Mauricio Macri ya sabe quien es la jueza que desempatará si Correo Argentino va a la quiebra o no. Se trata de María Elsa Uzal, sorteada entre los jueces de la Cámara Comercial ya que las dos camaristas que tenían que definir esta cuestión, Matilde Ballerini y Guadalupe Vazquez, no se pusieron de acuerdo: la primera quiere beneficiar a los Macri y la segunda que se cumpla la ley. Es un punto clave en el devenir de la familia Macri, ya que está en juego tanto la quiebra de Correo Argentino como su extensión a SOCMA, la firma madre del holding. La ley no permitía apelar la quiebra, pero los Macri lo hicieron igual y ahora forzaron esta situación mientras juegan en tándem con la Corte para continuar con el letargo de esta causa que lleva más de 20 años.
¿Por qué se sorteó una tercera jueza para definir la quiebra de Correo? Porque lo tiene que definir la Sala B de la Cámara Comercial, que tiene dos de sus tres miembros ya que hace poco se jubiló Maria Lilia Gómez Alonso, la histórica benefactora de los Macri en este expediente. Quedaron dos, Ballerini y Vázquez, que mandaron a sortear un tercer juez por “no existir unidad de criterio” entre ellas respecto de qué pasará con la quiebra de Correo. El sorteo se hizo el viernes pasado y arrojó el nombre de Uzal, que integra la Sala A de la Cámara Comercial.
El voto de la jueza Uzal será clave. Definirá si se confirma la quiebra de Correo Argentino. El Estado, a través del procurador del Tesoro Carlos Zannini, ya pidió que esa quiebra se extienda a SOCMA, su accionista controlante. La razón es sencilla: Correo Argentino es una sociedad sin actividad desde el 2003 y sin fondos para afrontar su multimillonaria deuda con más de 700 acreedores. Los Macri han realizado varias maniobras para vaciar SOCMA previendo este desenlace final. Y el ex presidente Macri presiona fuerte por evitar todo esto ya que los accionistas de SOCMA son sus hermanos y sobrinos. Él no figura en los papeles, pero por su involucramiento en el tema es evidente que la situación es otra.
De bajo perfil, Uzal fue hasta hace poco presidenta de la Cámara Comercial. Quienes conocen los pasillos del fuero Comercial la señalan como conservadora y corporativa. Dicen que en sus fallos tiende a volcarse a favor de las empresas pero, a diferencia de muchos otros colegas del mismo edificio, sin forzar la ley ni degustar favores empresariales. Hizo toda su carrera en el fuero Comercial, donde trabajó en la fiscalía de Cámara y también como jueza de primera instancia. Es profesora de Derecho Internacional Privado en la Universidad del Salvador, donde se recibió de abogada.
Hay un punto central: esto no debería definirse en la Cámara Comercial. En un concurso de acreedores como el de Correo Argentino (que comenzó, vale recordar, el 19 de septiembre de 2001) primero hay un período donde la empresa intenta llegar a un acuerdo, si eso falla se activa el cramdown o salvataje para que un tercero se haga cargo de la sociedad y si eso también falla la ley dice que “el juez declarará la quiebra sin más trámite”. Esa quiebra no es apelable, pero todo es irregular en este expediente. Los Macri apelaron y la misma jueza que decretó la quiebra les habilitó una nueva instancia en la Cámara Comercial.
La camarista Uzal deberá ponderar esto: si sigue la senda paralela a la ley o si la aplica. El expediente lleva más de 20 años con demasiados desvíos del texto legal.
Esta cuestión también está en la Corte Suprema, donde los Macri quieren que se revierta el salvataje frustrado. Según pudo reconstruir El Destape, esa cuestión está ahora en el despacho de Horacio Rosatti y existe un proyecto para dejar todo como está, es decir, que el salvataje falló y correspondía la quiebra. La Corte, sin embargo, no tiene plazos para fallar y el tiempo siempre es a favor de los Macri.
La quiebra de Correo Argentino fue dispuesta por la jueza Marta Cirulli el 5 de julio de 2021, a casi 20 años de iniciado el expediente. Lo hizo tal como marca la ley, cuando fracasó tanto la oferta de los Macri a sus acreedores como el procedimiento de salvataje. La misma ley establece que la quiebra no puede ser apelada, pero los Macri apelaron igual y la misma jueza Cirulli les concedió el favor. Así, el tema llegó de nuevo a la Sala B de la Cámara Federal, cómplice del eterno letargo de este expediente cuando la conformaban María Lilia Gómez Alonso y Matilde Ballerini.
La Sala B, sin embargo, ahora tiene otra conformación. Gómez Alonso, la histórica aliada de Macri, tuvo que jubilarse no sin antes intentar violar la Constitución para continuar con sus favores. Ahora quedó Ballerini, que todos estos años firmó junto a Gómez Alonso para beneficiar a los Macri. Y llegó por concurso la jueza Guadalupe Vázquez, a quien los Macri buscaron enseguida apartar del expediente pero sin éxito.
Gabriela Boquin, fiscal ante la Cámara, ya dictaminó en contra de la suspensión de la quiebra. Tal como informó El Destape, en un escrito de 137 páginas Boquin resumió todas las artimañas que Macri y su familia utilizaron para dilatar esta causa que lleva más de 20 años, en especial de los últimos trucos para evitar la quiebra. Boquin explicó, por ejemplo, que la suspensión de la quiebra de una empresa no está prevista por la ley y que es inapelable. Detalló a su vez el vaciamiento de Correo en detrimento de sus acreedores y, vale decir, también de algunos de sus accionistas, tal como denunció el propio Mariano Macri. La fiscala precisó cómo los Macri manipularon las mayorías que pide la ley para un acuerdo con acreedores y demolió el argumento según el cuál la culpa de que no se llegue a un arreglo es del Estado. Por último, desmenuzó cada una de las falsedades que plantearon los Macri en este expediente.
El expediente llegó así de nuevo a la Sala B, donde lo recibieron las camaristas Ballerini y Vázquez. No se pusieron de acuerdo: Ballerini quiere beneficiar de nuevo a los Macri; Vázquez va por respetar el Código Comercial y disponer la quiebra. Ante eso tuvieron que sortear un tercer integrante de la Sala B y le tocó a la jueza Uzal. Su voto definirá.