La Corte Suprema se prepara para difundir uno de sus fallos más esperados sobre la permanencia o no de Leopoldo Bruglia y Juan Pablo Bertuzzi en la Cámara Federal y Germán Castelli en el TOF 7. Según trascendió de fuentes del palacio de Tribunales, la mayoría se inclinaría por permitir la permanencia de los polémicos jueces en sus puestos de manera provisoria hasta que se realice un concurso en el Consejo de la Magistratura.
El fallo, que pretende una solución salomónica entre la remoción y la confirmación definitiva, tendrá una "letra chica" cuyos detalles se desconocen y podrían inclinar la balanza hasta uno u otro lado. Esos detalles son de suma importancia para conocer el tenor definitivo del fallo.
El fallo sería acompañado por Rosatti, Lorenzetti y Maqueda, y Highton estaría cerca de la postura de estos magistrados. Carlos Rosenkrantz ya había dejado entrever su postura, afín a confirmarlos definitivamente en los cargos trasladados, como pretende Juntos por el Cambio.
Bruglia, Bertuzzi y Castelli fueron trasladados desde sus cargos originales (en diversos tribunales orales federales) a la Cámara Federal y al TOF 7 por decreto del por entonces presidente Mauricio Macri. Los dos primeros revisaron distintas causas donde se investigó presunta corrupción del gobierno de Cristina Kirchner, pero no estuvieron a cargo de la instrucción, como se dio a entender en medios afines a los jueces.
Luego, el Consejo de la Magistratura revisó diversos trasladados y marcó algunos como ilegales, entre ellos los de Bruglia, Bertuzzi y Castelli. El Consejo pidió refrendar la decisión en el Senado de la Nación. Los magistrados no concurrieron a las audiencias a las que fueron convocados por la Cámara Alta, el cual aprobó hacer caer el traslado. Allí, Alberto Fernández firmó el decreto para que vuelvan a los cargos originales. Ante este escenario adverso, los jueces (que en el peor de los casos seguirán ocupando sus cargos originales para los que sí concursaron) presentaron un recurso de per saltum ante la Corte Suprema, que fue aceptado por Lorenzetti, Highton, Maqueda y Rosatti. Rosenkrantz no solo aceptó, sino que develó su postura de fondo, afín a confirmarlos definitivamente.