El día del trabajador evidenció este domingo en las calles el heterogéneo mapa que conforma el mundo del trabajo y su entramado de representaciones en la Argentina: la CGT decidió no movilizar y señaló su “preocupación” por la inflación, las organizaciones sociales de la economía popular llenaron la Avenida 9 de Julio con reclamos y propuestas como un ministerio propio para el sector y un salario básico universal, y la izquierda colmó la Plaza de Mayo para “rechazar el ajuste del gobierno nacional y el FMI”.
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La Confederación General del Trabajo (CGT) fijó su posición con un documento en el que señaló como “preocupante” la situación económica, con una inflación que “erosiona los salarios y los ingresos, y con mayor gravedad impacta en los más vulnerables”. En esa línea, reivindicaron la herramienta paritaria y los bonos que anunció el Gobierno, aunque los consideraron un “alivio transitorio”, y apuntaron contra “los formadores de precios, los grandes especuladores financieros que multiplican sus ganancias en la crisis y los que recibieron una renta extraordinaria producto de la alteración de los mercados por la guerra”
La cúpula de la central obrera que conducen Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano se limitó a difundir un comunicado, sin acto ni foto de la cúpula, a pesar de que consideraron al 1 de mayo como una fecha en la que “inflamos el pecho para evocar nuestro día”.
La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), en cambio, movilizó a más de 300.000 personas en la 9 de Julio para presentar la “Ley General de Tierra, Techo y Trabajo”. Se trata de un paquete de leyes que agrupa los reclamos y reivindicaciones del sector, con una serie de propuestas entre las que se destaca la creación de un Ministerio de la Economía Popular y el impulso de un Salario Básico Universal. También de la ley de Humedales, de Envases, el monotributo productivo y los créditos no bancarios, y el de reparación de la agricultura familiar, entre otros.
Durante el acto quedaron en evidencia también las múltiples miradas que conviven dentro de las organizaciones sociales y sus posturas frente al gobierno nacional, lejos de lo que podría interpretarse como un acto oficialista o de respaldo al denominado “albertismo”, y apuntaron contra "las peleas de palacio". Estuvieron presentes en el escenario los dirigentes Emilio Pérsico, Juan Grabois y Daniel Menéndez, además de los y las diputadas nacionales Leo Grosso y Eduardo Toniolli (Movimiento Evita), Natalia Zaracho Federico Fagioli (Frente Patria Grande), Juan Carlos Alderete (CCC), Natalia Souto (Somos-Barrios de Pie).
“¿Qué estamos haciendo presentando esta ley? ¿Nos estamos metiendo en una interna a favor o en contra del Gobierno? No, nosotros estamos, seguimos haciendo aportes a la unidad del campo popular porque, si esta ley se aprueba en el Congreso, se consiguen los recursos, se garantiza el alimento, la tierra y la vivienda, se garantiza el trabajo para todos. Eso es lo que buscamos”, explicó el “Gringo” Castro, secretario general de la UTEP.
El dirigente social agregó que “si hacemos eso, gana el pueblo; Alberto gana las elecciones, Cristina gana las elecciones y el Frente de Todos vuelve a ganar; por eso nuestro aporte es a la unidad del movimiento popular en la Argentina. Lo hicimos antes y lo vamos hacer ahora, compañeros”.
También hablaron los otros cuatro integrantes que conformar la comisión directiva de la UTEP, Dina Sánchez y Norma Morales, Gildo Onorato y Juan Carlos Alderete.
Hubo mensajes cruzados hacia otros sectores que integran el Frente de Todos. Gildo Onorato, dirigente del Movimiento Evita, se refirió a “los compañeros que con buena leche nos hablan de que las cuentas tienen que cerrar con la gente adentro”, en clara referencia a Máximo Kirchner y dirigentes del kirchnerismo. “Estamos de acuerdo, pero a los movimientos populares eso no nos alcanza porque es una cuestión de clase y queremos a los trabajadores y trabajadores como protagonistas de la transformación política sin paternalismos”, apuntó Onorato.
También hubo un pasaje dedicado a la Casa Rosada, en especial al Ministerio de Desarrollo Productivo, de Matías Kulfas. “No alcanza con el Plan 2030, ni con dos millones de puestos de trabajo. Hay 18 millones de pobres en la Argentina que no pueden esperar más los derechos laborales”, dijo Onorato, quien agregó que “sabemos que falta, pero no somos funcionales a debilitar al gobierno. Hay muchas cosas que se deben corregir, y vamos a pelear para que se corrijan”.
Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la UTEP, dijo que “acá puede haber algunos que quieran más a Alberto o que quieran más a Cristina, pero la UTEP tiene el compromiso de garantizar tierra, techo y trabajo para todos y todas”.
“Necesitamos avanzar en el Salario Básico Universal y en respuestas a la deuda interna. Nuestro sector va a estar en la calle exigiendo”, agregó Sánchez, referenta del Frente Popular Darío Santillán
El dirigente de la CCC, Juan Carlos Alderete, apuntó contra "los oligarcas, que recientemente se reunieron en Bariloche e hicieron el 'tractorazo', que ellos, que nunca han trabajado, se llevan la riqueza que producimos los trabajadores", y agregó: "Vamos a estar en la calle para apoyar y acompañar las medidas que tome el presidente".
La izquierda llenó Plaza de Mayo contra “el ajuste y el pacto con el FMI”
En paralelo, el acto del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad por el Día internacional de los trabajadores colmó este domingo la Plaza de Mayo, con grandes columnas y banderas rojas, con participación de dirigentes políticos, sindicales y piqueteros. Los reclamos se centraron en el acuerdo con el FMI, el rechazo al “ajuste”, y anticiparon desde el movimiento piquetero un plan de lucha nacional para las próximas semanas.
"Este gobierno que dijo que venía a enfrentar a la derecha volvió a traer al FMI a nuestro país. Y, como si fuera poco, reciben a la jefa del Comando Sur, los que les enseñaron a torturar a los genocidas", dijo la diputada Myriam Bregman en el cierre del acto y destacó que el Frente de Izquierda es la única fuerza que denuncia el “pacto de coloniaje'' con el Fondo Monetario Internacional y “que plantea también salidas, porque no nos quedamos con quejas y denuncias”.
Bregman planteó que hay tres proyectos en discusión en la Argentina. “En primer lugar, la variante liberal, que levanta el programa económico de la dictadura, su mayor defensor es Javier Milei, un vende humo porque no existe una verdadera libertad mientras unos pocos tienen todo y el resto no. En segundo lugar, la variante de los que nos dicen que el capitalismo es el mejor sistema posible, que es el sistema más eficiente, como dijo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y dicen que para que funcione bien hay que arreglarlo desde el Estado. Pero nosotros decimos que esa sí que es una utopía. Los sectores poderosos nunca van aceptar cambiar las bases económicas de un sistema que le da sus ganancias. Hay otra variante: la nuestra. La que dice que hay que terminar con el sistema capitalista, con este sistema irracional. ¿Cómo puede ser eficiente un sistema que arroja a la basura el 30 % de la comida que produce y que está destruyendo el planeta? Y en este punto no hay diferencias entre variantes", definió la diputada.
El dirigente del Partido Obrero, Gabriel Solano, por su parte, dijo que la Argentina enfrenta una crisis histórica. “El empobrecimiento del país y especialmente del pueblo trabajador ha adquirido proporciones escandalosas e inadmisibles. El pacto sellado con el FMI agravará esta situación”, dijo, y apuntó a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas que gobernaron en las últimas décadas. También apuntó contra Milei, a quien definió como “pescador a río revuelto” y promotor de una “derecha fascistizante”.
La diputada nacional Romina Del Plá, también sindicalista en el ámbito docente, apuntó que “la burocracia sindical tiene una enorme responsabilidad en la crisis social que sufrimos los trabajadores en Argentina” ya que “garantizaron la pérdida que sufren los salarios y las jubilaciones y que es una de las principales vía de ajuste”
El dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, dijo que “el movimiento piquetero puso el hambre y la pobreza en el medio de la discusión política” y que la respuesta de “la clase gobernante fue la persecución, la represión y los ataques de todo el arco político: desde los Milei hasta el gobierno nacional y Juntos por el Cambio”.
En su discurso, Belliboni anticipó que la Unidad Piquetera convoca “en dos semanas a una Marcha federal contra el hambre y el ajuste que será multitudinaria porque el hambre no da tregua y las medidas del gobierno de los Fernández no son ni una aspirina contra la crisis que están descargando en nuestras espaldas”. En esas jornadas de protesta nacional insistirán con el reclamo de “aumento del salario y la jubilación mínima, por trabajo genuino, por aumento de los ingresos de los desocupados y de los salarios acorde a la inflación, por la apertura de los programas sociales”
Raúl Godoy, dirigente del PTS, diputado provincial por Neuquén e histórico dirigente de la fábrica recuperada Zanón, advirtió que “por primera vez hay trabajadores pobres, y eso es el capitalismo".
El secretario General SUTNA, sindicato del neumático, y trabajador de FATE, Alejandro Crespo, señaló que este 1 de mayo “encuentra al movimiento obrero argentino enfrentando un enorme ajuste ordenado por el FMI y ejecutado por este gobierno”.
“El movimiento obrero tiene la obligación, en este momento histórico, de luchar con firmeza por el aumento del salario real, tomando el ejemplo del espléndido movimiento organizado de trabajadores desocupados que masivamente sale a las calles en lucha por sus justos reclamos”, agregó Crespo.