En solo cinco meses, casi dos millones de personas se inscribieron en el registro creado para reconocer y visibilizar el mapa de la economía popular. Más de la mitad son mujeres, el 57%, y un 49% del total son jóvenes de hasta 29 años.
En total, 1.749.632 personas se inscribieron en el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP), desde el 7 de julio al 28 de diciembre de 2020. El registro continúa abierto y la estimación es que en el sector hay entre 4 y 5 millones de personas.
El objetivo es saber cuántos son, quiénes son, cómo se organizan, qué hacen y dónde. La información es clave también en el camino de la representación ante el Estado de esas personas. En los próximos días, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) obtendrá la “personería social” por parte del ministerio de Trabajo de la Nación. Es el paso previo a la personería gremial, que podría llegar en mayo.
Además, se creará el Registro de Entidades de la Economía Popular. Ese reconocimiento oficial es un paso más en la intención de incorporarse a la CGT, y el trabajo de las organizaciones sociales para avanzar hacia la sindicalización.
El ReNaTEP recibió inscripciones de todas las provincias y de todo el arco etario de la población económicamente activa. El registro destaca, además, la multiplicidad de actividades que engloba un sector de la economía cada vez más dinámico.
La rama de "servicios socio comunitarios" es la que mayor cantidad de inscriptos registra, con el 32% del total. Dentro de ese subgrupo, se destacan las trabajadoras de los comedores y merenderos comunitarios (61%). Luego "servicios personales y otros oficios", con el de limpieza como mayoritario.
“Tiene que ver con la pandemia y la proliferación por necesidad de comedores y merenderos, que cumplieron un rol fundamental para asistir en las barriadas, fueron claves para garantizar un plato de comida”, explica Sonia Lombardo, directora del Registro Nacional de Efectores Sociales, a cargo del ReNaTEP, en diálogo con El Destape.
“Esas actividades, como todas las del cuidado, son desarrolladas mayormente por las mujeres”, agrega la socióloga, y señala que las mujeres son las que mayormente se encuentran en la informalidad. En la economía popular se reflejan las mismas diferencias por género que hay en el mercado formal laboral en relación a las actividades que realizan.
En tercer lugar, la rama "comercio popular y trabajos en espacios públicos", con el 13% de los inscriptos, una actividad que incluye a los vendedores ambulantes (12%), feriantes (12%), venta directa (11%) y los artesanos (10%), entre otros rubros.
La rama ascendió entre los primeros reportes y el último, hasta ubicarse entre las más importantes. “Es una actividad que en algunos distritos del país tiene algunas dificultades para desarrollarse, y el registro va a permitir dar esa discusión y avanzar en su regulación, porque ese trabajo existe y alcanza a muchas personas”, dice Lombardo, y advierte que el la Ciudad de Buenos Aires, el propio jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta la considera como un delito.
El 11% del total de los inscriptos se agrupa en el rubro "construcción e infraestructura social y mejoramiento urbano", encabezado por albañiles y durleros con el 29%, los ayudantes y auxiliares de obra con el 28%, y completan pintores, electricistas, herreros y otros oficios.
La "agricultura familiar y campesina" representa el 9% del total de las inscripciones. La mayoría se dedica a la agricultura (58%), un 16% trabaja en viveros y huertas urbanas, y un 5% se dedica a la ganadería.
La "industria manufacturera" contiene al 4% de los inscriptos con la producción de alimentos (40%), seguida por la industria de indumentaria y textil (28%). Otro 4% corresponde a la rama "recuperación, reciclado y servicios ambientales", con quienes se dedican a la limpieza de terrenos y espacios verdes al frente de la estadística, seguidos por cartoneros y recicladores de basura.
El Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular busca reconocer, formalizar y garantizar los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular para que accedan a herramientas que les permitan potenciar su trabajo. Registrarse les permite acceder a la seguridad social y capacitación, participar de redes de comercialización y obtener herramientas crediticias y de inclusión financiera.
La estadística la encabeza, ampliamente, la provincia de Buenos Aires con 634.941; seguida por Chaco con 97.598, Tucumán con 95.242, y Salta con 92.283. Luego siguen Misiones con 77.533, Santiago del Estero con 77.008, Santa Fe con 71.882, Jujuy con 69.967, Córdoba con 69.081, Formosa con 60.459, y CABA con 56.631.
“Nos parece importante la cantidad de inscriptos en todas las provincias. Es fundamental, uno de los desafíos del registro es la federalización, por eso firmamos convenios con los gobiernos provinciales para impulsar su inscripción”, concluye Lombardo.