Santa Fe usa la estrategia del pase sanitario para incentivar la vacunación contra el COVID-19

La aparición de Ómicron y la suba de casos aceleró la implementación al 21 de diciembre y la extensión a cines, gimnasios y casinos. El 78% de la población ya tiene dos dosis, pero hay 250 mil personas que solo se colocaron la primera.

20 de diciembre, 2021 | 20.39

En Santa Fe crecen los casos de COVID-19, y apareció la variante Ómicron, pero la herramienta del gobierno provincial no será esta vez la restricción de actividades sino el pasaporte sanitario para empujar a la población a vacunarse. En lugar de encerrar a las personas sanas para que no se contagien, en esta oportunidad el Estado dispondrá que se queden afuera de lugares con riesgo epidemiológico quienes hayan decidido no inocularse, y de este modo no colaboren con la salud colectiva. 

Por eso la gestión de Omar Perotti anunció la implementación del pase sanitario a partir de este martes 21 de diciembre, y extendió su exigencia. El requisito para todos los mayores de 13 años de acreditar la vacunación con las dos dosis contra el COVID-19 para poder acceder a actividades sociales, culturales, recreativas y espectáculos masivos que fue dispuesta por Nación a partir del 1 de enero, regirá en la provincia desde antes de las fiestas. 

Además, incluye actividades que no están en el decreto nacional: a los locales bailables, salones de fiestas, bailes, viajes de egresados, grupales y de jubilados; y eventos al aire libre con más de mil asistentes, en la provincia se extenderá a cines, teatros, centros culturales, casinos y bingos. Al mismo tiempo, una resolución del Ministerio de Gestión Pública dispuso la ampliación horaria hasta las 5 de la mañana de la actividad de locales gastronómicos como bares, restaurantes, heladerías, y los mismos casinos, bingos y salones para la realización de eventos sociales.

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Santa Fe ya había tomado la decisión de adherir a la disposición nacional, pero la confirmación de los dos primeros casos de la cepa Ómicron, más 10 casos sospechosos que se encuentran en estudio según informaron las autoridades sanitarias, obligaron a hacerlo con antelación, para anticiparse a las fiestas de fin de año que en 2020 hicieron crecer el número de contagios.

El objetivo del pase sanitario

El objetivo es incentivar la vacunación en la población: según cifras a las que accedió El Destape, Santa Fe ya tiene el 88% por ciento de la población con al menos una dosis, y se estima que lo que falta es entre un 4 y 5 por ciento, teniendo en cuenta que hay una parte de la población de 0 a 3 años que no se puede inocular. Sí preocupa que hay una parte de la franja etaria entre los 18 y los 30 años que se colocó la primera dosis, pero no la segunda, en un clima de relajación de la situación sanitaria.

Los resultados ya están a la vista: el anuncio apuró la colocación de primeras dosis entre aquellos que por distintos motivos aún no se habían vacunado, y también acercó a las personas a las que les falta colocar la segunda dosis. Un 10% de quienes tienen la primera no se colocó todavía la segunda, y los más jóvenes son los más rezagados en este grupo.

En las últimas dos semanas, unas 500 personas por día se están anotando por primera vez o directamente concurren a alguno de los vacunatorios, ya que no se necesita inscripción previa en estos casos. Son 150 mil santafesinos los que todavía no iniciaron el esquema, en una población vacunable de 3,2 millones. Hace un mes, cuando empezó a barajarse la posibilidad del pase sanitario a nivel nacional eran 200 mil los no vacunados, pero sin dudas la necesidad de contar con el documento habilitante empujó la demanda.

En el Ministerio de Salud santafesino están muy conformes con que el 88% de los habitantes tenga colocada la primera dosis (78% tiene la segunda y un 11% la tercera), pero buscan reducir la cantidad de personas sin protección, en un contexto en el que Delta es la variante mayoritaria y avanza Ómicron, y con una subida de casos en las últimas semanas.

El problema con los jóvenes

Los motivos por los cuales quedan personas sin vacunar son diversos, pero el secretario de Salud de Santa Fe, Jorge Prieto, minimizó el impacto que pueden tener los grupos antivacunas, ya que los números muestran una enorme adhesión a la campaña de vacunación. El funcionario dijo que "quienes todavía no se colocaron la segunda son, en muchos casos, personas que tuvieron algún tipo de efectos secundarios como fiebre, dolor en el brazo o muscular y eso las hizo pensar en no colocarse otra vacuna". Los jóvenes son los que más esgrimen ese argumento, tras varios meses con pocos contagios que bajaron la percepción de riesgo.

Lo cierto es que la pandemia no terminó, y hay una decena de países del hemisferio norte en el que las cosas volvieron a complicarse. A nivel nacional los números aumentan jornada a jornada, aunque por el momento no se reportan muchos casos de gravedad. En Rosario, por ejemplo, los casos activos se duplicaron en los últimos 15 días y la positividad pasó del 4 al 7% en una semana (en la provincia fue del 6,5%), mientras suben el número de reproducción diaria (llegó a 1,48 cuando hace un mes estaba por debajo de 1), la razón y la incidencia. La mayoría son cuadros con síntomas leves.

Pero la gran preocupación hoy es que el virus afecta más a quienes no están vacunados, o a los que, aun cumpliendo con la inoculación completa, tienen un estado de salud vulnerable por edad, o por afecciones crónicas o severas. Estas son las personas que con mayor facilidad pueden necesitar hospitalización e internación en terapia intensiva. Por eso, los funcionarios insisten en que vacunarse es un acto solidario, ya que de esa forma se protege a cada persona, pero también a la totalidad de la comunidad.

Tener el esquema completo de dos dosis es fundamental para contar con la protección más amplia posible, pero es además lo que exige el pase sanitario para poder hacer ciertas actividades. En toda la provincia son unas 250 mil personas las que se colocaron la primera dosis, pero aún no la segunda. A ellos apelan especialmente las autoridades sanitarias, porque está claro que no están en contra de la vacunación, sino que demoraron la asistencia al vacunatorio para completar el esquema o directamente decidieron que no van a hacerlo.