Tras la reunión de la Mesa de Enlace de las patronales del agro con el ministro de Economía, Sergio Massa, el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, afirmó que un precio "normal" del dólar para el campo debería rondar los "200 y 220" pesos, más cerca del precio de la divisa estadounidense en el mercado paralelo que en el oficial.
“Acortando las brechas del dolar blue, para que baje y que ronde entre 200 y 220 pesos, estaríamos una normalidad antes de toda la corrida cambiaria. Ahí no necesitaríamos una divisa especial para nosotros y a todos los argentinos les serviría porque eso generaría una expectativa a la baja de la inflación”, afirmó Achetoni en diálogo con el programa Toma y Daca de AM750.
El reclamo del titular de la FAA responde a que para las entidades del agro, el 'dólar soja', instrumentado por el Gobierno nacional para que se liquide la cosecha de soja, "no es conveniente" ya que "beneficia a un sector concentrado".
"Lo comentamos el tema del 'dolar soja', nosotros desde la Federación Agraria no vemos como un incentivo, hasta lo vemos de manera discrecional. Los pequeños y medianos productores ya vendieron, así que sólo verían pasar ese tipo de cambio, no sería para nuestro rango de productores”, comentó.
En ese marco, sostuvo que “más que regímenes especiales de tipo de cambio, hay que acortar la brecha entre dólar oficial y dólar blue" y "generar certidumbre y dar confianza”
Cuando se le consulto sobre si este acortamiento de la brecha es un pedido para una devaluación, Achetoni sostuvo que “un proceso devaluatorio no necesariamente tendría que generar inflación".
Respecto a la cosecha no liquidada de soja, Achetoni afirmó que "ronda los 14 mil millones, una parte la tiene el sector productivo, otra los exportadores y otra está calzada" para ser destinada a "ventas a futuro". Según afirmó, durante el primer semestre de 2022, entre trigo, maiz y soja, "se liquidó mucho más que el año pasado", deslizando que "la ecuación no es tan dramática como se la quiere hacer ver”.
En ese marco, explicó que "hubo una combinación de un dólar que en 20 días aumentó un 50 por ciento en su valor y la falta de disponibilidad de divisas que complicó las importaciones de insumos". A raíz de esto, "los productores quedaron paralizados porque si vendían, no sabían cómo y a cuánto convertir los dólares en pesos, y eso hizo que se frenen las operaciones”.
Y agregó: “Hay un proceso lógico: el productor vende según las inversiones que tenga que hacer, ya sea de insumos, máquinas o alquileres de campos, como hay incertidumbre, resguarda su producido, que es su moneda fuerte ante un eventual bache fuerte que haya”.
En cuanto la politica del Gobierno respecto al agro, el dirigente agrario afirmó que la gestión nacional “no tiene aún un plan definido y que en la situación que nos encontramos y el país necesita de nuestra producción por los dólares y nosotros necesitamos estabilidad y certidumbre para poder invertir y seguir adelante”.