Durante la noche del domingo, el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Alessandro dispuso un multitudinario operativo policial con infantería y hasta un camión hidrante a 50 metros de la esquina del edificio en la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Durante varias horas hubo más policías que militantes autoconvocados que estaban haciendo vigilia en el hogar de la vicepresidenta.
La Policía envió 17 vehículos utilitarias, dos camionetas y 20 motos. Además, de movilizar nuevamente el camión hidrante. Poco antes de las 20, en diálogo con TN, D'Alessandro había cuestionado la movilización que continuó la tarde del domingo en la casa de la Vicepresidenta y había defendido el nuevo despliegue policial: "Es el incumplimiento de lo acordado con ellos ayer (por el sábado), una vez más. Es una nueva muestra de provocación”.
Para tratar de evitar el conflicto, la seguridad de Cristina Kirchner se comunicó con periodistas y militantes para que se queden en la vereda y así evitar diferentes inconvenientes con la policía. El operativo montado en la esquina de la casa de Cristina Kirchner estuvo activo hasta las 22:30 de la noche cuando, finalmente, se retiraron del domicilio.
Con respecto a la razón del envío de fuerzas, D'Alessandro había agregado: "Hablé con todos los dirigentes con los que podía hablar, con (el viceministro de Justicia de la Nación) Martín Mena, con (la presidenta de la Cámara de Diputados) Cecilia Moreau, con (el dirigente social) Juan Grabois, absolutamente con todos. No queremos ejercer violencia, pero tampoco la vamos a tolerar”.
Luego de la represión de la Policía de la Ciudad a los ciudadanos que el sábado se juntaron a apoyar a Cristina Kirchner en frente a su casa, militantes y autoconvocados volvieron este domingo a mantener una vigilia a la espera de que la Vicepresidenta regrese a su casa, de donde salió al mediodía. Cuando dejó su departamento, Cristina se encontró con algunos manifestantes que se acercaron esta mañana después de la jornada histórica que se vivió el sábado. En la esquina de Juncal y Uruguay, los presentes recibieron un nuevo y breve saludo de la Vicepresidenta.
El sábado, simpatizantes, militantes y referentes del Frente de Todos (FdT) manifestaron su apoyo a Cristina con actos en diferentes localidades que tuvieron como epicentro la ciudad de Buenos Aires, donde el PJ porteño trasladó una marcha que había previsto en Parque Lezama a Recoleta tras la decisión de la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta de disponer un vallado en las inmediaciones del domicilio de la expresidenta, donde la Policía porteña reprimió a manifestantes.
En el discurso que brindó al final de la jornada en una tarima dispuesta en la calle frente a su casa, Cristina Kirchner criticó la represión del gobierno porteño y la persecución al peronismo, y pidió al mismo tiempo a la gente que "vaya a descansar porque ha sido un largo día".
Frente a las palabras de la vicepresidenta, el progresivo del vallado y el retiro de la mayor parte de los efectivos policiales, la mayoría de la gente despejó la esquina de Uruguay y Juncal, que amaneció este domingo en un aire de tranquilidad que contrastaba con la intensa jornada del sábado.
Sin embargo, algunos manifestantes volvieron a congregarse en Juncal y Uruguay este domingo por la mañana, por séptimo día consecutivo. Hacia el mediodía, la Vicepresidenta volvió a salir de su casa para saludarlos, sacarse fotos y firmar algunos ejemplares de su libro "Sinceramente".