En el anuncio del paquete de medidas, el presidente Alberto Fernández ratificó que su principal preocupación es "el hambre de los argentinos" en situación de pobreza, respaldó el trabajo de la economía popular y, entre el pedido de ayuda y el reproche, interpeló a “los sectores más pudientes” para que hagan un mayor aporte en la crisis.
Fue al encabezar en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada la quinta reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, cuando anunció una fuerte ampliación del universo de beneficiarias, en su mayoría madres, de la Tarjeta Alimentar y un aumento del monto mensual con el objetivo de reforzar la asistencia alimentaria y, al mismo tiempo, sostener la economía de comerciantes y productores de alimentos.
En ese marco, Fernández destacó el rol de la economía popular, o de los trabajadores que en la informalidad se crearon su propio ingreso sin patrones, excluídos del mercado formal del trabajo en la Argentina, con un nuevo guiño a la figura de Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), presente por videoconferencia.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En diálogo con El Destape, Castro valoró las medidas, pero advierte que “lo que se inyecta se va por la canaleta de la concentración económica”. El dirigente social planteó al finalizar la reunión que “el problema central es que esos recursos no se pueden traducir en aumento de precios. Hay un aprovechamiento brutal y en este contexto de pandemia es muy difícil dar la lucha en las calles”. El dirigente de la UTEP finalizó: “Los que hablaron con sensibilidad hacia los más humildes, todos, valoraron el esfuerzo del gobierno pero que al mismo tiempo nunca alcanza por el proceso de concentración económica”.
En la misma línea, Alberto Fernández señaló que esa “puja sectorial tiene que encontrar un límite” porque, de lo contrario “todos los esfuerzos que hacemos, terminan en el bolsillo de los poderosos”. El Presidente aseguró que su Gobierno seguirá "haciendo el esfuerzo para sacar a los argentinos de la pobreza y el hambre" y en ese punto interpeló a los empresarios cuando les preguntó qué "esfuerzo van a hacer para sacar a la Argentina de la pobreza".
Tras señalar que los más vulnerables "se enfrentan con un aumento de los precios de los alimentos que es imposible de explicar”, sumó: “Los que menos esfuerzo tienen que hacer son los que menos tienen: que tienen que ir a comprar sus alimentos”. Y pidió a los grandes empresarios y las empresas alimenticias que “entiendan que están en una sociedad que la está pasando mal. Que tienen que colaborar con ese 40% que la está pasando mal”.
Por otro lado, en medio del debate público y las discusiones en el oficialismo sobre la expansión del gasto público para contener los efectos sociales de la pandemia o la necesidad de cuidar el equilibrio fiscal de cara a la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, el ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló que “es fundamental fortalecer la política social, la protección social, la inversión en inclusión”. Guzmán considera que “se vuelve cada vez más esencial afinar el uso de los recursos del Estado y contar con más recursos en una situación de escasez para llevar adelante políticas de protección social más robustas”.
El funcionario planteó la importancia de “focalizar los recursos en aquello que más hace falta, en aquello que más sano es desde el punto de vista del desarrollo social”, como la asistencia para una situación alimentaria “más robusta en los niños y niñas” y proteger a quien hoy “no tiene las condiciones de acceso al mercado de trabajo que se dan en tiempos más normales”.
Asimismo, el Presidente destacó que Guzmán “ha hecho un enorme trabajo en ordenar la deuda”, pero advirtió que “todos deben saber que nuestra prioridad son esos argentinos, que los acreedores deberán esperar hasta que los argentinos tengan una sociedad que los contenga”.
Ampliación de la Tarjeta Alimentar y precios de la carne
El gobierno nacional amplía en un millón el universo de personas que acceden a la tarjeta que permite comprar alimentos -alcanzará ahora a casi dos millones y medio de familias-, y expande la inversión mensual del Estado hasta llegar a los 30 mil millones de pesos -hasta ahora eran 10 mil millones-.
La cantidad de niñas y niños, el sector etario más afectado por la pobreza, pasa de 1.900.000 a 3.700.000, y la cantidad de personas beneficiadas pasa de casi 2 millones a 4 millones. En total, según se informó oficialmente, la inversión pública durante el 2021 para este programa será de $250.000 millones, el equivalente al 0.7% del PBI.
En forma complementaria a los cambios para la tarjeta Alimentar, se anunció una serie de acuerdos de precios para las carnes y verduras, y un sistema itinerante de comercialización con camiones para la venta directa al público.