La avanzada derechista sigue a paso firme en Córdoba: esta vez, a instancias del decano de la Facultad de Derecho, Guillermo Barrera Buteler, dos ex funcionarios de la pasada dictadura militar y del gobierno neoliberal de Carlos Menem, José Luis Palazzo y Jorge Edmundo Barbará fueron propuestos para que la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) los distinga como “Profesores Eméritos”, una de los máximos reconocimientos de esta casa de altos estudios, una de las más antiguas y prestigiosas de América latina.
En la sesión del próximo martes 15 de diciembre, el Consejo Superior de la UNC, presidido por el rector Hugo Juri debe resolver si aprueba la distinción a los ex colaboracionistas de la pasada dictadura cívico militar. El cuerpo de 45 miembros -15 decanos, 15 docentes, 10 estudiantes, tres graduados y dos no docentes- está sumido en un fuerte debate, y se descuenta que la propuesta del decano Barrera Buteler no contará con los votos necesarios.
En marzo de 2013, durante la megacausa por las violaciones a los derechos humanos cometidos en el centro clandestino de detención La Perla, Silvia Di Toffino, hija del dirigente del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, Tomás Di Toffino, declaró y presentó un documento secuestrado durante un allanamiento a la casa del genocida Luciano Benjamín Menéndez –jefe del Comando del Tercer Cuerpo de Ejército y máximo responsable del terrorismo de Estado en el noroeste argentino- que involucra a Palazzo como parte del aparato represivo estatal.
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“Al señor Ministro de Gobierno de la Provincia de Córdoba, coronel Oscar Joan. De mi mayor consideración Me dirijo al señor Coronel porque he tenido noticias que el doctor José Luis Palazzo tiene una objeción formulada, no se sabe por qué servicio de inteligencia, por inclinaciones ideológicas izquierdistas. Quiero desvirtuar de plano semejante calumnia. Conozco al doctor Palazzo dese hace muchos años, por ser sobrino de una tía política mía. Tenemos, pues, parientes comunes. Además lo he tratado permanentemente. No solo el doctor no tiene simpatías ideológicas izquierdistas, sino que ha sido un luchador frontal contra los elementos comunistas que en su oportunidad infestaron nuestra provincia, en particular la Empresa de Energía de Córdoba. Allí en EPEC desactivó y desplazó a los seguidores nada menos que de Tosco. Ruego entonces al señor coronel que se sirva darle a esta carta el trámite que juzgue conveniente a fin de eliminar tan injusta como errónea calumnia del legajo del doctor Palazzo. En la seguridad de que el señor Coronel arbitrará las medidas para que se haga justicia, saludo a usted muy atentamente”, escribió de puño y letra el propio general Menéndez, reconociendo la participación de Palazzo como actor civil de la dictadura.
Tras la muerte del líder del Cordobazo y de Luz y Fuerza, Agustín Tosco en noviembre de 1975 en la clandestinidad –estaba bajo protección de cuadros del Partido Comunista (PC) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)- Tomás Di Toffino quedó al frente de la Dirección Sindical de Resistencia del gremio, hasta que fue secuestrado en noviembre de 1976 por un grupo de tareas. El 21 de febrero de 1977, Di Toffino, secuestrado en La Perla fue cargado a un camión del Ejército y asesinado. Aún continúa desaparecido.
En su libro Cachorro, un perfil sobre Menéndez, el perodista Camilo Ratti destaca que la recomendación del genocida al coronel Joan, en octubre de 1980, coincide con el año en el que el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército quería comenzar a armar su proyecto político cordobesista Movimiento de Afirmación a la Soberanía, junto a empresarios y políticos como Palazzo. Menéndez y el jefe de la Armada, almirante Emilio Eduardo Massera, uno de los tres jefes de la Junta que dio el golpe el 24 de marzo de 1976 y condenado por delitos de lesa humanidad, tenían sus propios proyectos políticos para seguir en el poder.
Silvia Di Toffino le contó al periodista de investigación Dante Leguizamón en el programa Otra Vuelta de Tuerca que se emite por Radio Universidad, que “en el caso del secuestro y posterior desaparición de mi padre, logro dar con un archivo documental en el Archivo Provincial de la Memoria, que es una carta secuestrada en un allanamiento al domicilio del genocida y condenado a cadena perpetua, Luciano Benjamín Menéndez. Esto nos lleva a pensar cómo podemos vivir en democracia, podemos pensar distinto, pero respetando los derechos humanos y las reglas de los derechos humanos. Y me llevó a preguntarme cómo una unidad académica de la UNC, que es una universidad con toda una historia, a partir de la Reforma de 1918, propone este reconocimiento; y me pregunto ¿qué clase de universidad queremos?”.
Altas fuentes de la Universidad Nacional de Córdoba confiaron a El Destape que “Palazzo se ha reconvertido al sistema democrático, sigue siendo un hombre de la derecha cordobesa; pero se puede decir que en la facultad de Derecho es uno de los cuadros más democráticos que tiene el decano Barrera Buteler, eso nos da una señal del pensamiento reaccionario de las autoridades de la Facultad de Derecho de la UNC. Su conversión al sistema democrático, no hace olvidar el espaldarazzo que Palazzo recibió en dictadura del general Menéndez de puño y letra, no es un detalle menor”.
El fiscal de la megacausa La Perla, Facundo Trotta, que hoy está a cargo de la Unidad de DDHH de la Fiscalía de Instrucción Federal, le dijo a El Destape que “se abrió una investigación para determinar la responsabilidad del señor Palazzo, se hicieron algunas actuaciones y se están realizando otras”. La anterior fiscal, Graciela López de Filoñuk había solicitado el archivo de la causa contra Palazzo, pero el juez federal Hugo Vaca Narvaja no le hizo caso al pedido y ordenó seguir la investigación. Palazzo no está imputado en ninguna causa por violaciones a los derechos humanos.
El abogado Palazzo militó en los 90 en la Unión del Centro Democrático (UCeDé) de Alvaro Alsogaray y gracias a su alianza con Carlos Menem, fue designado interventor en la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CNT), en épocas de Germán Kammerath. Bajo el ala de Kammerath, Palazzo hizo alianza con Laura Rodríguez Machado, actual presidenta del bloque PRO en el Senado nacional y organizadora del último y raquítico banderazo en Córdoba, el 8 de noviembre, donde Patricia Bullrich llegó utilizando pasajes de avión del Estado pese a no ser funcionaria. En ese acto, militantes neofascistas colgaron muñecos con los rsotros del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Fernández; simulando horcas.
Palazzo y la senadora del PRO, Rodríguez Machado compartieron actividad política y privada, por caso, en el directorio de la constructora Euromayor, denunciada por estafas.
El caso Barbará
El otro colaboracionista y ex funcionario de la dictadura cívico militar, Jorge Edmundo Barbará, propuesto como profesor emérito de la UNC, fue subsecretario y secretario de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba en 1981bajo el gobierno del interventor de facto Juan Rubén Pellanda.
Pero “el dato” más significativo es la firma de Barbará en la “Carta Abierta al embajador de EEUU, Raúl Castro”, publicada en plena dictadura, en octubre de 1978, previo a la llegada a nuestro país de veedores de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) que confirmaron internacionalmente las denuncias por genocidio realizadas por víctimas sobrevivientes y familiares de los detenidos desaparecidos.
Los firmantes de la carta ante el embajador Castro destacan que “grupos guerrilleros y activistas huyeron del país para refugiarse junto a sus amos buscando nuevas directivas” y que desde el exterior lanzaron la “campaña antiargentina por los derechos humanos con implicancias tales como el intento de boicot a eventos deporticos o congresos científicos mientras se callaba vilmente toda referencia a las víctimas que a diario cobró la violencia en la Argentina”.
Barbará y decenas de profesores de la UNC y otros actores de la derecha argentina, negaron el genocidio y dijeron que los desaparecidos, en realidad estaban en el exilio. Otro de los firmantes, es el vocal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Domingo Juan Sesín.
Durante el gobierno de Menem, Jorge Barbará fue vocal del directorio de la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (ENCOTESA), quue terminó entregándole el correo a la familia Macri.
Un decano a la derecha
El decano de la Facultad de Derecho de la UNC, Guillermo Barrera Buteler, es militante de la Democracia Cristiana y aliado al ex decano Ramón Pedro Yanzi Ferreyra, un peronista que llegó al decanato en pleno menemismo, en una alianza con los sectores más conservadores del peronismo cordobés.
Militante de la Academia del Plata, Barrera Buteler como camarista cordobés rechazó que en nuestra provincia se aplicara el fallo FAL de la Corte Suprema sobre el aborto no punible.
Nacida en 1879, la Academia del Plata tuvo como objetivo reunir a los principales intelectuales católicos contra el avance “liberal positivista”, según decían sus miembros, encarnado en la presidencia de Avellaneda y posteriormente de Juilo Argentino Roca.
En 2018, en pleno debate por la Interrupción Legal del Embarazo, el ahora decano Barrera Buteler expuso ante el Senado su posición antiderechos y a favor del aborto clandestino.