“El teléfono celular de mi cliente fue la agenda diaria del ex Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri”. Esta confirmación la dejó por escrito el abogado de Dario Nieto, que en un intento de defenderlo terminó por confirmar que todo lo hallado en ese teléfono es clave para comprender el armado de causas judiciales, de los circuitos de la información del espionaje ilegal y del día a día del lawfare.
En ese celular apareció una nota que dice ““Hablar con Borinsky. Tema denuncia, administrativo y penal”. La referencia es Mariano Borinsky, juez de la Cámara de Casación que se reunía con Macri en Olivos y que fue clave para reabrir la causa por el Memorándum con Irán. Por ese motivo Nieto insiste en que esa información no llegue al tribunal que debe definir qué hace con el expediente que comenzó con la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman.
El vínculo con Borinsky tiene otro dato notable: pese a la existencia de esa anotación y a que, tal como reveló El Destape, el camarista se reunió 16 veces con Macri en Olivos, el propio Borinsky firmó junto a su colega Javier Carbajo la decisión que logró que Comodoro Py absorba la causa por espionaje ilegal que tramitaba en Lomas de Zamora.
Nieto pidió que se confirme la falta de mérito que le dictó el juez Juan Pablo Augé cuando el expediente tramitaba en Lomas de Zamora. La falta de mérito fue apelada por varios de los querellantes. Aseguró que es “absolutamente ajeno” a toda la operatoria de espionaje ilegal “más allá de lo que surgen de los medios periodísticos de consulta habitual”. Insiste en que no borró el contenido del celular cuando los peritajes revelan lo contrario: que eliminó archivos y algunos de ellos pudieron ser recuperados. “A pesar de una verdadera cacería punitiva iniciada en su contra se descartó que mi asistido perteneciera o formara parte de una facción o empresa humana delictiva montada desde el Estado Nacional para realizar espionaje ilegal”, dice el escrito que presentó y que agrega: “El Sr. Nieto no tuvo en sus manos jamás un informe de inteligencia legal o ilegal ni conoció o trató de manera alguna en su vida a un agente orgánico o inorgánico de ninguna agencia de inteligencia estatal y no hay en la causa ninguna prueba que diga lo contrario”.
No es así.
El celular de Nieto fue secuestrado porque aparece como destinatario final de informes de inteligencia ilegal en conversaciones entre Susana Martinengo, que trabajaba para él, con los espías Leandro Araque y Jorge Sáez. La defensa de Nieto insiste que Martinengo, cuando fue citada a declarar, lo despegó de todo el asunto. Pero las evidencias los comprometen.
El 17 de diciembre de 2017 Sáez le compartió a Araque dos audios de conversaciones telefónicas con Martinengo que hacía referencia al espionaje en las manifestaciones frente al Congreso contra la reforma previsional. En esa charla Martinengo le dice a Sáez que le mande un informe que le haría llegar al propio presidente Macri a través de Nieto, su secretario privado. Y queda al descubierto que no fue la única vez. Martinengo le dice a Sáez: “si tenés un informe que no los comprometa a ustedes pasamelo que yo se lo paso a Nieto, al Secretario Privado, como hice la vez anterior”.
El dato hay que unirlo con otra anotación de Nieto en su celular que dice “PB todos los empleados públicos que identificamos en la marcha”. El archivo tiene fecha del 20 de diciembre de 2017. PB es Patricia Bullrich. La marcha son las protestas frente al Congreso mientras el macrismo imponía su reforma previsional. Las jornadas terminaron a una feroz represión que dejó un centenar de heridos y otro tanto de detenidos. Las fuerzas de seguridad fueron Gendarmería y Policía Federal, ambas bajo la órbita de Bullrich.
La anotación consta en el peritaje al celular de Nieto que se realizó en el marco de la causa por espionaje ilegal que tramita en los juzgados de Lomas de Zamora. El archivo se creó a las 13.01 del 20 de diciembre de 2017. El secretario de Macri lo borró, pero la pericia logró recuperarlo.
La ley de inteligencia es clara. En el inciso 2 de su artículo 4 establece que ningún organismo de inteligencia podrá “Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción”. La anotación del secretario de Macri en su celular indica que hicieron todo eso. Los mensajes entre Martinengo y los espías lo confirma.