En mayo, la necesidad de adquirir vacunas contra el COVID-19 era un escenario absolutamente diferente al actual. No había dosis disponibles, había pocos fabricantes y los contratos estaban en veremos. San Juan fue la primera provincia en apostar y lanzarse a negociar con el mercado mundial para la adquisición de dosis, independientemente al gobierno nacional, para acelerar la vacunación de los grupos prioritarios.
Desde la Casa Rosada había apoyado esa iniciativa y acompañado las negociaciones sanjuaninas en el camino de compra, pero su papel tuvo más que ver con la recepción de la partida que debería haber llegado el 21 de mayo pasado. Nunca sucedió.
Lo que ocurrió fue que la empresa alemana Rul AG incumplió el contrato en su totalidad, no habiendo aportado en tiempo y forma la documentación necesaria para iniciar la transacción. El dinero fue entregado el 12 de mayo y puesto en custodia en una cuenta especial vigilada por la empresa británica "Law Debenture Trust", una especie de “escrow” encargado de retener el dinero hasta que todo esté en orden para la entrega.
Esta determinación de colocar los fondos en un fideicomiso fue de San Juan, para asegurarse de que si algo fallara volvería a juntarse con los millones de euros en plazos establecidos. La parte que le tocaba a Alemania tenía que ver con la documentación que la provincia cuyana debía presentar en ANMAT para su solicitud de ingreso al país y los detalles de origen, factibilidad y demás requisitos para que la entrada de las vacunas se cumpla como corresponde.
Según el contrato, todo debía estar listo para la entrega de las dosis cinco días hábiles después de la acreditación del pago (que fue el 14 de mayo, pero tardó tres días en acreditarse). El 21 de mayo se cumplió el primer plazo de entrega y no había una sola hoja documental firmada por Alemania, por lo cual se activaron una serie de prórrogas para continuar con la vigencia del contrato, ya que la firma alemana argumentaba que las vacunas sí estaban disponibles.
San Juan aguantó hasta el 28 de junio cuando decidió ratificar por última vez la baja del contrato y de esa manera desistir de manera definitiva a las negociaciones iniciadas por primera vez con Alemania. “A las vacunas ya no las necesitamos. Aquel era otro contexto y la provincia tenía un bajísimo porcentaje de la población vacunada. Ahora tenemos 660.000 vacunas en nuestro poder y no necesitamos seguir insistiendo con la compra”, explicó a El Destape, el secretario administrativo, Guillermo Benelbaz, encargado de la negociación.
De acuerdo a lo firmado con la empresa británica que se encarga de custodiar el dinero, la devolución del total deberá hacerse a los 30 días de la notificación a ambos estados. Como ya se registró ese aviso el 22 de julio, la provincia sanjuanina tendrá de vuelta en sus arcas el dinero para fines de agosto. Ese dinero quedará en el fondo especial de Salud Pública, destinado a la compra de vacunas.
Cómo opera el negocio de las vacunas
Existen dos tipos de negocios que se activaron luego de que los principales líderes mundiales definieron la venta de vacunas contra el Covid-19, cuando resolvieron la fórmula de inmunización.
El primero tiene que ver con los fondos de inversión que se encargaron de aportar dinero a los laboratorios creadores de las dosis para luego, recibir un porcentaje de inoculaciones para revenderlas a un precio superior.
El otro negocio está contemplado con la intervención de empresas farmacéuticas de gran escala que se encargaron de comprar de manera anticipada las dosis, para luego efectivizar la reventa a los estados menores, con precios altamente superiores. Con este sector se involucró San Juan.
La provincia cuyana invirtió 18 euros por dosis, mientras que Nación lo hizo directamente con Rusia por la Sputnik por 10 euros la dosis. Aunque se supo que el gobierno israelí, por ejemplo, llegó a pagar 45 euros por cada dosis que compró para sus ciudadanos. “El dinero estaba y el gobernador Uñac dejó claro que no se iba a escatimar en gastos para defender la vida de los sanjuaninos”, asumió Benelbaz.
Asimismo, reconoció que el gobierno nacional estaba al tanto de todos y cada uno de los movimientos que hacía la provincia en este sentido, porque colaboró con los trámites para que se logre satisfactoriamente la llegada de las dosis a San Juan, teniendo en cuenta que existe un marcado y riguroso trámite para que las vacunas sean aprobadas. “A diferencia de lo que muchos piensan, en Nación nos abrieron las puertas y su trato con nosotros fue extraordinario”, afirmó el funcionario sanjuanino.
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