El cruce entre las autoridades nacionales y porteñas sobre la responsabilidad del operativo de seguridad en el velorio de Diego Maradona se reduce a quién dio la orden de cortar el paso de quienes estaban en la fila para ingresar a Casa Rosada, y quién ordenó la represión.
En esas recriminaciones recíprocas falta un reconocimiento público de qué falló en un evento extraordinario, inédito, en el que se podía prever un desborde. Hay quienes creen en el gobierno que no fue un problema de seguridad sino de organización. La falta de tiempo pa organizar el operativo, en un contexto de pandemia, y en un territorio que requería una coordinación aceitada entre dos gobiernos, son los principales problemas que reconocen las autoridades a cargo del despliegue.
Un hecho como la despedida del mayor ídolo argentino es único, irrepetible. Pero la inquietud a futuro es cómo sobrevive la relación y cómo ajustar la coordinación entre las áreas de Seguridad de Nación y Ciudad en el epicentro nacional de las protestas sociales y manifestaciones populares.
Desde Nación destacaron que nunca apelaron a la violencia para contener la situación, y que esa es la decisión política de la conducción de las fuerzas. “No disparamos una sola bala ni tuvimos un herido por fuerzas federales”, dicen. Mientras tanto, el accionar de la policía porteña evidencia desde hace años la represión como única respuesta.
El propio Alberto Fernández cuestionó el accionar de la policía porteña por actuar "de manera muy violenta" en lo que consideró “una acción desmedida” en la Avenida de Mayo y 9 de Julio. También reconoció que debieron “haber previsto la presencia de barras bravas", aunque la situación dentro de la Casa de Gobierno "nunca estuvo fuera de control".
Según el ministerio de Seguridad nacional, la Ciudad se adelantó, tomó una decisión inconsulta, y ahí es cuando se desmadra. En ese momento, Frederic llama a Santilli. Fue la primera conversación que tuvieron. “Hablé y le pedí por favor que parara la represión, que contuviera a la gente sin disparar. La decisión fue de ellos”, contó la ministra.
“Diego Santilli me dijo ‘si no reprimimos, van a ir a Plaza de Mayo’, y yo le dije que dejen que vengan”, agregó Frederic en declaraciones a Futurock. Esa decisión inconsulta del gobierno porteño se dio mientras desde Nación evaluaban cómo continuar el operativo para que todas las personas pudieran despedirse de Maradona.
La primera opción que se analizaba era el traslado en tres helicópteros del cuerpo de Diego, su familia y las personas del círculo íntimo hasta el cementerio. La segunda, el cortejo fúnebre. Por último, extender el velatorio. Mientras se negociaba en tiempo real, se desató la represión en la 9 de Julio.
Cerca de las 14, la Policía de la Ciudad desplegó un dispositivo en la intersección de Bernardo de Irigoyen y Avenida de Mayo en el que lanzaron granadas de gas lacrimógeno, dispararon balas de goma y detuvieron a por lo menos 11 personas.
El gobierno porteño reconoce y justifica la represión que ordenó. El propio Larreta dijo este viernes que “cuando sucede un hecho como el de ayer, en el que un grupo de barrabravas violentos atacaron a los agentes con piedrazos y botellazos, la policía va a actuar”.
También el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, a cargo de la seguridad porteña, dijo que "interrumpió la violencia" al justificar la represión. “Imaginate lo que hubiera pasado si nos hubiéramos retirado de 9 de julio y Avenida de Mayo”, agregó. Sobre el punto de conflicto, asegura que desde Nación pidieron la interrupción de la fila a la altura de la 9 de Julio.
Una suspicacia que sobrevuela con bronca entre funcionarios nacionales es que al gobierno porteño no le faltó conducción política del conflicto, sino que hubo una decisión de ejecutar el operativo represivo desproporcionado en el mismo momento en que Cristina Fernández ingresaba a Casa Rosada. “Sabían perfectamente que en ese momento entraba Cristina”, dijo uno de ellos a El Destape.
El lugar para la despedida multitudinaria fue elegido por la familia, decisión que acompañó el gobierno nacional, según se informó oficialmente. Desde el miércoles a la noche comenzaron a circular entre funcionarios las advertencias de que solo 10 horas de velorio era poco tiempo para una despedida que se anticipaba como masiva.
"La familia de Maradona nos pedía terminar a las 4 con el propósito de estar un tiempo solos y poder despedirse", explicó este viernes Alberto Fernández y contó que junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hablaron con Claudia Villafañe para intentar extender el horario. Para cuando se anunció que sería hasta las 19 y con cortejo fúnebre, la situación ya se había desmadrado.
Sobre el conflicto de jurisdicciones, el terreno de acción de cada gobierno, desde el ministerio de Seguridad nacional informaron que se constituyó un Comando Unificado de coordinación de sus cuatro fuerzas en el que se dispuso que la Policía Federal quedara a cargo del control del ingreso a la Casa Rosada; la Policía de Seguridad Aeroportuaria en el vallado de ingreso y la Gendarmería como contención, de manera preventiva, en caso de que fuera necesario el refuerzo de las demás fuerzas. “Deslindamos de responsabilidad a las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales de los incidentes registrados, debido a que los mismos han sido generados por la policía de la CABA”, señalaron.
El operativo en las calles de la ciudad correspondía al gobierno porteño. El secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, explicó que “la orden de cortar la fila a las 12 del mediodía salió del ministerio de Seguridad de la Nación. Nos llamaron y nos dijeron ‘corten el ingreso de la fila en Avenida de Mayo e Irigoyen’ a las 12.15 del mediodía”. También justificó el accionar policial. “Cuando hay violentos que arrojan piedras, que mandaron a 11 policías al hospital, debemos actuar”, dijo en diálogo con El Destape.
El ministerio nacional que conduce Sabina Frederic aseguró en un comunicado que “es absolutamente falso que las fuerzas policiales y federales de seguridad hayan recibido la orden de reprimir ni de participar de la represión desatada en la zona de la Avenida 9 de julio, ya que es jurisdicción de la policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es la Policía de la Ciudad de Buenos Aires la que posee la responsabilidad primaria del operativo”.
Sobre el ingreso de un grupo de personas a la Casa Rosada, desde la cartera de Frederic lo atribuyen a “los desmanes generados por la policía” de la Ciudad, que produjeron una presión sobre quienes aguardaban para ingresar, por lo que se decidió correr las rejas para que nadie sufriera asfixia, aplastamiento o contusiones por esa presión.
Qué falló en el operativo
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) advirtieron que el operativo de seguridad de la despedida de Diego Maradona “exhibió los graves y repetidos problemas que suelen tener las intervenciones policiales ante la falta de organización y profesionalismo”. También señalaron una falta de coordinación entre las áreas de seguridad de la Nación y la Ciudad que no logró prever las necesidades de un evento que iba a movilizar a miles y miles de personas.
El CELS destacó que, una vez más, la Policía de la Ciudad disparó balas de goma para dispersar, además de realizar detenciones arbitrarias y violentas en un operativo del que participaron policías sin uniforme ni identificación.
La CORREPI destacó en un comunicado que uno de los puntos principales de la “agenda antirrepresiva urgente” que reclaman desde hace años es la eliminación de los “Comandos Unificados” para la intervención conjunta de fuerzas federales y provinciales.
“Estos operativos bajo comando unificado de fuerzas federales y locales no son una novedad. Nunca han sido una buena noticia para el pueblo trabajador, se trate de los que tienen como objetivo la militarización de los barrios o de los destinados a la represión del conflicto y la protesta social”, advirtió la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional.
La secretaría de Derechos Humanos denunció penalmente a Larreta y Santilli
La secretaría de Derechos Humanos de la Nación presentó este viernes una denuncia penal en la justicia porteña contra el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y contra Diego Santilli, a cargo del ministerio de Justicia y Seguridad, por los delitos de intimidación pública, abuso de autoridad y abandono de persona por el violento accionar llevado adelante por efectivos policiales. La presentación incluye, según informaron desde la secretaría, un compilado de imágenes que prueban la represión violenta y desmedida.
“La sistematicidad en el accionar y la violencia cometida por todos ellos da cuenta de una orden superior que dispuso la represión de esa forma: con balas de goma, gases, camiones hidrantes y detenciones arbitrarias”, dice la denuncia. El escrito señala que esas imágenes reunidas no permiten suponer que los abusos policiales hayan sido desvíos individuales de algunos miembros de la fuerza porteña.
Además, la secretaría que conduce Horacio Pietragalla Corti, informó que la denuncia aclara que el gobierno nacional “no dio ninguna orden de reprimir ni despejar ni detener a persona alguna y hace responsable directamente a las fuerzas policiales del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.