El presidente Alberto Fernández retomará este fin de semana a los viajes al exterior luego de un largo paréntesis para participar, por primera vez de manera presencial de la cumbre del G20, en Roma, donde están convocados los principales jefes de Estado para discutir la recuperación de la economía global en la pospandemia. El periplo seguirá en Glasgow, Escocia, sede de un encuentro de líderes por el cambio climático. En ambos foros, el mensaje del Presidente estará centrado en la renegociación por la deuda y ya tiene acordado un encuentro bilateral con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, nuevamente en la capital italiana, el mismo lugar donde se encontraron en mayo pasado.
A diferencia de la campaña para las PASO, cuando optó por suspender las salidas que tenía ya acordadas para ir a México y la ONU, esta vez Fernández cumplirá con los compromisos internacionales y participará de las dos citas. El G20 ya realizó varias reuniones ministeriales previas, en las que Argentina sumó algunos apoyos a su posición para renegociar la deuda con el Fondo en la que reclama mayores plazos para pagar y que no se le cobren los sobrecargos, una tasa extra que representa alrededor de unos mil millones de dólares por año.
La semana pasada, Fernández participó, en forma virtual, de la cumbre de finanzas del organismo, en la que marcó la necesidad de una nueva arquitectura financiera global que brinde respuestas ante "la triple crisis de pandemia, cambio climático y deuda que golpea duramente a los países de renta media como Argentina". Una de las preocupaciones del Gobierno es que todo el esquema de los países desarrollados está dirigido a otorgar algunas ayudas a países pobres, mientras que a los "países medios con vulnerabilidades", como define a la Argentina, se les exige cumplimientos con la misma dureza de siempre.
De hecho, en el último viaje que el ministro de Economía, Martín Guzmán, realizó a Washington para participar de la asamblea anual del FMI no parecieron registrarse avances respecto a la situación argentina. “El riesgo de una debacle generalizada de deudas externas en los países en desarrollo se abate sobre el planeta”, alertó el Presidente en su mensaje a los gobiernos del G20. Con este mismo mensaje irá a Roma, incluyendo la propuesta de que los Derechos Especiales de Giro (DEG) que repartió el FMI se amplíen y se redireccionen hacia los países con urgencias financieras. Argentina se ve obligada a usar esos recursos a pagar las cuotas de la deuda con el propio Fondo.
En ese sentido, puede resultar clave el encuentro del Presidente con Georgieva. Cuando se vieron en mayo, Fernández aseguró que habían coincidido en la necesidad de alcanzar un acuerdo rápido que no representara exigencias excepcionales al pueblo argentino. Pasaron más de cinco meses desde esa reunión, realizada en el marco de una gira europea del Presidente, y la situación argentina en el Fondo parece estar en el mismo lugar. En el medio, la titular del FMI debió atravesar una investigación por supuestas irregularidades cuando era directora del Banco Mundial, pero no se encontraron pruebas en su contra y fue confirmada en el cargo. Las dudas que persisten es qué tanto poder conserva Georgieva luego de ese proceso que la tuvo al borde de la destitución. Con todo, en la Casa Rosada y en Economía celebraron su continuidad, dado que consideran que tiene una mirada positiva respecto al reclamo argentino.
El G20 y el COP26
En Roma, el Presidente coincidirá por primera vez con su par estadounidense, Joe Biden, y habrá que esperar si existe alguna oportunidad de conversación y de foto conjunta. No hay novedades respecto a una posible reunión bilateral. La opinión de la Casa Blanca tiene un peso decisivo en el directorio de FMI. Será una cumbre con ausencias de peso dado que no estarán ni el presidente chino Xi Jinping, ni el ruso Vladimir Putin, ni el premier japonés Fumio Kishida, ni el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y no se sabe qué hará el brasileño Jair Bolsonaro. En cambio, habrá una asistencia perfecta de europeos en un encuentro que funcionará como despedida internacional de la canciller alemana Angela Merkel tras 16 años en el cargo.
Fernández ya tiene agendada una reunión con ella y trabajan sobre varias posibilidades más. Es lógico teniendo en cuenta que será una especia de reencuentro de los mandatarios luego de casi dos años de no verse en un mismo ámbto. El Presidente viajará junto a Guzmán y el canciller Santiago Cafiero. En Roma los estará esperando el embajador en Washington, Jorge Argüello, que actúa como "sherpa" o representante argentino en el G20. Guzmán participó el domingo de una charla pública en el CCK con el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis y el ex ministro ecuatoriano Andrés Arauz donde marcó que la herencia de la deuda con el FMI que dejó Mauricio Macri es el peor problema que enfrenta el país y que "acabar con la dependencia con el Fondo es un acto de soberanía".
El Presidente saldrá el jueves a la medianoche para llegar el viernes a Roma, donde permanecerá sábado y domingo. Luego se trasladará a Glasgow, donde se quedará lunes y martes. En la cumbre de la ONU sobre el cambio Climáticos (COP26), Fernández hablará sobre el compromiso para la reducción de emisiones de carbono pero también incluirá referencias a la deuda. "O globalizamos la solidaridad o globalizamos la indiferencia. Es imprescindible que la transición climática y energética sea justa", sostuvo semanas atrás en un encuentro regional sobre el tema. Una de las propuestas argentinas es el canje de deuda por acciones climáticas e insistirá respecto a la "triple crisis" de pandemia, clima y deuda que acecha a los países más vulnerables. La vuelta de la comitiva está revista para el miércoles 3, cuando todavía resten diez días para las elecciones legislativas.