En tanto los vuelos continúen restringidos, los gigantes aéreos seguirán haciéndose más pequeños a nivel mundial. Es el caso de LATAM Airlines, la principal aerolínea de América latina y la segunda en tráfico aéreo de la Argentina. La firma atraviesa una crisis generalizada. No sorprende por el rubro que comprende, actualmente uno de los más afectados, pero tiene sus particularidades. Según la agencia Bloomberg, la aerolínea chilena acumula una deuda global superior a los 7 mil millones de dólares.
En Argentina, el 17 de junio acudió a un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), anunció el cese de operaciones en el país por parte de la filial argentina indeterminadamente y contaba con el despido de 1715 empleados. Anteriormente, la empresa había pedido disminuir los salarios a la mitad, pero el gobierno se resistió ya que la venía subsidiando a través del programa ATP.
El problema no es la crisis, es que los trabajadores se van pero LATAM se queda. Los principales dirigente del sindicato Asociación Argentina de Aeronavegantes conversaron con El Destape para contar desde adentro qué tanto afectó a la aerolínea la debacle económica, sin horizonte claro de recuperación, mientras sus puestos de trabajo están en el limbo.
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Una medida gubernamental positiva en su situación fue el rechazo del Ministerio de Trabajo al PPC por arremeter contra la prohibición vigente de los despidos por fuerza mayor o disminución de trabajo, lo que dificultó los despidos. Por otro lado, los sindicatos más importantes del rubro intentan aún evitar los retiros voluntarios- que ya comenzaron- y la reducción de las indemnizaciones planteadas por la aerolínea, que por DNU deberían pagarse doble.
Igualmente, la empresa cada vez deshace más vínculos laborales y ya confirmó el abandono de las 12 rutas de cabotaje asignadas hasta fin de año. De hecho, la empresa seguirá volando pero a Estados Unidos, Chile, Brasil y Perú mediante filiales extranjeras. Hasta llegó a ofrecer descuentos de hasta el 33% en el HotSale. Además, continuará con el transporte de carga a través de Laser Cargo, una actividad que genera rentabilidad en dólares. Martín Tomé es tripulante de cabina por LATAM Argentina hace 12 años. Ingresó en 2008 y es delegado gremial. A propósito del transporte de carga, contó: “La principal vía de ingreso que tiene LATAM como línea aérea, se produce a través de la operación carguera y no del transporte de personas. Lejos de verse afectada, la empresa la reforzó en un 15% reconfigurando sus aviones, al no poder transportar pasajeros y pasajeras, y busca priorizar esta operación, que no hace más que generar ingresos millonarios.”
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Es cierto que se ve un panorama muy negativo para las aerolíneas, rubro paralizado en un 95%. También que la crisis de LATAM argentina no comenzó por el coronavirus, sino que se profundizó durante los dos últimos años: según Página 12, la filial local perdió 330 millones de dólares entre 2016 y 2019. El último año con ingreso neto positivo fue 2015, cuando se registró una ganancia de 9,4 millones de dólares.
¿Qué adjudica LATAM Argentina del 2015 a la fecha? estar trabajando a pura pérdida. ¿A qué se lo adjudica? El delegado del sindicato dijo citar a la empresa: "a la legislación local que impide el crecimiento, la intransigencia sindical de los gremios aeronáuticos, que no se aggiorna a las nuevas demandas de la industria, y a la baja productividad de su personal” y agregó: “Siempre toman a modo ejemplificador la situaciòn de otras filiales, en las cuales, en términos de condiciones de trabajo y precarización, son peores.”
Con la cuestión meramente económica, Patricia Rolón, delegada del sindicato, concordó en que la pandemia “afecta fuertemente al sector”. Sin embargo, destacó como la presencia estatal en otros países sirvió para rescatar a las compañías aéreas. Tal es el caso alemán y la empresa Lufthansa. Entonces, Rolón entiende al conflicto en clave económica, pero también política: “A LATAM la hemos visto despedir masivamente en Chile y al día siguiente subir avisos a las bolsas de trabajo pidiendo empleados para esos mismos puestos de trabajo donde hubo despidos. Similar ocurrió hace unos años en Uruguay donde despidieron a todos los empleados de mostradores de check inn y a la semana tomaron servicios tercerizados”, explicó, con cierta indignación, y agregó: “Sabemos que tienen espalda para atravesar esta crisis, pero no quieren resignar un solo dólar de sus ganancias. Prefieren absorber subsidios de los Estados a la vez que despiden trabajadores”.
Para la delegada, esto es un precedente “disciplinador en toda la región”, pero los argentinos “siempre fuimos los rebeldes con conciencia de sus derechos”. Esta no es la excepción. Es importante recordar que el holding latinoamericano en mayo repartió dividendos de sus ganancias por USD 57 millones de dólares y luego se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en EEUU. Tomé también define a la situación como un abandono de operaciones que responde a cuestiones “meramente políticas y disciplinamiento hacia todo el personal” y no necesariamente económicas. Sobre el énfasis en la disciplina y la rebeldía regional, ambos delegados coincidieron en que LATAM tiene una “fuerte impronta anti sindical en toda la región” en términos de “persecución, hostigamiento hacia el activismo o los perfiles más rebeldes dentro de la compañía”. Es más: según Rolón, eran tan cotidianas las presiones y pequeñas vulneraciones al Convenio Colectivo de Trabajo que entre los delegados reconocían estas acciones como “la diaria” Sin embargo, la empresa realizó cumplimientos clave, como el pago del sueldo en tiempo y forma y el respeto por las vacaciones, admitieron los delegados.
“Se hace muy difícil manejar este panorama de incertidumbre, estrés y desinformación. Hacemos un trabajo de mucha contención hacia la base”, reconoció Tomé y manifestó que la empresa los provee de poca información. “Resistir el bombardeo a nivel empresa y mediático es difícil, pero no nos permitimos el flaqueo”, concluyó. El problema no es la crisis, es que los trabajadores se van pero LATAM se queda.