Ante la inferioridad parlamentaria de La Libertad Avanza (LLA), el presidente Javier Milei se aferró a la herramienta de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) para impulsar, desde la desregulación de la economía y achique del Estado, hasta el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner, pasando por la financiación millonaria de manera reservada a la nueva SIDE.
Frente a este escenario, sectores de la oposición en la Cámara de Diputados fueron contra la herramienta y lograron impulsar un dictamen para modificar la ley 26.122 de DNU, para limitar los decretos presidenciales.
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El dictámen de mayoría en el plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamento contó con 36 firmas, de las cuales 27 fueron de Unión por la Patria, 5 de Democracia para Siempre y 4 de Encuentro Federal.
De este último bloque, la diputada Margarita Stolbizer, y los cinco legisladores que dejaron el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) firmaron en disidencia.
Por otra parte, se presentaron otros tres dictámenes, uno de la diputada nacional de la UCR Karina Banfi (2 firmas), uno de la Coalición Cívica (2 firmas) y uno de rechazo de LLA (9 firmas).
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El dictámen de mayoría establece que hay 90 días a partir de la publicación del DNU como tiempo máximo para que el mismo sea aprobado por el Congreso. Si se vence, la decisión presidencial queda sin efecto. Si el decreto es rechazado por una cámara, se cae. Si lo aprueban las dos, queda firme.
Finalmente, se establece que si el DNU es dictado en receso parlamentario, el Poder Ejecutivo debe convocar inmediatamente a sesiones extraordinarias.
El de la CC, por su parte, propone la modificación del artículo 23 de la 26.122, estableciendo que en los DNU "pueden efectuarse supresiones al texto original" por parte de las Cámaras. "En este último caso, una vez aprobados, las partes suprimidas del texto del Poder Ejecutivo quedaran derogada",
LLA va con un dictamen de rechazo. El diputado nacional Lisandro Almirón ubicó al acuerdo opositor "en un marco de los excesos y del capricho de sectores del Poder Legislativo que no tuvieron mejor decisión política que hacer 'compinchismo' y obstrucción de la gobernabilidad del país”. Los principales aliados del oficialismo, el PRO, no firmaron ningun dictámen.
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La semana que viene no están previstas sesiones en la Cámara baja, mientras que se estima que haya convocatoria para el 13 de octubre. El temario podría incluir dos proyectos impulsados por el oficialismo, juicios por jurados y ficha limpia. De todos modos, en la oposición que impulsó el dictámen de mayoría son optimistas con la aprobación, para un posterior tratamiento en el Senado para el año entrante.
"Los bloques que firmamos representamos a unos 135 diputados, así que se puede aprobar. Después, si el Presidente lo vetá, será otro escenario en el que tendrán que juntar los dos tercios", comentaron a El Destape fuentes de la oposición.