Más de 40 médicos y enfermeros renunciaron al hospital municipal Larcade San Miguel en las últimas semanas por maltratos, pago salarial bajo y persecución sindical. Por las salidas quedaron desmantelados los servicios de atención clínica, dermatología y cardiología. El municipio, gobernado por Cambiemos, se suman al gobierno de la Ciudad donde hubo renuncias masivas en la pandemia.
"Esto comenzó en enero cuando cambió la cúpula de la secretaría de salud del municipio y comenzaron a quitar de la planta permanente a los pocos médicos que había. Los trabajadores empezamos a organizarnos para reclamar por lo que nos correspondía", sostuvo a El Destape, Gabriel Jans, el jefe de la especialidad de cardiología. Jans renunció a fines de mayo y tras él lo hicieron los demás médicos de su área.
Los trabajadores pedían su pase a planta permanente ya que más del 90% es planta transitoria, exigían que integran al sueldo básico los montos que les pagaban en negro y que se detengan los hostigamiento como las citaciones a legales del municipio para explicar reclamos sindicales.
El hospital tiene presupuesto municipal y su gestión es comandada por el intendente local, el cambiemita Jaime Méndez, quien según los trabajadores nunca se comunicó con ellos y sólo envió a un emisario que complicó aún más la negociación.
-El Destape. ¿Por qué comenzó el conflicto en el hospital?
-Jans: En enero con el cambio de los secretarios de Salud del municipio que lo primero que hicieron fue sacar de la carrera médica a los pocos trabajadores que estaban en planta permanente. El 95 por ciento de los trabajadores es planta transitoria en el hospital municipal. Hasta ese momento, todos las áreas médicas pedimos una serie de medidas entre ellas el pase a planta permanente, la restructuración salarial, porque había enfermeros que cobraban un básico de 12 mil pesos en blanco y ellos se ofendieron entonces por una marcha que hicimos al hospital.
Luego nos sindicalizamos en el CICOP. Nos mandaron a la policía y nos quisieron sacar las urnas cuando votamos delegados.
-¿Hubo represalias por el reclamo?
-Sí, hubo persecuciones, desplazamientos, nos llamaron a legales para hacernos expedientes. A mí me citaron 3 veces a legales cuando en nueve años nunca había sido citado. Es una forma de amedrentamiento, porque no es una instancia judicial, sino que es una citación por parte del propio municipio que considera que hubo una ilegalidad en alguna medida. La mayoría de los citados era a los representantes de los 400 trabajadores del hospital. Buscaban cansarnos, asustarnos y que el reclamo se apague, pero no lo lograron porque conseguimos afiliar a 200 trabajadores.
Nos pidieron que saquemos a dos médicos que eran los que más reclamaban. Desplazaron a compañeros a salas periféricas.
-¿Cuántas son las personas que renunciaron?
-Yo era el jefe de servicio de cardiología en el hospital y el proyecto que teniamos ahi era otro, entonces decidí renunciar a findes de mayo. Después varios médicos y residentes se sumaron. En cardiología quienes renunciaron y se dieron por despedidos son 20. Después se fueron los profesionales del servicio de clínica que ya no existe y de dermatología. En total hay casi cincuenta profesionales que se fueron.
-Tras las renuncias ¿ el intendente se comunicó con ustedes?
-No, ni antes, ni después. Estamos sin diálogo desde enero. Enviaron un emisario para intentar un diálogo, que era un abogado y que incendió aún más el conflicto al llamarlos a legales.
El servicio de cardiología y de clínica eran estos y no hay más en todo el municipio.
-Vos trabajás ahora en un hospital de la provincia de Buenos Aires, ¿Cuál es la diferencia en el pago?
En algunos casos, los montos son más bajos en el municipio. Pero la gran diferencia es que en el hospital de San Miguel pagan al personal una suma mayor en negro que aquella que figura en blanco. Por eso hay enfermeros que cobran de básico 12 mil pesos. Esa suma se usa para liquidar vacaciones, calcular aguinaldo y aportar a la jubilación.