La vicepresidenta Cristina Kirchner condenó la ofensiva sorpresa que desató Hamás en Israel desde la Franja de Gaza y cuestionó "todo tipo de violencia como método para resolver los conflictos entre países". La también expresidenta respaldó en las redes sociales la "solución de dos Estados".
"Como ha sido la histórica y tradicional postura de Argentina, exhortamos una vez más a dar cumplimiento a las Resoluciones de Naciones Unidas, a los acuerdos de paz y a recuperar los ámbitos de negociación sobre el conflicto entre Israel y Palestina", enfatizó.
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"Hoy por la mañana las imágenes de televisión nos devolvían violencia, muerte y desolación en territorio de Israel. Nuestra solidaridad incondicional con todas las víctimas y sus familiares. No aceptamos y condenamos, como siempre lo hemos hecho, todo tipo de violencia como método para resolver los conflictos entre países. Como ha sido la histórica y tradicional postura de Argentina, exhortamos una vez más a dar cumplimiento a las Resoluciones de Naciones Unidas, a los acuerdos de paz y a recuperar los ámbitos de negociación sobre el conflicto entre Israel y Palestina. En especial, sostenemos la necesidad de dar cumplimiento al “concepto de una región en que dos Estados, Israel y Palestina, vivan uno junto al otro dentro de fronteras seguras y reconocidas”, incluido en la resolución 1397 (2002) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
La Resolución 1397 a la cual se refiere CFK fue aprobada el 12 de marzo del 2002 por el Consejo de Seguridad. En ella, el organismo de la ONU expresa "su profunda preocupación" ante la escalada de violencia y los acontecimientos trágicos que se produjeron desde septiembre del 2000 y hacen hincapié "en la necesidad de que todos los interesados velen por la seguridad de la población civil". También en la necesidad de que "se respeten universalmente las normas del derecho internacional humanitaria" aceptadas preivamente.
En esa línea, tras las gestiones diplomáticas realizadas por enviados especiales de Estados Unidos, la Federación de Rusia, la Unión Europea (UE) y otras personas de Oriente Medio, exigían -en aquel momento- "la cesación inmediata de todos los actos de violencia, incluidos todos los actos de terrorismo, provocación, incitación y destrucción".
Además solicitaban que las partes de Israel y Palestina, junto a sus líderes, "colaboren en la aplicación del plan de trabajo Tenet y las recomendaciones del informe Mitchell" para reanudar las negociaciones sobre un posible arreglo político. Por último, expresan su apoyo al Secretario General y otras personas para "ayudar a las partes a poner fin a la violencia y reanudar el proceso de paz".