Frente de Todos: las opciones que se presentan sin Cristina candidata

El anuncio de Cristina Kirchner de que no será candidata en 2023 pateó el tablero político y obliga al Frente de Todos a evaluar alternativas. Las posibilidades de Alberto Fernández y de Sergio Massa irán en relación directa con la suerte del Gobierno. Quiénes son los que vienen detrás y qué papel podría jugar la vicepresidenta.

10 de diciembre, 2022 | 00.05

El "no voy a ser candidata a nada" de Cristina Kirchner convulsionó el escenario político en general y al Frente de Todos en especial, dado que ahora deberá diagramar un 2023 sin su principal figura en las listas. Más allá de que algunos todavía imaginen la posibilidad de un operativo clamor que lleve a la vicepresidenta a cambiar su postura, en su entorno aseguraban que si bien la decisión no había sido premeditada, ahora estaba firme. Cristina es, por lejos, la postulante con mayor votos propios del oficialismo y segura ganadora de una PASO contra cualquier contricante interno. Su renunciamiento deja abierto un abanico de posibilidades, sin que al momento se vea ninguna salida definida. Una definición en primarias abiertas ahora asoma como la alternativa más probable.

El sondeo de noviembre de Opina Argentina, la consultora de Facundo Nejamkis, midió la imagen de los posibles candidatos del Frente de Todos sin dejar un registro concluyente, dado que ninguno se despega del resto. Desde que Sergio Massa asumió como ministro de Economía recompuso un poco su posicionamiento, en la medida que Alberto Fernández sufrió el desgaste de los meses de alta inflación. Eduardo "Wado" de Pedro y Juan Manzur tienen un nivel mayor de desconocimiento que los demás, pero entre quienes sí lo conocen tampoco se destacan.

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Alberto Fernández

"No estoy pensando en la reelección", respondió el Presidente a The Financial Times en la entrevista que dio esta semana. Es la fórmula que encontró para no volver sobre un tema que le trajo varios dolores de cabeza. En privado, Alberto envía señales contradictorias. Hubo interlocutores a los que le aseguró que, en verdad, no evaluaba seriamente presentarse a la reelección, pero que debía decirlo para que no se le licúe el poder en el año que le queda de gobierno. Otros, sin embargo, lo notaron entusiasmado con los últimos números de aprobación de gestión, que según la mayoría de las consultoras vienen en alza.

Ya recuperado del episodio de salud que sufrió en la Cumbre del G-20, Fernández busca asumir el rol más protagónico y activo que se había fijado para este tramo de su administración. Entiende que si se percibe una mejoría en la situación luego de la pandemia y de la guerra también le corresponde parte del mérito. Y que si ni Cristina ni Sergio Massa se presentan, entonces quién más indicado que él para postularse. Para eso, deberá volver a reunir un consenso mayoritario dentro del Frente de Todos que hoy parece haber perdido.

Sergio Massa

Desde que asumió como ministro, Sergio Massa consiguió ordenar un poco el rumbo de la economía y exhibe una actividad sin pausa. Mantiene el contacto con Cristina y con Máximo Kirchner, quienes sostienen el apoyo a sus medidas, y conserva el diálogo diario con el Presidente, con lo que funciona un poco como el vértice de la unidad del Frente de Todos. Los sondeos del último mes mostraron una mejora en su imagen, que hasta hace un tiempo estaba entre las más bajas del oficialismo. Promete ir bajando la inflación de a un punto por bimestre, cuestión de llegar a las elecciones en un 2% mensual. En caso de conseguirlo, sería número puesto para convertirse en el candidato del oficialismo. La vicepresidenta lo avalaría.

Pero Massa habla de un veto familiar a una posible postulación: contó que le prometió a sus hijos que no sería candidato. El reciente mal momento que pasó su hijo Tomás en la cobertura que intentó hacer del mundial de Qatar le daría la razón. Sin embargo, en el oficialismo son mayoría los que opinan que si los números le dan la posibilidad de llegar a la Casa Rosada, Massa no dejará pasar la oportunidad. La marcha de la economía tendría así la última palabra.

Eduardo "Wado" de Pedro


Igual que otras fuerzas populares del continente, el kirchnerismo no ha sido pródigo en la construcción de herederos. Indudablemente, una figura atractiva es la del gobernador bonaerense Axel Kicillof, pero su decisión -y Cristina está de acuerdo- es buscar la reelección en la Provincia. Un triunfo bonaerense por un buen margen, por otro lado, es indispensable para imaginar una victoria nacional del Frente de Todos. Descartado Kicillof, el único referente kirchnerista que se viene moviendo como candidato es el ministro del Interior, Wado de Pedro. Hizo viajes presentación al exterior -estuvo en Israel, Estados Unidos y España- y gracias a su cargo realiza periódicas recorridas por las provincias, algo que lo ayuda a mostrarse.

Si bien siempre le manifestó su cariño y confianza, hasta ahora CFK nunca expresó un posible apoyo a la postulación de Wado. El ministro vino mostrando el esquema de un proyecto productivo junto a los gobernadores del Norte y desarrolló a través de las redes un perfil sensible y humano -atípico para el kirchnerismo- con campañas contra el bullying y la discriminación. Pero hasta ahora no consiguió erigirse como un candidato con posibilidades de sumar una mayoría de apoyos.

Daniel Scioli

Si se trata de mostrar optimismo, quién mejor que el "Pichichi" Daniel Scioli, fugaz ministro de Desarrollo Productivo y vuelto a ocupar la embajada argentina en Brasilia desde donde siempre se las ingenia para mantenerse visible. Inquieto, también dejó trascender en conversaciones privadas que si Cristina no es candidata, él tiene ganar de ir por la revancha. Desde los diferentes sectores del oficialismo, nadie puede poner en tela de juicio su fidelidad a la causa. Apareció con grandes posibilidades de reintslarse en la pelea nacional cuando Alberto lo convocó al gabinete, pero luego quedó relegado con el desembarco de Massa, con quien mantiene un vínculo complicado. Tiene la ventaja de ser un dirigente con alto conocimiento, pero su figura está un poco desgastada.

Juan Manzur 

El jefe de Gabinete llegó a la Casa Rosada desde Tucumán con el objetivo de activar la gestión y posicionarse como dirigente nacional. Todo quedó a medias. Ahora recalculó sus posibilidades y el primer objetivo es mantener al peronismo gobernando en su provincia, para lo que se presentará como candidato a vice de Osvaldo Jaldo. Esas elecciones serán en mayo, por lo que podría luego intentar una postulación nacional teniendo ya asegurado el cargo en la provincia. Su intención sería mostrarse como el principal referente de los gobernadores del Norte Grande, que se instalaron como el grupo más activo de los jefes provinciales del interior y buscan ser tenidos en cuenta en la discusión nacional.

Un gobernador

Si no es Manzur, la idea de que un referente del interior participe de las PASO gana terreno para hacerla más amplia y representativa. El chaqueño Jorge Capitanich había expresado tiempo atrás sus deseos de presentarse, aunque luego se concentró en la administración local. Algo parecido sucedió con el sanjuanino Sergio Uñac. En ambos casos sufrieron un cimbronazo en las legislativas de 2021. Capitanich debió trajinar para revertir una derrota inesperada en las primarias, mientras que Uñac superó por apenas un punto a Juntos por el Cambio. 

A la lista de posibles postulantes podría sumarse Ricardo Quintela, de gestión destacada en La Rioja. Además, el puntano Alberto Rodríguez Saá siempre está atento la chance de anotarse en caso de que no surja un candidato que reúna la mayoría de voluntades. En todos estos casos corre la misma posibilidad que en el caso de Manzur: elecciones desdobladas que dan la chance de asegurar primero el triunfo provincial y luego barajar la posibilidad de una postulación nacional.

Un tapado

Si nadie convence o las encuestas no favorecen, cada vez se menciona con más fuerza la posibilidad de un candidato fuera de los cálculos, un tapado. Por ejemplo, un gobernador que no figure entre los más probables, un funcionario de buena imagen, algún senador o diputado, un intendente, un sindicalista o dirigente social. Alguien que pueda reunir el apoyo de todos los sectores del Frente de Todos y se convierta en facto de consenso en el oficialismo, con la ventaja que le otorgaría ser la novedad y no cargar con la mochila de un desgaste previo. Con todo, no resultaba sencillo pensar el casting de postulantes. 

"Veremos, esto recién arranca y las definiciones tendrán que estar para cuando termine el verano", comentaba un funcionario. "Sin dudas, va a tener influencia lo que decida Cristina, a quién ella decida apoyar. El que ella apoye, arranca con ventaja", evaluaba.  

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