Alberto irá a la Cumbre de las Américas y Biden lo recibirá en julio en la Casa Blanca

Conversaron telefónicamente durante 25 minutos. Fernández ya había mandado una carta a los organizadores de la Cumbre de las Américas aceptando la invitación al evento que se realizará entre el 8 y el 10 de junio en Los Angeles, envuelto en una polémica por la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

01 de junio, 2022 | 19.31

El presidente Alberto Fernández recibió una invitación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para reunirse a fines de julio en Washington.  Lo hizo durante una conversación telefónica de 25 minutos que mantuvieron por la tarde en la que hablaron sobre la inseguridad alimentaria y energética que amenaza el planeta, producto de la guerra en Ucrania, tema por el que viene insistiendo el presidente argentino. El llamado se concretó unas horas después de que Fernández confirmara a los organizadores de la Cumbre de las Américas que finalmente estará en la cita en Los Angeles, que se realizará entre el 8 y el 10 de junio. De esta manera, Fernández despejó las dudas que todavía permanecían respecto a su viaje por el rechazo que había expresado a las exclusiones de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Durante la charla, los presidentes apenas si hicieron mención a la cumbre. Repasaron los temas que hacen a la agenda bilateral -como cambio climático y derechos humanos- y también los relativos a las graves consecuencias que está teniendo en el mundo el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. En su reciente gira europea, Fernández, como presidente pro témpore de la Celac, llevó la preocupación latinoamericana por la suba en los precios de los alimentos que está dejando a una parte del planeta en riesgo de sufrir una hambruna. La reciente decisión europea de dejar de comprar parte del petróleo ruso también tendrá nuevas repercusiones en los costos de los combustibles.

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De todo eso quedaron en hablar cuando se encuentren, muy probablemente el 25 de julio, en la Casa Blanca. Será el primer encuentro bilateral entre ambos, una cita que venía tramitando el embajador en Washington, Jorge Argüello. Estados Unidos colaboró para que Argentina llegara a un acuerdo con el FMI, pero quedaba pendiente una conversación entre ambos presidentes luego de que intercambiaran un saludo luego de la última cumbre del G20. Serán semanas en las que se cruzarán varias veces. Porque primero coincidirán en la Cumbre de las Américas y, a fines de este mes, volverán a verse en Alemania, donde se reunirá el G7 -el grupo de los países más desarrollados-, un encuentro al que Fernández fue invitado especialmente por el canciller alemán Olaf Scholz.

 La participación de Fernández en la Cumbre de las Américas, aún con un discurso de tono crítico, es un alivio para Biden, que hasta hace unos días veía como el evento con sus colegas latinoamericanos iba camino a un fiasco debido a las ausencias: los presidentes de México, Bolivia y Honduras anticiparon que no estarán, mientras que los de Argentina y Brasil no terminaban de confirmar. Al menos estos últimos - los dos principales países de Sudamérica-, formarán parte del cónclave.  

Fernández había conversado el viernes pasado con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien le había sugerido que asistiera a la Cumbre en su calidad de presidente de la Celac y expresara en su mensaje un rechazo a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Durante el fin de semana, en una Cumbre del ALBA en La Habana, también el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se expresó en igual dirección al imaginar que la voz "firme, clara y valiente" de Fernández se alzaría durante el encuentro de presidentes en Los Angeles para cuestionar las exclusiones. 

Sin embargo, pese a estos pedidos desde la región, Fernández no terminaba de confirmar su presencia. Tampoco lo había hecho días atrás, cuando se reunió en la Casa Rosada con el delegado de Biden para la Cumbre, el ex senador demócrata Christopher Dodd, en el marco de la gira que realizó para convencer a los remolones. Antes de viajar, Dodd había conversado en Washington con Argüello para avanzar en el armado de un encuentro en la Casa Blanca, el objetivo que el embajador perseguía desde hacía tiempo y que se había ido postergando por diversos motivos. En esta ocasión, la negociación consiguió sus propósitos. Fernández terminó de confirmar su participación en el evento en Los Angeles y, poco después, Biden lo llamó para invitarlo a reunirse. 

"Obviamente", aseguraban cerca del Presidente acerca de si Biden estaba al tanto del mensaje con el que concurriría a la Cumbre de las Américas. Fernández quedó obligado a plantear durante la sesión su rechazo a las exclusiones de los tres países, una decisión unilateral del Departamento de Estado que puso en alerta a los gobiernos progresistas del continente. El presidente de Estados Unidos ya se resignó a que le expongan las quejas personalmente, pero al menos tendrá una cumbre americana decorosa.

 

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