El periodista Luis Majul dio una insólita explicación para justificar la caída del consumo de carne en la Argentina, en medio de la brutal crisis económica y de la recesión de la actividad productiva. "Están cambiando los hábitos de consumo", opinó Majul el último lunes.
"¡Se compra menos carne? Se compra menos carne. ¿Porque está cara? En algunos casos, sí. En otros casos, porque se está comiendo menos carne en el mundo", siguió el periodista en su programa en El Observador FM 107.9. Majul aseguró que "hay una tendencia en los cambios de hábitos" que no se puede "adjudicar solamente" a la caída de la economía.
Luego, siguió: "El sábado me fui a comprar unas remeritas básicas. Yo miraba que había precios que estaban por encima de la lógica, vos ya te das cuenta. Y yo veía que la gente compraba lo que estaba en precio". Y contó: "Se viene una oleada de artículos importados, estamos hablando en alimentos, que yo creo que va a impactar en los precios".
El consumo de leche se derrumbó 12% en septiembre
El consumo de leche se derrumbó un 12% en lo que va del año y la producción cayó casi un 10%, de acuerdo a un reporte sectorial. Desde el punto de vista agropecuario, la industria es una de las más perjudicadas por la crisis. Según el informe publicado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), la producción de lácteos elaborados cayó un 8,8%, y la cantidad de litros de leche requeridos para su elaboración también descendió un 5,1%. Estas cifras reflejan una baja del 5,4% en el promedio diario, lo cual indica una importante contracción en la industria.
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Según el balance lácteo, el consumo lácteo descendió 11,8% en el periodo enero-septiembre. El consumo anual per cápita se ubicaba en 152,7 litros equivalentes (LLE) en mayo, tras haber descendido 37 litros. A partir de junio, comenzó a recuperarse, alcanzando un nivel de 13,2 LLE adicionales en septiembre.
También cayó el consumo de mate en septiembre
La brusca pérdida de poder adquisitivo de la población no solo golpeó el consumo de asado, sino también otra costumbre clave de los argentinos: tomar mate. Las ventas de yerba mate al mercado interno se derrumbaron en lo que va del año. Además, producto de que hubo una gran cosecha, los precios se hundieron para complicar aún más el panorama de los productores. En promedio se vendieron casi 68.000 kilos menos de yerba por día y la caída acumulada en los primeros nueve meses asciende a 18.483.312 kilos.
Si se parte del supuesto que cada argentino toma mate, hasta septiembre, cada uno de ellos redujo el consumo de yerba en 404 gramos. Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), entre enero y septiembre los argentinos demandaron 193.430.327 kilos de yerba mate, contra 211.913.639 en igual período del año pasado, lo que representa una contracción del 9,5%.