El procurador interino Eduardo Casal, que ha sido funcional durante toda su gestión a Mauricio Macri, sorprendió y emitió un dictamen que impacta directo contra de los intereses del ex presidente en el caso Correo Argentino. Dijo que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño no puede intervenir en una causa que tramita en la Justicia Nacional, tal como pretenden los Macri en el caso de su deuda con el Estado.
Casal intervino en el caso Levinas, justamente uno de los casos que el TSJ utilizó como ejemplo para entrometerse en el expediente Correo y abonar al pedido de los Macri de desplazar tanto a la jueza Marta Cirulli, pronta a decretar la quiebra de la empresa, como a la fiscala Gabriela Boquin, que fue quien frenó la condonación de la deuda con el Estado y denunció el vaciamiento de la compañía. Todo un antecedente y no es el único de los últimos días.
Tal como informó El Destape, los Macri quieren sacar el expediente Correo de la Justicia Comercial a nivel Nacional y llevarlo a los tribunales porteños para evitar la quiebra de la empresa y que sea Socma, la empresa madre del holding familiar, la que tenga que pagar su multimillonaria deuda. Y el TSJ porteño jugó a su favor. Pero ahora este dictamen del interino Casal envía otro mensaje. Resta ver que resuelve la Corte Suprema, que de fallar lo contrario a Casal dejaría demasiado expuesto un alineamiento con Macri.
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El TSJ responde a Macri. Lo preside Inés Weinberg, a quien Macri propuso en su momento para ocupar la Procuración General de la Nación. Lo integra también Santiago Otamendi, ex viceministro de Justicia en el Gobierno de Cambiemos. Lo completan Luis Lozano, Alicia Ruiz y Marcela De Langhe.
Casal opinó sobre un caso idéntico al de Correo solo que en lugar de tratarse del fuero Comercial es en el Civil. Pero cuenta como antecedente, ya que de hecho es un caso que el propio TSJ porteño citó para justificar su maniobra en favor de los Macri: el caso Levinas.
El caso Levinas es por Gabriel Levinas, que fue denunciado por la familia del artista León Ferrari. El actual panelista televisivo había recibido 15 cuadros de Ferrari en 2008 para exponerlos en una galería parisina pero solo devolvió cuatro. La familia Ferrari lo denunció y en su defensa Levinas dijo que los había vendido en Uruguay, que no recordaba el nombre del comprador y que el dinero de la venta tuvo que usarlo “por razones de urgencia”. O sea, les prestaron los cuadros, los vendió y se quedó con el dinero.
Levinas fue condenado en primera instancia por la jueza civil Virginia Siminari, sentencia confirmada por la Cámara Civil. Lo condenaron a pagar 88.000 dólares más intereses. Levinas hizo entonces la misma jugada que ahora quieren hacer los Macri: apeló ante el TSJ porteño para sacar el expediente de la órbita nacional. El caso llegó hasta la Corte, que le pidió opinión al procurador interino Casal. Y ahora Casal dice que al TSJ porteño no puede meterse en una resolución de la Cámara Civil a nivel Nacional.
“No existe base legal para atribuir al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la potestad de revisar una sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil con asiento en esta ciudad” escribió el interino Casal. El mismo argumento sirve para la Cámara Comercial y el caso Correo. Si dijera lo contrario iría contra sí mismo.
“Por lo expuesto -cierra el dictamen firmado por Casal- opino que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no tiene competencia para revisar la sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil”. Caso calcado al de Correo, donde el TSJ dispuso la revisión de una sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.
¿Que dijo el TSJ porteño sobre el caso Correo? Que debe dejarse sin efecto un fallo de la Sala B de la Cámara Comercial firmado por las juezas María Lilia Gómez Alonso y Matilde Ballerini. Ese fallo rechazaba el pedido de los Macri para desplazar a la jueza Cirulli, la magistrada de primera instancia que tiene que decretar la quiebra de Correo Argentino. Los Macri hicieron un planteo idéntico contra la fiscala Boquin que también están en los despachos del TSJ.
Lo más probable es que las camaristas Gómez Alonso y Ballerini rechacen lo dispuesto por el TSJ. De hecho el mismo día que el TSJ porteño ordenó anular la resolución de la Sala B de la Cámara Comercial otra sala de ese fuero, la Sala D, dijo que no reconocía “eficacia jurisdiccional alguna a la decisión adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos”. Todo un mensaje y no son raras las coincidencias. El fallo lo firman los camaristas Gerardo Vasallo, Pablo Heredia y Juan Garibotto, jueces muy ligados a Clarín y que en su momento fueron los que diseñaron la condena contra Víctor Hugo Morales a pedido de Héctor Magnetto. No se los puede acusar de cercanos al Gobierno ni mucho menos. Tampoco a Gómez Alonso y a Ballerini.