La decisión del presidente Javier Milei de avanzar en una fusión con el macrismo es la admisión temprana de su incapacidad para gobernar. El rechazo del Congreso a su primer proyecto de ley fue una derrota política importante no solo por haber ocurrido a poco de asumir, también por sus implicancias: el proyecto redactado por los estudios jurídicos de las grandes empresas del país incluía negocios para las corporaciones que lo sostienen. Por otro lado, la caída del paquete fiscal derivó en una serie de medidas de ajuste tan bestiales como incorrectas en lo político. Quitarle a las provincias dinero para educación y transporte no fue una buena idea. En el chat que comparten los 24 jefes territoriales se acordó el documento que reclama la restitución del fondo educativo FONID y se habló de una estrategia conjunta para afrontar la eliminación del subsidio nacional al boleto de colectivos. Milei los unió a todos en su contra. Incluso al jefe de Gobierno de la ciudad, Jorge Macri.
El jueves 8 el presidente llamó a Mauricio Macri para saludarlo por su cumple años. La charla duró una hora. El ex presidente le dijo: “estoy de acuerdo con lo que haces, pero la situación te va a llevar puesto. Esto así no aguanta hasta marzo”. Macri piensa que en términos económicos el gobierno no está mal, “porque está cerrando las cuentas y de a poco la inflación va bajando”, pero que no se va a poder sostener políticamente. “Hay que fortalecer la política”, le dijo. “Tenes que tener un triunfo: la reforma laboral, aunque sea”. A sus íntimos Macri les dice que hoy Milei mide entre 40 y 45 puntos, pero que sin el Pro mide mucho menos.
Además de la salida de los titulares del Anses y Minería Macri quiere cambios en AFIP, Aysa, Migraciones y Banco Nación, entre otros. No quiere al jefe de Gabinete, Nicolás Posse. El jefe político del Pro afirma que ante cada acuerdo al que llegan con Milei, aparece Posse y lo voltea. Tampoco quiere a Guillermo Francos. Además odia a Santiago Caputo. Semejantes exigencias son el obstáculo que aún retrasa el casamiento. Al frente del bloque de diputados Macri quiere a Ritondo. Cerca del ex presidente afirman que Oscar Zago, el actual jefe de bloque, “afana como un desaforado”. El presidente no acepta sacar a Posse ni a Caputo y acaba de confirmar a Francos. Las desconfianzas mutuas son grandes y van perfilando lo que será un gobierno de unidad. Milei cree que Macri lo quiere convertir en Alberto y Macri cree que Milei tiene un acuerdo con Cristina. Por otro lado, ¿Qué asegura que el ingreso de algunos cuadros del macrismo calmen la crisis desatada por el ajustazo? Fue Macri el que recomendó el rumbo: “Lo mismo pero más rápido. ¿Es viable esa fórmula?
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Patricia Bullrich anunció el acercamiento, pero lo mira con cautela. Está cómoda en el actual esquema. “Acá trabajo tranquila, hago lo que quiero. Con Macri tenía 50 personas opinando”. De todas maneras, es consciente de la fragilidad de la administración Milei y opina que la concentración de decisiones en el presidente, su hermana, Posse y Santiago Caputo impide el arranque del gobierno. La ministra no se enfrenta el avance de Macri. En estos días negocia el nuevo armado del PRO, que será presidido por el ex presidente y conformado por varios dirigentes cercanos a ella.
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La oposición
Del otro lado del rio, el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof es el antagonista natural del presidente. Por su contundente triunfo en la provincia más poblada del país y su clara posición ideológica quedó parado de frente al primer mandatario. De hecho fue en la Casa de la Provincia donde se reunieron gobernadores, legisladores y CGT a organizar la gran marcha opositora. Kicillof plantea un tema fundamental para entender qué pasó en los primeros dos meses del gobierno de La Libertad Avanza. “Milei no gobierna: no es el jefe de Caputo ni de Bullrich. Ellos acuerdan porque alguien con más poder los llamó a los dos”. El gobernador cree que el presidente no implementó su plan original, el que promovió durante años. Que lo archivó y que este es un ajuste clásico. “Es el típico gobierno neoliberal que se nutre de ajuste y represión. Dicen que van a bajar la inflación porque van a eliminar el déficit. El plan en realidad es bajar la inflación por recesión, pero así vas al ajuste infinito porque te cae la recaudación y el costo es el desempleo y la pobreza”. Kicillof piensa que la principal causa de la inflación en el país es la restricción externa, que los precios están atados al dólar y que el Gobierno no está trabajando en ese sentido. “Es un plan productivo lo que se necesita”. En lo político, y tras los rumores de unión de la extrema derecha, deja una invitación. “La grieta actual no es K y anti K; es política y anti política. Se unen Milei y Macri y se sacan de encima a radicales y peronistas. Los sectores democráticos tenemos que estar del otro lado”.
Cristina dice que Milei es kirchnerista: “Va para adelante; siempre dobla la apuesta”. Y en la comparación va más allá: “A los gobernadores peronistas les está faltando coraje para enfrentarlo”. La ex presidenta cree que el gobierno va a domar la inflación, que la segunda devaluación será más chica y que no impactará en precios por la recesión. No le cree que no va a dolarizar este año. Lo ve dolarizando en julio usando los dólares de la cosecha. Le preocupa la violencia que se puede generar ante un plan tan duro. El triunfo de Milei parece haber cambiado su percepción política. “Había dos personas solas en el fondo de la Cámara de Diputados y ahora son presidente y vice. El problema es el resto”. Cristina parece enojada con el peronismo en general y afirma: “En este país la única organización política es La Cámpora”. Sentada en su oficina del Patria espera que pronto la metan presa para tapar el dolor que genera el plan de Milei. “Si no hay pan que haya circo”.
Sergio Massa ve una inflación superior al 20 % en enero y febrero, y pone el foco en que el gobierno se va a ver obligado a una segunda devaluación que “disparará de nuevo la inflación y pondrá a prueba la tolerancia social de los argentinos”. Señala que Milei triplicó la inflación, impulsó una caída de ingresos reales del 25% y que generó un desorden político que lo complica. “Tiene que resetear y volver a poner en marcha su administración”. El ex ministro de Economía y candidato a presidente dice sentirse “muy preocupado por la destrucción clase media”.
El proyecto de gobernar sin gobernadores
Luego de la caída del proyecto ómnibus el Gobierno descargó su ira contra las provincias sin distinción de color político y sin medir las consecuencias. Pero los gobernadores también tienen poder. El poder institucional que les dio el pueblo que los votó, legisladores que les responden y en muchos casos el manejo de elementos imprescindibles para la viabilidad económica: energía, alimentos, puertos. Es con ellos con los que tiene que darle viabilidad a su proyecto. En una nota con Marcelo Bonelli el presidente volvió a descargar su bronca contra ellos. La tiene con Llaryora y Pullaro.
El gobernador de Córdoba Martín Llaryora, junto con el santafecino Maximiliano Pullaro, son el blanco preferido de los trolls de Santiago Caputo y los insultos presidenciales. Felipe Pigna dijo en El Destape el viernes que “Milei estaba re creando el viejo conflicto entre la nación y las provincias”. En esa línea se mueve por estos días el cordobés: “Hay una visión unitaria en el gobierno. Son todos porteños. No se le quita derechos a los de capital. Es la historia de siempre. No pegan como a Martín Güemes o a Pancho Ramírez. La historia nos vuelve a ese lugar”. Llaryora dice que lo atacan junto a Pullaro porque defienden a los productores. Afirma que no van a quebrar las provincias y que “el boleto del colectivo se lo aumentaron a los maestros y a los enfermeros, no al gobernador”. En línea con ese razonamiento, el sábado el cordobés anunció que los estudiantes, maestros y profesores van a "seguir con el beneficio del Boleto Educativo Gratuito (BEG)" para de esta forma favorecer "el acceso a la educación y el acompañamiento a las familias". En un hilo de X, Llaryora detalló que continuará el Boleto Obrero Social (BOS) y el Boleto Adulto Mayor (BAM), por lo que se reforzarán "las partidas presupuestarias ante la quita de los subsidios nacionales" al igual que el Boleto Social Cordobés (BSC).
El mandatario cordobés advierte que es un gobierno que ataca a la población y que esos listados de buenos y malos pueden diagramar la política futura. “En estas circunstancias es un orgullo que me pongan entre los malos porque pronto se verá que somos los que intentamos enfrentar este atropello”. No entiende por qué lo tratan de traidor si no son del mismo espacio político y opina que a los que lo votaron a Mieli también los están empobreciendo. Cree que Macri siempre estuvo atrás y que ahora se va a hacer cargo del gobierno. Pero hace una advertencia: “Cuando abra el Congreso les duplicamos el fondo docente. ¿Lo van a vetar?”.
Maximiliano Pullaro está tranquilo ante el apriete de Milei. Cree que el costo del aumento del transporte lo va a pagar el presidente, que hay que trasladarlo al precio y que la gente se de cuenta de quién se lo subió. Y va más allá. “Tengo más del 60% de imagen positiva y crezco cuando enfrento el ajuste indiscriminado de Milei”. Piensa que el presidente “la está chocando”, que actúa con ira. Aunque aún es temprano para festejar, los datos que le acercan muestran una fuerte caída en balaceras e incluso en asesinatos desde su asunción. El costo es vivir amenazado y haber tenido que sacar a su familia de la provincia. Con el comienzo de las clases su situación familiar se complicará aún más.
El ruido político no permite valorar en su verdadera magnitud la caída de la ley ómnibus, fruto de la negativa de muchos legisladores de aceptar entregarle el poder absoluto a Milei. El atropello encontró un límite que aparece como un aire fresco democrático que ojalá sea el principio de una alianza democrática contra la anti política. Es también el deseo del papa Francisco que por estos días dijo que solo si está bien de salud y el país sale de esta situación y encuentra la paz vendrá este año. Días antes de recibir al presidente, el jefe del Vaticano confía en que la CGT sea el “freno al avance al capitalismo feroz que propone Milei”.
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La decisión de eliminar el subsidio a los colectivos tomada en un momento de ira quedará como una bisagra en la frágil administración mileista. Muchos no podrán pagar el boleto para ir a trabajar. Para muchos gobernadores la parte del subsidio que financian ellos es el segundo gasto provincial. Imposible afrontar el 50% que pagaba la Nación. El freno a los fondos del FONID es también muy relevante. Sólo en la provincia de Buenos Aires son 25 mil millones de pesos. La posibilidad de que no empiecen las clases en todo el territorio nacional está latente.
Derrape de ingreso reales. Caída estrepitosa de venta de alimentos y remedios. Suspensión de entrega de alimentos a comedores. Las guardias de los hospitales desbordadas por gente que dejó de consumir medicamentos. Un presidente lleno de ira que postea mensajes violentos. Un paisaje dantesco que parece difícil de mejorar con el ingreso de funcionarios que fracasaron hace muy poco y que tienen una imagen tan mala que salieron terceros en las últimas elecciones.