En su primera entrevista periodística en muchos años, la vicepresidenta Cristina Kirchner dejó en claro que no hay vuelta atrás en su decisión de no postularse -"espero que la comprensión de texto sea un atributo de la mayoría", ironizó- pero anticipó algún mensaje para la gente que la quiere ver candidata en el acto que encabezará en la Plaza de Mayo el próximo jueves 25. Reiteró que seguirá militando como lo ha hecho toda su vida desde muy joven cuando formó parte de la generación diezmanda por la dictadura y que ahora esperaba que tomaran la posta "los hijos de esa generación diezmada". Sostuvo que para ganar las elecciones era necesario "volver a enamorar a la sociedad" y, una y otra vez, volvió al modelo de país que dejó ella en 2015. "Hubo un tiempo en que los argentinos vivimos mejor", subrayó.
Cristina estuvo en los estudios de C5N para una entrevista con el periodista Pablo Duggan, conductor del programa Duro de Domar, dos días después de que anunciara a través de una carta que no se presentaría como candidata. Pese a que ya es la tercera vez que lo explica, algunos dirigentes y militantes insistían que era una decisión que se podía revertir. "Algunos no quieren creerte que no vas a ser candidata", le marcó el conductor. "¿Cómo que no quieren creer? Yo creo que hay comprensión de texto en la gente", respondió.
Ahondó en los motivos de la negativa. Tomó lo ocurrido la semana pasada con las elecciones en Tucumán y San Juan para concluir que la Corte Suprema podría invalidar su candidatura con una cautelar, sin necesidad de un fallo firme, algo que debilitaría enormemente las posibilidades electorales del peronismo. Habló de la existencia de un "derecho cautelar" y puso como ejemplo lo ocurrido con la ley de Medios, que nunca se terminó de poner en práctica gracias a ese tipo de recursos. En esa lógica, dijo sentirse "en libertad condicional". Cuando las cámaras fueron a la calle, la gente que se agolpó en la puerta del canal coreaba "Cristina Presidenta". "Es una letanía", se rió.
Durante el diálogo, Cristina expuso sus críticas al Poder Judicial que la persigue, habló del atentado que sufrió y también bastante de economía. Sobre política hizo algunas consideraciones puntuales. Volvió a defender su decisión de 2019 de armar una fórmula con Alberto Fernández, recordando que justo ayer se cumplían cuatro años de aquel famoso video. "No fue porque sí. Muchos gobernadores decían 'se terminó el ciclo de Cristina, ella no puede ser'. La CGT no se sabía si estaba con Macri o con el peronismo. Los movimiento sociales estaban ahí. Había que asegurar el triunfo del peronismo y la única manera era reagrupar todas las fuerzas", recordó.
En general, evitó las críticas directas a Alberto, aunque hubo algunas. Por ejemplo, cuando mencionó la gran diferencia que obtuvo el Frente de Todos con Mauricio Macri en las PASO de 2019 y cómo luego se redujo en la elección general. Adjudicó esa pérdida de votos a que ya entonces se empezó a distanciar de sus opiniones. Le reprochó a Alberto que en aquel momento hubiera salido a marcar que estaba bien el dólar a 60 pesos.
Como en sus últimas apariciones, criticó el acuerdo con el FMI y reiteró la necesidad de reformularlo. Primero, por su carácter inflacionario. Segundo, porque el próximo año deben pagarse 25 mil millones de dólares en vencimientos. "Massa agarró una papa caliente", fue el fugaz reconocimiento para el ministro de Economía. Mencionó a su hijo Máximo, a Eduardo "Wado" de Pedro y Andrés "Cuervo" Larroque como los únicos dirigentes con los que no tendría que estar enojada si se hubiera ofendido con todos los que dijeron cosas malas de ella. Pero si se esperaban pistas sobre candidaturas, no las hubo. Tampoco su posición respecto a las PASO. Algunos interpretaron un guiño a Wado hablar de los "hijos de una generación diezmada", dado su condición de hijo de desaparecidos.
"Haré todo lo que tenga que hacer para lo que considero es lo mejor que les puede pasar a los argentinos, les pase", sostuvo sobre cuál será su papel en el proceso electoral. La consideró una elección difícil y la diferenció respecto a la de 2019 porque aquella estuvo polarizada entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y en esta estará dividida en tercios. "Lo importante no es el techo, sino el piso. Lo importante va a ser entrar al ballotage", afirmó. Es una mirada a tener en cuenta porque en esa lógica estratégica, un candidato que asegurara el voto kirchnerista alcanzaría para llegar a la segunda vuelta.
En esa segunda vuelta, ya lo mostró en su última charla magistral, Cristina le ve más posibilidades al Frente de Todos polarizando con Javier Milei. Abrió una línea a la que luego se sumaron varios, incluyendo el Presidente. La otra línea que marcó fue la de plantear una vuelta al país de 2015 como forma de convencer a los que hoy tienen bronca. "Es mentira que todo es una porquería. Hubo un tiempo en que los argentinos tenían un salario, podían comprar. Hay que proponerle a la sociead algo diferente, nosotros ya lo hicimos", subrayó.