La vicepresidenta Cristina Kirchner realizó durante la mañana de este viernes el cierre de los alegatos de su defensa, en el marco del juicio por la causa Vialidad. Allí, desde su escritorio, la ex presidenta acusó de mentir a los fiscales, Diego Luciani y Sergio Mola y al mismo tiempo pidió que se investigue por "prevaricato" a quienes están a cargo de la causa y solicitaron una condena de años e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Según indica el Código Penal Argentino, el prevaricato es un delito contra la Administración Pública que "se concreta cuando el fiscal, asesor o demás funcionarios encargados de emitir dictamen ante las autoridades judiciales, defiende partes contrarias en el mismo juicio o perjudica deliberadamente la causa" (Art. 272).
El Código Penal establece una multa de entre $2.500 y $30.000 pesos e "inhabilitación especial de uno a seis años" si se perjudica la causa confiada. “Voy a solicitar que se extraiga testimonio de cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con los testigos, las pericias, la documentación con la prueba obrante en el expediente y con el derecho”, sostuvo la vice CFK mientras pedía que se inicie una investigación.
Durante su intervención, Cristina Kirchner lanzó: "Queda demostrado que el fiscal Luciani y el fiscal Mola mintieron en el alegato final de acusación". Mientras que, al mismo tiempo, señaló que el intento de magnicidio que padeció el 1° de septiembre pasado en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta está ligado al alegato de Luciani. "Ahora sabemos que la banda de autores materiales del atentado comentaban en sus chats el alegato del fiscal Luciani diciendo que ahora se acababa la joda. Se va creando un clima...", deslizó.
En la misma línea, la vicepresidenta de la Nación afirmó: "El 1° de septiembre me di cuenta que este juego que han hecho ustedes, de estigmatizarme, genera que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa. La única puerta que se conoce en Argentina es la de Juncal y Uruguay, justo donde me quisieron pegar el tiro". Por otra parte, resaltó nuevamente que le fue "negado" su derecho a ejercer su defensa tras el alegato del fiscal y volvió a señalar que su abogado Alberto Beraldi "dejó a la luz todas las arbitrariedades de este juicio".
Mientras que, volviendo a apuntar contra el Poder Judicial, sentenció: "Desde el ámbito judicial se da licencia a hacer cualquier cosa: a tirar piedras a mi despacho sin que intervenga la policía de la Ciudad ni la Federal, afiches de mí diciendo asesina y hasta quisieron matarme".