El sábado 20 de junio se llevó a cabo la protesta en Plaza de Mayo para ir en contra de la expropiación de Vicentin. Productores agropecuarios y sectores opositores se reunieron en un "banderazo en defensa a la propiedad privada" y no solo criticaron la medida del Gobierno, sino que atentaron contra los organismos de Derechos Humanos.
Al día siguiente de la marcha, las Madres de Plaza de Mayo se encontraron con una imagen más que desagradable: los pañuelos blancos que rodean la pirámide en la que marchan cada jueves hace 40 años habían sido pintados con cruces y símbolos nazis color negro.
"Fueron atacados por los sirvientes de Macri", afirmó Hebe de Bonafini a Página 12 al ver el resultado del acto vandálico y agregó: "No son pañuelos cualquiera, es el que vale, el que nos vio y nos ve resistir y lo odian por lo que, representa, por lo que decimos nosotras".
Desde Madres de Plaza de Mayo emitieron un comunicado de repudio hacia la agresión que sufrieron por parte de los manifestantes del Banderazo y mostraron cómo quedó el monumento que representa su lucha.
"La fuerza, la representación mundial y el amor a lxs hijxs que dieron su vida por la Patria, no se detiene. Los Pañuelos fueron atacados por los sirvientes de Macri, intentando borrarlos, como si fuera tan fácil", sostuvieron desde el organismo y aseguraron que al pañuelo, nuestro pueblo, no lo borra fácilmente: "Jamás se borrara porque paso a ser símbolo de todas las luchas".