Cuando el resultado de las PASO anticipó el fin de la gestión de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal dejó de pagar los certificados de las obras de salud y dejó una deuda inmensa en materia de insumos. La gestión de Axel Kicillof no sólo se encontró con compromisos impagos detrás de cada puerta, sino con dificultades para acceder a compras – producto de los incumplimientos vidalistas -, con profesionales sanitarios bajo una delicada condición laboral y, entre otras cosas, con la falta de planificación de parte de un Ministerio de Salud deteriorado, al igual que todo el sistema en la Provincia.
Según datos oficiales a los que accedió El Destape, Kicillof se encontró con certificados impagos por $ 1.219.969.157. Se trata de 61 contratos en hospitales provinciales, en alguno de los cuales se concentraron hasta cuatro contrataciones (sin terminar las anteriores) y el monto adeudados en obras hospitalarias ascendió a un total de $ 444.839.839. El resto de la deuda correspondía a 82 contratos de Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), algunos de los cuales se corresponden con más de una obra con motos impagos que ascendieron a $775.129.318.
Para evitar una ensalada de números, en resumidas cuentas, el total de deuda vidalista llegó a los $ 1.219.969.157,36 o a $ 852.347.446,34 si no se cuentan las obras finalizadas.
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Según informaron, la administración PRO bonaerense sólo continuó con el pago de algunos certificados de obras financiadas por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial (PROFIDE), entre las cuales se encontraban las de guardias de hospitales. El cese se produjo, misteriosamente, después de las elecciones que la dieron como la gran derrotada. Además, se dejaron de tramitar readecuaciones de precios, lo que generó la paralización de la mayoría de obras y saldos pendientes abultados. Algunas llegaron a terminarse pero ocultando, detrás, una enorme deuda acumulada.
Pero las obras no sólo se realizaron para mostrar gestión, sino también para quitarle capacidad al sistema sanitario, analizaron fuentes de la gobernación. Al estar en construcción o reparación, son lugares sin uso, cerrados. "Construir un hospital sale lo mismo que mantenerlo un año", confiaron.
Nicolás Kreplak, viceministro de Salud bonaerense, le remarcó a El Destape que el problema más grave que tuvieron que enfrentar al asumir fue el corte en la cadena de pagos. Por poner un ejemplo, aseguró que el banco de drogas oncológicas no tenía estos insumos y nadie les quería vender por culpa los montos impagos durante el gobierno anterior. Lentamente, comenzaron a saldar esos compromisos y la pandemia cambió todas las prioridades al redireccionar presupuesto al área sanitaria.
La gestión tuvo que reconstruir o construir muchas cosas que no estaban, como el área epidemiológica que "casi no existía". Esto redundó en la falta de "un plan para atender al sarampión" que había aparecido en la Provincia, confió Kreplak. Así, no sólo el Ministerio de Salud estaba destruido sino también la capacidad de trabajo de éste y del personal, la parte cualitativa y no cuantitativa de lo sanitario.
El Ministerio, aseguró el funcionario, no compraba, no armaba planes, no contrataba personal ni realizó concursos para sumar profesionales a los hospitales o cubrir los cargos jerárquicos. Actualmente, hay unos 55 mil trabajadores de la salud en el territorio bonaerense. Al retirarse o jubilarse, no fueron reemplazados y se destruyó la "principal fuerza, la primera línea, porque son personas que cuidan personas. La tecnología es el medio, pero lo importante es gente que cuida gente y la tenés destruida porque perdieron contra la inflación, tienen mala infraestructura en sus espacios de trabajo, vieron reducida su capacidad de trabajo y no hubo concursos", resumió.
Por eso, analizó que "reconstruir todo eso en contexto de pandemia es una tarea titánica", pero que están avanzando con todas las áreas al mismo tiempo gracias a "un apoyo enorme del gobernador que puso plata en salud". Kicillof "toma las definiciones sanitarias (tras conversar con las autoridades del área y equipo de expertos) y corrió la variable economía de nuestro pensamiento", lo que genera un alivio importante. El lema pareciera ser "vayan para adelante", porque la salud es clave.