La familia Macri intentó sin éxito apartar del caso Correo a María Guadalupe Vázquez, la nueva integrante de la Sala B de la Cámara Comercial. Sumada a la sala este año, es la única que no ha sido funcional a los intereses de Mauricio Macri y su familia en las más de dos décadas que lleva este expediente. Nombrada por Alberto Fernández, apenas le tocó intervenir los Macri la recusaron, pero hasta las camaristas Maria Lilia Gómez Alonso y Matilde Ballerini, titiriteras del letargo de esca causa, rechazaron el pedido. El macrismo ya le había tendido una trampa en el Senado para luego recusarla, maniobra abortada a tiempo por el oficialismo.
“Recusación sin expresión de causa” fue lo que pidió el pasado 3 de diciembre Jaime Cibils Robirosa, que se autopercibe presidente de Correo Argentino pese a que la empresa está intervenida judicialmente y, por ende, no puede representarla ante nadie como ya le recordaron varias veces las mismas juezas. El escrito lo presentó su abogado Jaime Kleidermacher. Ambos Jaimes están imputados por el vaciamiento de Correo Argentino en la causa penal que descansa en los cajones del juez Ariel Lijo.
“Corresponde rechazar el planteo en forma liminar” contestaron las camaristas Gómez Alonso, Ballerini y la propia Vázquez. Es evidente que los Macri insistirán, así como lograron demorar este expediente con las recusaciones de la jueza Marta Cirulli y de la fiscala Gabriela Boquin.
No es la primera vez que van contra Vázquez.
Trampa
Cuando el pliego de Vazquez pasó por el Congreso el macrismo intentó tenderle una trampa. Tal como informó El Destape, en la audiencia en el Senado donde se trató su postulación, el macrismo buscó que opinara específicamente sobre el caso Correo, una jugada para luego poder recusarla cuando asumiera el cargo. La maniobra fue advertida y frenada por senadores del Frente de Todos.
El ejecutor de la maniobra fue el senador riojano Julio Martínez, exministro de Defensa de Macri. Lo que hizo fue hacerle una pregunta disfrazada de caso teórico y genérico que tenía todas la características del expediente Correo Argentino, un caso muy específico.
El senador Martínez no fue muy hábil. Apenas se abrió el momento de preguntas pidió la palabra y lo primero que dijo fue que del currículum de Vásquez se desprendía que había trabajado con la fiscala Gabriela Boquin, que fue quien logró frenar la condonación de la deuda que Macri intentó para beneficiar a su familia. El senador preguntó a continuación si Vázquez “intervino en la causa del Correo Argentino y en ese sentido, qué tareas desarrolló, qué función cumplió y qué trabajos desarrolló en torno a esa causa”.
Vázquez tuvo que corregirlo y contestó que nunca trabajó con Boquín y que nunca intervino en el caso Correo Argentino. Pero lo insólito llegó después.
Martínez, ex ministro de Macri, dijo: “Quería preguntarle su opinión técnica de qué opina si en un caso un deudor ofrece el cien por ciento del crédito reconocido, si eso puede negarse el acreedor. O sea, si el acreedor se niega a prestar conformidad con eso, si el juez puede homologar igualmente la propuesta. Me parece algo importante saber”. Luego, le agregó: “Quiero preguntar también si se puede en alguna oportunidad considerar al Estado nacional como un acreedor hostil. Me gustaría que conteste. Y, además, quisiera saber cuál es su opinión en cuanto a la cesión de crédito en un proceso concursal. Si son válidas o no”.
Son, punto por punto, los reclamos de Macri y sus abogados en la causa Correo. Vale la pena numerarlos y explicarlos:
1) “Qué opina si en un caso un deudor ofrece el cien por ciento del crédito reconocido, si eso puede negarse el acreedor”
Los Macri no ofrecieron 100% de la deuda, ofrecieron el 100% de lo que ellos dicen que deben, que es al menos cinco veces menos que lo real. Lo interesante de este argumento es que es calcado a lo que Macri escribió en la carta pública que utilizó para presionar a las juezas del caso. Allí dijo: “recientemente los accionistas aprobaron el pago del 100% de la deuda y el pago de todos los intereses de esa deuda, según la Justicia determine. Sin embargo, el gobierno rechazó una vez más esta propuesta”. Era falso. El senador Martínez preguntó por eso.
2) “O sea, si el acreedor se niega a prestar conformidad con eso, si el juez puede homologar igualmente la propuesta”
Los Macri no solo ofrecieron 5 veces menos que lo que deben sino que plantearon que el Estado estaba obligado a aceptar o la jueza Marta Cirulli debía apartarlo del conteo de acreedores que se necesitan para aprobar una propuesta de pago. La jueza les dijo que no. Por eso preguntó el senador Martínez.
3) “quiero preguntar también si se puede en alguna oportunidad considerar al Estado nacional como un acreedor hostil”
Los Macri siempre plantearon que el Estado era un “acreedor hostil” pero los datos que hay en el expediente los desmienten. Por ejemplo, en el 2003 el Estado rechazó propuestas de pago del 7,7% y 5,73%, o sea, quitas del 92,3% y 94,27% respectivamente. En 2016 el gobierno de Macri aceptó una quita del 98,82% de la deuda, sólo explicable porque estaba la familia presidencial del otro lado del mostrador. Es el argumento que ponen los abogados de la familia Macri en todos sus escritos. Por eso preguntó el senador Martínez.
4) “quisiera saber cuál es su opinión en cuanto a la cesión de crédito en un proceso concursal”
Se refiera a la intervención del Meinl Bank, un banco austríaco al que adquirió las deudas de los Macri con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Financiera Internacional (CFI). El BID y la CFI le cedieron sus créditos al Meinl Bank, que se transformó en el principal acreedor privado de los Macri en el Correo. La pregunta apuntó a que el Meinl Bank, que históricamente aceptó las quitas astronómicas que proponían los Macri, ahora está en bancarrota pero aún así acepta lo que digan los Macri. No debía tener tanto detalle en su guión, pero por eso preguntó el senador Martínez.
Vázquez no llegó a responder porque los senadores Oscar Parrilli, José Mayans, Martín Doñate y Mario Pais advirtieron enseguida la maniobra. “Yo quiero directamente pedirle al senador Julio Martínez que retire esa pregunta”, dijo Parrilli, y agregó: “No corresponde a un postulante a un cargo preguntarle qué opinaría sobre un caso concreto que él está haciendo mención donde está acusado el expresidente de la Nación Mauricio Macri, está claramente preguntándole si es macrista o no es macrista y si apoya o no la solución que el Correo Argentino le propuso a los acreedores”. El riojano Martínez se negó a retirar la pregunta. Los senadores del Frente de Todos le pidieron a Vázquez que no contestara.
Todo se dio mientras la presidencia de la Comisión la ejercía el senador Ernesto Martínez, que es del PRO. La presidenta de la Comisión de Acuerdos es la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, pero no estaba.
El riojano Martínez insistió en que era Vázquez la que tenía que definir si contestaba o no. “Lo va decidir la Presidencia”, lo cortó el otro Martínez, vale repetir, del PRO. “Habiendo hecho catarsis ambos bloques con sus respectivos senadores sobre cuestiones políticas anteriores y del momento, la doctora Vásquez queda desocupada. La Comisión emitirá despacho oportunamente y se le comunicará por Secretaría”, cerró.
Terna
El presidente Fernández eligió a Vázquez de una terna luego de que se hiciera el concurso para el cargo. Antes de asumir era secretaria letrada de la Procuración ante la Corte. Entre 2007 y 2010 trabajó en la fiscalía general ante la Cámara Comercial cuando estaba ocupada por Alejandra Gils Carbó. Tiene una maestría en la Universidad de Louisiana que obtuvo con el mejor promedio, 9,77, y cuya tesis fue sobre medidas anti-evasión fiscal y como la evasión es consecuencia de la incompletitud del derecho. Ahora cursa un doctorado en la UBA.
La terna de la que el presidente eligió a Vázquez la completaban Sebastián Sánchez Cannavó y Fernándo Gabriel Domínguez.
Sánchez Cannavó está a cargo del Juzgado Nacional en lo Comercial N 30, pero luego de pasar años en las distintas instancias del fuero comercial quería llegar a camarista. Para eso, se plegó a una de las maniobras para apretar a la fiscala Boquin y apartarla del caso Correo, un expediente sobre el que debería intervenir de ser ascendido a la sala B de la Cámara Comercial. Su esposa, Marina Nieves Calzia, trabajaba en la fiscalía de Boquin. La pareja tenía buena relación personal con Boquin, pero Sánchez Cannavó priorizó su ascenso. Calzia, su mujer, realizó una falsa denuncia por maltrato laboral contra Boquin para apartarla del caso.
D’Alessandro también es juez Comercial e intervino en el caso Correo. Cuando los Macri recusaron a la jueza Cirulli para demorar la quiebra de la empresa el expediente recaló en el juzgado de D’Alessandro. ¿Qué hizo? Nada. Lo guardó en un cajón.