La Universidad de las Madres apuesta a reivindicar los Derechos Humanos tras la gestión macrista

La pandemia del coronavirus dio vuelta todos los planes. La educación es uno de ellos. Por eso, desde el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA) ya establecieron un mecanismo para el dictado de clases de forma virtual en un ciclo lectivo que se extenderá hasta el año que viene, sujeto a las modificaciones que establezca el Gobierno según avance el virus. Sin embargo, el organismo se enfrenta a un problema mucho más grave y de raíz: el desprestigio al que fueron sometidos los DDHH durante el macrismo, el ataque contra figuras históricas como lo son las Madres y el magro ingreso que perciben los profesionales que trabajan allí. Eso redundó en una baja importante en las inscripciones que comenzó a remontar con el cambio de Gobierno, pero el escenario sanitario tornó todo más complejo.

Rodrigo Codino es el Rector Organizador del IUNMA y fue nombrado en plena cuarentena, el 3 de abril. Un contexto bastante difícil para el trabajo que requerirá poner todo en orden y volver a encaminar la Universidad en la senda del prestigio que merece a nivel país, en la región y todo el mundo. Ante este panorama, contó a El Destape que tuvieron que cambiar el calendario adaptándose a los Decretos presidenciales y a las recomendaciones del Ministerio de Salud y la Secretaría de Políticas Universitarias.

Por eso, el calendario comenzará el 11 de mayo, con clases virtuales, y se extenderá al 1 de marzo del año que viene. Habrá un receso de una semana en septiembre y a fines de diciembre para retomar en febrero y garantizar una educación de calidad e igualitaria. “Ésto es para establecer un poco de certeza, si hay modificaciones en Salud, se sacará una nueva resolución” para adaptarse. En principio, todo el dictado será virtual a menos que se habilite la cursada presencial.

A diferencia de lo que planteó la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, los sectores populares sí llegan a la Universidad y muchos de ellos eligen la de las Madres. Teniendo en cuenta eso, utilizarán todas las plataformas virtuales posibles para asegurar el normal dictado de la cursada y conversarán con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, para poder tener una propia en su página web. Para los alumnos que no tengan conectividad, en tanto, buscarán facilitar la llegada de libros para que puedan contar con todo el material. “Es una comunidad académica muy diferente” la que tienen allí.

En el IUNMA se dictan cuatro Carreras – Derecho, Trabajo Social, Comunicación e Historia (profesorado y licenciatura) – con 600 alumnos regulares y otros 300 en el penal de Marcos Paz. “Ha bajado mucho la inscripción en los últimos dos años y este año subió con el cambio de Gobierno, la mayor desde que estaba Javier Buján (durante el macrismo) y eso es importante”. Ante la pandemia, no se abrirá una inscripción nueva y se continuará con los mismos estudiantes, pero el año que viene habrá una fuerte difusión y publicidad para incorporar alumnos, porque en la gestión anterior no invirtieron en ello.

Ese cambio se suma a muchos otros, ya que la nueva gestión trabajará con tres ejes centrales. Uno de ellos, en articulación con el Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidades, es el compromiso político con la igualdad en cargos docentes, directivos y ejecutivos. Pero además bregarán por aceitar algo que había quedado trunco con la administración anterior: la fuerte vinculación con la comunidad académica y movimientos sociales y populares. El tercer punto estará centrado en la sede de Marcos Paz y el desafío de trabajar junto a la Secretaría de Justicia para asegurar una educación igualitaria en condiciones de encierro. No hay que olvidar que el IUNMA depende del Ministerio de Justicia y todas las decisiones tienen que estar refrendadas por esta autoridad.

Pero a estos desafíos se suma uno más grande, el de devolverle al organismo el prestigio que merece y que el macrismo intentó golpear. Por eso, remarcó Codino: “Estamos poniendo las cosas en su lugar respecto a una política de Derechos Humanos, de memoria, verdad y justicia”.

Remarcó a este medio que hay que “reivindicar dónde uno se ubica, que es la Universidad que lleva el nombre de las Madres de Plaza de Mayo, vivificar su experiencia y la de los actores de quienes militan las políticas contra la impunidad, así como el rescate de la memoria”. No hay que olvidar que venimos de un Gobierno que trató a los DDHH como un “curro” y amenazaron con “desalojar a las Madres por las buenas y malas o con quitarles su archivo histórico, que tiene copias de hábeas corpus, cartas a Rafael Videla, documentos que les pertenecen a ellas”. Son documentos históricos para toda Latinoamérica.

Corino explicó que “el Estatuto (del IUNMA) habla de vivificar a las Madres y se ha hecho todo lo contrario” durante la gestión anterior. “En la marcha les he pedido perdón institucional por esta actitud y la permisión de poder preservar su archivo de forma digital porque ellas dicen que es el patrimonio del pueblo sin privarles la propiedad”. Por eso, se enfrenta a una “tarea hermosa por el compromiso que se tiene con ellas y con los Derechos Humanos pero difícil por la coyuntura”. Pese a ello, aseguró: “Vamos a tratar de corregir todo lo que se intentó desprestigiar”.

Ese desprestigio impactó también en los docentes. En los dos últimos años, aseguró a El Destape, tuvieron un recorte presupuestario importante y “se tomaron decisiones arbitrarias respecto a las asignaciones, así como se echaron docentes sin tener en cuenta un consenso entre profesores, no docentes y estudiantes”, que es lo que están tratando de lograr ahora frente a la “conducción vertical” que implementó la gestión anterior.

Ante esta delicada situación, apuesta a poder arreglar algunas cosas con lo que se tiene. Si se renueva el presupuesto del año pasado, al tener clases virtuales los fondos pueden destinarse a solucionar estos problemas. El edificio central es prestado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado pero hay que ver si está apto para funcionar. Otro de los inconvenientes es que el Rectorado se encuentra en un lugar muy alejado, “es un criterio político, porque un Rector no puede estar desprendido de la comunidad académica”, sostuvo.