Las villas y barrios populares porteños se convirtieron en uno de los focos de infección más grandes del AMBA, algo admitido por fuentes del Gobierno de la Ciudad a El Destape, que incluyeron en esa enumeración a los geriátricos y paradores destinados a personas en situación de calle. Este panorama, más la apertura de comercios, encendió la alarma en la Provincia que ya pidió que la administración de Horacio Rodríguez Larreta retroceda en las flexibilizaciones. En paralelo, y ante la experiencia del territorio vecino, comenzaron con un minucioso trabajo en las zonas más vulnerables del conurbano bonaerense para anticiparse a posibles casos de coronavirus y evitar contagios masivos.
El trabajo no es fácil pero, hasta ahora, aseguraron que funciona bien. Se estableció un sistema de vigilancia en tiempo real para monitorear los 2.000 barrios populares en territorio bonaerense, donde viven 423.000 familias. Un número que tranquilamente podría acercarse al millón de personas. En este momento, el sistema sanitario bonaerense tiene 19.472 camas, entre el publico provincial y las privadas, sólo con un 35% ocupadas.
El sistema de vigilancia permite saber en qué barrios puede haber más riesgo y, al identificarlos, se procede a un acercamiento casa por casa. El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, manifestó a El Destape que sólo la semana pasada visitaron a 26.000 personas a las cuales se les tomó la temperatura y se vacunó contra la gripe a quienes debían hacerlo. De ese número, sólo hubo 25 casos sospechosos y nada más que cinco dieron positivo.
El mecanismo se articula con el Sistema Centralizado de Diagnóstico que tiene el Ministerio de Salud de la Nación y los reportes de síntomas que realizan los propios vecinos. Por eso, remarcó Kreplak, es importante consultar al sistema sanitario ante la duda o completar los formularios que se elevaron a nivel país y provincia.
Un ejemplo de su funcionamiento tuvo lugar en un barrio de Lanús. A Nación y Provincia les comenzaron a llegar muchas consultas, desde el mismo lugar, sobre posibles síntomas. Ante esta situación, se comunicaron con el referente político de la zona y trabajaron en conjunto con los de los barrios. Encontraron dos casos positivos y el sistema se desplegó en tan sólo dos horas.
Hasta el momento, el sistema "viene funcionando bien" y la relación entre vigilancia, riesgo y aparición de casos "es altísima". O sea, donde empieza a haber signos, se atiende y se puede dar con sospechosos o confirmados para aislarlos. Sin embargo, Kreplak advirtió que se puede sostener cierta cantidad de infecciones y el problema llegará si esa curva se dispara.
Por eso, "el diagnóstico es en el día". Las personas testeadas tendrán el resultado casi de forma inmediata y en las zonas vulnerables sospechan ante cualquier síntoma. Un dolor de garganta puede encender la alarma pese a que la persona no tenga fiebre y se le hará el hisopado correspondiente. Por eso, remarcó, lo mejor es tomar medidas preventivas y no actuar ante una gran cantidad de casos. Anticiparse es la clave.
Actualmente, el sistema sanitario bonaerense tiene 19.472 camas, entre el publico provincial y las privadas, sólo con un 35% ocupadas porque se reprogramaron cirugías no urgentes y bajó la cantidad de accidentes. De ellas, 834 tiene pacientes con COVID-19. Normalmente, sin pandemia, a esta altura del año la ocupación rondaría el 95%.
Los 834 pacientes no son todos de gravedad. Al tener tanta disponibilidad, un caso positivo o sospechoso es alojado en el sistema de salud. Una vez recibido el resultado, en caso de confirmarse la infección, se lo aísla pero no se manifestó la necesidad de recurrir a hoteles u otros alojamientos.
Esta semana, visitarán localidades como Merlo, San Martín, Morón, La Matanza y Tigre para charlar con todos los vecinos posibles y hacer un control de casos. Se trata de la extensión del Operativo Detectar, de Nación, al territorio bonaerense. Hoy, el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa aseguró que "de los últimos casos confirmados diagnosticados en las últimas 24 horas, el 55 por ciento corresponden a residencia en la Ciudad de Buenos Aires, el 28 a provincia de Buenos Aires".
La secretaria de Acceso a la salud, Carla Vizzotti, remarcó que el objetivo del programa es la búsqueda activa de personas sintomáticas, su evaluación y testeo precoz para, en caso de arrojar resultado positivo, proceder a su cuidado y al seguimiento de sus contactos cercanos. Además, se informó que en la actualidad, el 44% de los casos reportados integran el grupo de contagiados por "contacto estrecho" con infectados y que son, mayoritariamente, convivientes.
La Ciudad de Buenos Aires, según los últimos reportes, está concentrando la mitad de los casos positivos en todo el país. Podría pensarse que es porque, ante los casos en villas y geriátricos, comenzaron a hacerse más testeos pero la Provincia controló al menos a 26 mil personas en una semana y el número no se disparó. De ahí el temor por la apertura de comercios en la Capital Federal, espacios donde trabajan muchos vecinos del conurbano bonaerense y que, advierten, podrían convertirse en transmisores del virus que llegaría a barrios en los que no estaba o no se detectó de manera feroz.