El funcionamiento del Poder Judicial, que desde hace años figura como el peor conceptuado por la sociedad, se puso en debate durante la sesión especial de este jueves en el Senado, donde se dio media sanción al proyecto de ampliación de la Corte Suprema para llevarla de cinco a 15 miembros. Ni la oposición pudo negar el desprestigio de la Justicia pero, obviamente, argumentó que no era el momento para encarar la modificación. Nunca lo es, le reprocharon desde la bancada del Frente de Todos, en un debate áspero, que por momentos bordeó el insulto. La aprobación salió con lo justo, por 36 votos a favor y 33 en contra, y ahora pasará a Diputados. La vicepresidenta Cristina Kirchner, que finalmente no participó de la sesión, tomará la posta en la discusión sobre la Justicia este viernes a las 11, cuando iniciará su esperada intervención en la causa Vialidad, plagada de irregularidades sobre las que la Corte no quiso pronunciarse.
Para alcanzar los acuerdos necesarios, el Frente de Todos debió dejar de lado la propuesta original -avalada por 18 gobernadores- de llevar la Corte Suprema a 25 integrantes para finalmente dejarla en 15 jueces, que representarán las diferentes regiones geográficas del país, de manera de garantizar un reparto federal. El número definitivo fue negociado con el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá, el rionegrino Alberto Weretilneck y la riojana Clara Vega. Los tres habían presentado sus propios proyectos de reforma y aceptaron resignarlos para apoyar el mayoritario. Que se consensuara la propuesta definitiva con su hermano y se abandonara la avalada por los gobernadores enojó al mandatario de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, por lo que ordenó a la senadora María Eugenia Catalfamo que votara en contra. Su disidencia alentó hasta último momento las expectativas del bloque de Juntos por el Cambio de un fracaso oficialista. Se fueron frustrados.
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El argumento opositor, repetido en cada intervención, fue que no se estaba atendiendo la agenda de la gente, cuyos urgencias tenían que ver con la inflación y la pobreza. "Es un tema central porque es institucional", retrucó el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, encargado de cerrar los discursos. "El consenso del que ustedes siempre hablan nunca puede incluir la reforma de la Justicia", ya les había planteado Anabel Fernández Sagasti. Sin vueltas, Oscar Parrilli calificó como "cuatro mafiosos" a los actuales miembros de la Corte y advirtió que su permanencia no era sólo un peligro para el actual gobierno al que le queda poco más de un año, sino para "la democracia y el gobierno que va a ser electo en 2023". Un argumento similar desarrolló Juliana Di Tullio, quien consideró que una Corte de cuatro miembros es manejable para el poder económico porque "son vulnerables al apriete". En ese sentido, Parrilli marcó lo significativo de que la Cámara de Comercio (AmChan) hubiera emitido horas antes de la sesión un documento reclamando que no se tocara a la Corte.
Ante el argumento de que se trataba de un tema alejado de las necesidades de la gente, Parrilli recordó que la Justicia suspendió el decreto de Alberto Fernández que declaró servicio esencial el uso de internet durante la pandemia y que la Corte no intervino. En cambio, sí utiliza el per saltum en las causas que le interesan como fue la de la continuidad de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, puestos a dedo por Mauricio Macri. Con esa sola decisión, millones de pesos pasaron de los bolsillos de los ciudadanos a las empresas proveedoras de internet, como el grupo Clarín. Otro punto sobre el que insistieron los senadores oficialistas fue que para designar cada uno de los 11 nuevos integrantes del máximo tribunal, en caso de que la ley sea aprobada, serán necesarios los dos tercios del Senado, por lo que obligatoriamente cada nombramiento tendrá que ser consensuado con la oposición.
En el oficialismo aspiran a un acuerdo con el radicalismo, o al menos con un sector, que les permita avanzar con la reforma. Por eso, las críticas en el recinto estuvieron principalmente centradas en el macrismo. Por ejemplo, por la inicial designación de Mauricio Macri de dos de los actuales jueces de la Corte por decreto y por la organización de una mesa judicial para perseguir a ex funcionarios del kirchnerismo, de la que fue uno de sus ideólogos el prófugo Pepín Rodríguez Simón, íntimo del cortesano Carlos Rosenkratz. El armado de causas tuvo como blanco principal a Cristina Kirchner, lo que une el debate iniciado este jueves en el Senado con el que continuará el viernes en Tribunales. La Corte Suprema tuvo además participación en el trámite de la causa al rechazar todas las apelaciones presentadas por la vicepresidenta y demás acusados, pese a las irregularidades flagrantes registradas durante las audiencias.
Incluso, Parrilli acusó a los senadores opositores de imitar al fiscal Diego Luciani en eso de gritar frases en vez de dar argumentos serios para respaldar su posición. En las últimas dos audiencias del juicio, en tono didáctico, el abogado Carlos Beraldi se encargó de desarmar, punto por punto, las supuestas pruebas con las que el fiscal pidió pena de prisión e inhabilitación para la vicepresidenta. Esa acusación dio inició a una movilización militante espontánea de respaldo a Cristina, en medio de la que se produjo su intento de asesinato. La vicepresidenta sólo habló el jueves pasado, en un emocionante encuentro en el Senado con curas y monjas que trabajan en barrios carenciados.
Desde el inicio del proceso, Cristina Kirchner advirtió que sabía su sentencia "estaba escrita", por eso seguramente su mensaje excederá los límites de esta causa para abarcar el funcionamiento de todo el Poder Judicial, en "nado sincronizado" cuando se trata de actuar contra representantes del kirchnerismo. Dos meses atras, la vicepresidenta subió un video en las redes que tituló "Breve crónica de la decadencia", narrando el trayecto de la Corte "ejemplar" que puso en funciones Néstor Kirchner a la actual. “Será muy difícil mejorar las condiciones de vida de los argentinos con esta Corte y con este modo de funcionamiento del Poder Judicial”, advirtió entonces.