Victoria Villarruel, la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, manifestó ayer su intención de modificar el predio de la ex ESMA, sin reparar en que, en verdad, ello está restringido por ley. Lo irónico es que esto se debe a un decreto firmado por el ex dictador Jorge Rafael Videla.
La compañera de fórmula de Javier Milei sugirió eso ayer, cuando afirmó, en el canal TN, que "un predio como la ESMA, que tiene unas 17 hectáreas, podría ser disfrutado por todo el pueblo argentino. Esas instalaciones en su momento estaban destinadas a alojar escuelas y es eso lo que más necesitamos".
Villarruel, hija de un militar retirado, expresó en reiteradas oportunidades su discurso negacionista de la dictadura durante los últimos meses, e incluso organizó un acto en la Legislatura porteña para reivindicar a las "víctimas del terrorismo" de las organizaciones guerrilleras.
En ese marco, queda claro que su propuesta para la ESMA no es inocente sino que busca modificar el contenido simbólico del predio en el que funcionó el mayor centro clandestino del Proceso de Reorganización Nacional, y que hoy sirve como recordatorio del horror.
Sin embargo, Villarruel ignoró que ello es imposible sin pasar por el Congreso, en el que, pase lo que pase en el balotaje del domingo, La Libertad Avanza tendrá una minoría flagrante al menos durante los próximos dos años.
Esto se debe a que, en septiembre pasado, la Unesco declaró al Museo Sitio de Memoria ESMA como Patrimonio Mundial de la Humanidad, por lo que el sitio pasó a estar protegido por la ley nacional, confirmaron a El Destape fuentes del Ministerio de Cultura.
Específicamente, los sitios declarados por la Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad pasan a estar sujetos a la "Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural" que este organismo de las Naciones Unidas adoptó en 1972.
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Casi todos los países del mundo le dieron fuerza legal a esta Convención en los años siguientes. Lo irónico es que en Argentina eso ocurrió mediante el decreto-ley N°21.836 de 1978, firmado por el entonces dictador y represor Jorge Rafael Videla.
Hasta que se lo declaró Patrimonio de la Humanidad en septiembre último, el Espacio Memoria ex ESMA estaba protegido simplemente por una ley local de CABA: la N° 1.412 de 2004, por la que la Legislatura porteña sancionó el convenio entre la Ciudad de Buenos Aires y la Nación para modificar el destino del predio que perteneció a la Armada hasta 1998.
De este modo, si Villarruel quisiera modificar el uso de la ESMA, debería necesariamente acudir al Congreso Nacional. A partir de diciembre, La Libertad Avanza tendrá en la Cámara baja solamente unos 38 diputados sobre un total de 257. En todo caso, su bloque de apoyo podría ampliarse hasta poco más de 70 contando a los diputados del PRO que podrían aliarse con Milei. A todas luces, una bancada insuficiente para promover una postura anti derechos humanos frente a los bloques mayoritarios del Frente de Todos y la UCR. El mismo panorama se espera para el Senado, ya que allí LLA tendrá solamente 8 bancas, frente a 49 en total que sumarán el FDT y la UCR.
La modificación del uso del predio de la ESMA podría eventualmente darse por decreto. Pero ese decreto igualmente deberá ser dictaminado por la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo y sancionado por alguna de las dos cámaras.
En cualquier caso, finalmente sería Videla, a quien Villarruel visitó en la cárcel en más de una ocasión para sus supuestas investigaciones, el que terminaría impidiendo cumplir con sus deseos contrarios a la memoria en materia de derechos humanos.
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