El vidalismo volvió a aparecer en la provincia de Buenos Aires. La exgobernadora María Eugenia Vidal no tuvo apariciones políticas públicas pero dialogó con sus representantes en el territorio y la semana pasada pudieron bloquear el tratamiento de un proyecto clave para la nueva gestión, un financiamiento que permitirá realizar inversiones de calidad, generar empleo y pensar un mundo pospandemia. El jueves habrá revancha pero desde el Gobierno apuntan sus cañones contra la referente de Juntos por el Cambio. Los intendentes opositores se mostraron molestos por las actitudes de sus diputados y senadores, que impidieron avanzar con la iniciativa que, entre otros puntos, los beneficia económicamente.
Según trascendió, Vidal habló con los suyos y les manifestó su intención de volver a la arena política el año que viene, cuando habrá elecciones de medio término. Para ello, según confesaron algunos dirigentes a funcionarios del Frente de Todos, instó a juntar votos. Tal vez una de las formas que maneja para hacerlo es dejar sin recursos a la provincia y entorpecer la gestión de Kicillof. Eso analizan desde el Gobierno.
Lo cierto es que el jueves se debatirá el proyecto que envió el Gobernador para financiarse con organismos internacionales por US$ 500 millones destinados a infraestructura vial, rutas, caminos, infraestructura educativa, según explicó el lunes el jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco. El funcionario detalló que "los créditos más convenientes del mundo" son los que se toman con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento porque son "de larguísimo plazo y con tasas de interés en dólares muy bajas, 1,5%, 2%". Por otro lado, la propuesta estipula $20.000 millones de bonos a proveedores, a los cuales Vidal les quedó debiendo millonadas y otros $8.000 millones en Letras del Tesoro.
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Bianco explicó que la gestión Cambiemos dejó una deuda de US$ 11.000 millones y otros $ 50.000 millones con proveedores. O sea, gastos o inversiones que se hicieron pero no se pagaron. Esto teniendo en cuenta que, además, la Provincia recaudará menos producto de la crisis y de la baja en la coparticipación.
Pero el conflicto escaló cuando los intendentes vieron que los legisladores vidalistas bloquearon el tratamiento de este proyecto. Los jefes comunales recibieron fondos por la emergencia a tasa cero y con tres meses de gracia que ya terminaron. Originalmente, la devolución se estipuló en cinco cuotas, empezando desde ya. Con el proyecto a debatir, ese plazo se estiraría a 18. Quien haya comprado un lavarropas, por ejemplo, sabrá que es mejor pagarlo en 18 cuotas fijas sin interés que en cinco. Bianco reveló que se comunicó con siete u ocho de los dirigentes durante el fin de semana y le pidieron perdón por la actitud de sus diputados y senadores.
Ayer, el proyecto consiguió dictamen de comisión y se tratará el jueves en Diputados. Necesitará mayoría especial para obtener la media sanción. Pero algo quedó claro: los números no son números. Son política, son la vida de los bonaerenses y son un futuro electoral que se acerca.