El polémico ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, dialogó por radio Mitre con los choferes de colectivo, Jorge Galiano y Jorge Zerdá, que lo agredieron la semana pasada.
Tras la golpiza que recibió el titular de Seguridad en la General Paz durante una marcha que los trabajadores realizaban en donde pedían medidas de seguridad y justicia por el crimen del colectivero, Daniel Barrientos, Berni habló con sus agresores.
Durante la entrevista, Jorge Galiano, el conductor que portaba remera azul y casi le fractura la nariz a Berni con una trompada, dijo: “Le quiero pedir de corazón mil disculpas, estoy a disposición de lo que usted o la Justicia necesiten, en ningún momento me voy a esconder, yo le pido disculpas en nombre mío, de mi familia y de mis compañeros de trabajo”.
Además remarcó: “Quiero que todo el mundo sepa que estas cosas no puedan volver a pasar, no van a volver a pasar, yo quiero un país tranquilo, que mis hijos puedan caminar por la calle en paz, entonces quiero extender mi mano y pedir disculpas”.
Sobre dichas declaraciones, Berni contestó: “Le agradezco a los compañeros trabajadores por este acto sincero, nunca hice la denuncia porque entiendo la situación; cada vez que matan a un bonaerense, siento la obligación yo de disculparme ante los 17 millones de vecinos que nos confían el trabajo todos los días en una provincia que lamentablemente matan a dos personas todas las noches”.
Luego fue el turno de Jorge Zerdá, otro de los conductores que quedó registrado en distintas imágenes arrojándole golpes de puño muy violentos a Berni: “Yo también me pongo en la posición del ministro, el sistema de violencia cambió un montón y fue un momento de euforia, me sumé al tumulto y quedé mal”. “No somos violentos, sinceramente ministro le pido disculpas”, dijo.
El funcionario del gabinete de Axel Kicillof reconoció las palabras de Zerdá y aseguró que continuará trabajando en la calle. “Nunca voy a esconderme atrás de los escritorios ni voy a gobernar por Twitter”, lanzó.
Cómo vivieron ese día los choferes
Antes de dialogar con el ministro de Seguridad provincial, el chófer Jorge Galiano contó cómo vivió los hechos: “Me desayuné mirando la tele después de llevar a mi hija a la escuela, vi una imagen que estaban transmitiendo del asesinato al compañero de la 620, mi hijo se puso mal, me abrazó, lloramos juntos y son cosas que a uno lo mueven”, dijo.
“Son cosas que a uno lo mueven, uno no quiere ser un número o una estadística más y entonces me movilicé hasta el trabajo y pasó todo en un segundo; yo no lo puedo creer”, reflexionó.
“Yo creo que no era el momento para que Berni se presente, estábamos todos muy heridos con lo que estaba pasando, fueron diez segundos, no puedo entender qué pasó, después me sacaron de ahí cuando vino el refuerzo de la Policía a ayudarlo”, recordó.
Zerdá, por su parte, dijo ser un hombre de trabajo y reconoció que estalló porque distintas autoridades les habían prometido medidas de seguridad que nunca se concretaron: “Se me soltó la cadena, me desconozco, jamás pensé en levantarle la mano a alguien”.