El presidente Alberto Fernández dio su discurso en la IX Cumbre de las Américas que se desarrolla en Los Ángeles, Estados Unidos, y le puso voz a los reclamos de la región. Su mensaje se centró en la desigualdad y la pobreza que habita en América. Criticó duramente a la OEA y frente a Joe Biden dijo: "Los años previos a su llegada al gobierno de Estados Unidos estuvieron signados por una política inmensamente dañina".
Desde el Centro de Convenciones, Fernández le habló directo al mandatario norteamericano y lo invitó a "abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes". También, cuestionó a la administración de Donald Trump al señalar que los años previos la llegada de Biden "estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región desplegada por la administración que lo precedió". En ese dentido, reclamó: "Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen".
El Presidente concluyó la redacción de su discurso que trabajó durante horas junto al Canciller Santiago Cafiero en el vuelo de Aerolíneas Argentinas que lo llevó a Los Ángeles. El gobierno argentino se ocupó en que no se filtrara una línea y Fernández no hizo declaraciones públicas a la espera de este discurso. Se espera que en las próximas horas arranque ronda de entrevistas con periodistas argentinos e internacionales.
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Apenas comenzado su disertación, Fernández eligió criticar a Estados Unidos por no haber invitado a la cumbre a Cuba, Venezuela y Nicaragua: "Quiero empezar estas palabras estimando los esfuerzos realizados en la organización de esta Novena Cumbre de las Américas. Lamento que no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar, en este ámbito tan propicio para el debate", dijo.
"Desde la periferia en la que nos colocan, la América Latina y el Caribe miran con dolor el padecimiento que sobrellevan pueblos hermanos. Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la “Guerra Fría” y Venezuela tolera otro mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas", afirmó Fernández. Y siguió: "Con medidas de ese tipo se busca condicionar a gobiernos, pero en los hechos solo se lastima a los pueblos. Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela". Y cerró con una propuesta: "Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un 'derecho de admisión' sobre los países miembros del continente.El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad".
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En su pasaje contra la Organización de los Estados Americanos (OEA) que lidera Luis Almagro, Alberto afirmó: "Se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de estado en Bolivia. Se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas. Fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba, en las que el Papa Francisco medió, que habían significado avances logrados por la administración de Barack Obama, mientras usted era vicepresidente". Y pidió abiertamente la renuncia de Almagro: "La OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada, debe ser reestructurada removiendo de inmediato a quienes la conducen".
Asimismo, en esa línea, cuestionó el préstamo que le dio el FMI a Mauricio Macri: "La intervención del gobierno de Donald Trump en el Fondo Monetario Internacional fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia. Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino".
Fernández se ocupó de cuestionar en su discurso una de las máximas del neoliberalismo: "¿Para qué nos eligieron si no es para llevar adelante medidas en beneficio del conjunto de la población y no de unos pocos? No hay teoría del derrame de riqueza que haya funcionado. Ya es hora de que tomemos nota y actuemos en consecuencia".
También dedicó un párrafo con tónica peronista, en el que expresó: "Debemos construir juntos, en unidad, un renovado humanismo, que, como enseña el Papa Francisco, comience por los últimos, para llegar a todos y todas. Unidos o dominados. Unidos por la “casa común” odominados por la codicia económica. Unidos por el multilateralismo o dominados por la polarización. Unidos por la democracia con inclusión social o dominados por el individualismo y la miseria colectiva".
Por otra parte, volvió a pedir por Malvinas: "Argentina es un país pacífico. Seguimos reclamando por las vías diplomáticas los legítimos derechos que nos caben sobre nuestras Islas Malvinas. Seguimos confiando en el diálogo. Tras la tragedia de la pandemia, observamos a las guerras como el triunfo de la insensibilidad humana".
En el cierre, Fernández invitó formalmente a Joe Biden como presidente de la CELAC a participar de la próxima reunión plenaria del organismo internacional. "Sueño que en una América fraternalmente unida, nos comprometamos a que todos los seres humanos que habitan nuestro continente tengan derecho al pan, a la tierra, al techo y a un trabajo digno", fue su mensaje final.