acceder a tierras para producir alimentos de un modo sustentable y habitar en una vivienda digna”, explicó Lucas Tedesco, también vocero de la UTT.
Desde la organización señalan que solo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que generan más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en el país.