El Gobierno resolvió anoche volver a la idea de que la reunión del miércoles para dar detalles de la marcha de las negociaciones con el FMI sea exclusivamente del ministro de Economía, Martín Guzmán, con los gobernadores y citar para otro día a los empresarios y centrales sindicales. Con esta decisión, en la Casa Rosada esperaban revertir la negativa de los cuatro mandatarios de Juntos por el Cambio de no asistir al convite, argumentando que se había convertido "en una reunión política más que una reunión institucional de trabajo". Para el Gobierno es importante que participen los representantes de la oposición dado que "una negociación de tales características se realiza desde una posición de mayor fortaleza cuando se busca construir apoyos internos amplios", según expresaron.
La invitación original surgió del presidente Alberto Fernández la semana pasada, cuando los gobernadores estuvieron en la Casa Rosada para la firma del Consenso Fiscal. “El tema de la deuda no es un problema del Gobierno, sino de toda la Argentina. Cuánto más transparentemos, mejor va a ser”, les comentó durante el encuentro del que participaron los gobernadores del Frente de Todos, de los partidos provinciales y los radicales Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). El único ausente fue el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien se negó a firmar el Consenso. "Quiero que Martín les explique, con mucho detalle, cómo está la discusión con el FMI", los entusiasmó el Presidente.
En un primer momento, desde el entorno de los tres radicales habían dejado trascender que irían, lo mismo desde la oficina del jefe de gobierno. Con todo, en ningún caso hubo una confirmación oficial. Luego del sorpresivo rechazo opositor al Presupuesto en el Congreso, para el Gobierno era importante mostrar el respaldo de todos los gobernadores a la propuesta de Guzmán. Dado los plazos que se plantean para el pago de la deuda -diez años mínimo- el Fondo Monetario quiere ver un apoyo político que vaya más allá del oficialismo.
Pero en el Gobierno vieron la posibilidad de hacer algo más grande todavía y anunciaron que del encuentro también participarían empresarios y sindicatos. Incluso, que la exposición de Guzmán sería abierta y que la prensa podría escucharla. Obviamente, la foto sería mucho más amplia que la de sólo los gobernadores, pero también era cierto que el encuentro había perdido el carácter reservado que parecía tener en el convite original del Presidente, cuando prometió que el ministro ofrecería detalles reservados a los gobernadores.
Rechazos de Juntos
Los tres gobernadores radicales y el jefe de gobierno porteño conversaron el martes con la mesa nacional de Juntos por el Cambio y concluyeron que no participarían del acto dado que no conocían qué era lo que anunciaría Guzmán y que no querían prestarse para "una foto política", según declararon. A través de las redes sociales, sostuvieron que esperarían conocer el contenido de las negociaciones que llevaba adelante el Gobierno antes de dar a conocer su posición y que las conversaciones con la oposición debían producirse en el Congreso, por lo que a quienes debían invitar era a los jefes de los bloques parlamentarios. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se sumó a las deserciones al anunciar que no participaría por "compromisos previos" y que enviaría en su lugar al presidente de la Legislatura provincial.
El rechazo de estos gobernadores representaba un retroceso para el Gobierno en momentos que busca acelerar las negociaciones con el FMI, que ingresan en la cuenta regresiva. Desde el Ministerio de Economía anticiparon que preparaban los números finos de variables como la futura emisión monetaria, el sendero fiscal y la cantidad de reservas disponibles del Banco Central para convencer tanto aquí como afuera de las posibilidades del acuerdo. "Vamos a estar involucrando a todos los gobernadores y gobernadoras del país, es muy importante sus presencias porque esta situación afecta a todas las provincias y va a haber una oportunidad para que los gobernadores también den su punto de vista que comenten sobre lo que escuchan, que hagan preguntas", se había entusiasmado temprano Guzmán en una entrevista a Télam.
Por eso, el Gobierno comenzó a modificar algunas condiciones en busca de convencer a la oposición de volver al encuentro. Por ejemplo, adelantó su decisión de convocar el martes que viene a los jefes de los bloques parlamentarios al Ministerio de Economía para conversar con Guzmán y que responda a todas sus dudas. Sin embargo, la decisión no generó la reacción imaginada. Por eso, al cierre de la jornada, desde Gobierno se anunció que se volvía a la idea original y que el miércoles Guzmán se reunirá solamente con gobernadores en la Casa Rosada y que el encuentro con empresarios y sindicatos se haría más adelante.
"El Gobierno mantiene una vocación de diálogo y construcción, entendiendo que la Argentina se fortalecerá si nos comportamos como un Estado Nación, con la madurez y la responsabilidad política que ello requiere. La deuda no es un problema de un Gobierno, es un problema con el que carga toda la Argentina", concluyeron con la idea de, ahora sí, volver a sumar a los gobernadores de la oposición.