Nueve días de restricciones fuertes para frenar en seco la escalada de casos de coronavirus. La decisión la tomó Alberto Fernández después de reunirse con infectólogos y epidemiólogos y poner el asunto en común con los gobernadores y el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quienes prometieron garantizar su cumplimiento. La medida afectará a la mayoría de las ramas de la economía, con pocas excepciones, y a todas las actividades sociales. No habrá clases presenciales en todo el país. El Presidente realizó los anuncios por cadena nacional.
El cierre comenzará el primer minuto de este sábado y se extenderá hasta el final del domingo 30. Esta tarde también se confirmó la decisión de restituir el feriado puente del lunes 24, de manera tal que son solamente tres días hábiles los que quedan afectados por la medida. Esto responde a minimizar el parate económico. Además, Fernández anunció que en el marco de la misma estrategia de combate al coronavirus, el primer fin de semana del mes que viene, 5 y 6 de junio, las zonas más afectadas también deberán realizar un cierre estricto.
Entre el 31 de mayo y el 11 de junio, además, "se retomarán las actividades en el marco de las medidas vigentes", explicó el mandatario. Para entonces, espera que el Congreso haya completado el trámite del proyecto de ley enviado desde la Casa Rosada para dotar de mayor legitimidad a las medidas que tomen los gobiernos nacionales y locales para combatir la pandemia. Con la decisión anunciada esta noche y el acuerdo de gobernadores y el jefe de gobierno porteño, Fernández espera quedar cubierto hasta que esa norma entre en vigencia.
"Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia", reconoció Fernández en su mensaje grabado en la quinta de Olivos. Allí criticó, sin hacer menciones, a los distritos que se desmarcaron de la estrategia sanitaria nacional, así como a la Corte Suprema de Justicia, que validó en un fallo esas desviaciones. "Un país no puede tener 24 estrategias sanitarias ante una situación tan grave", insistió para justificar los anuncios, que habían sido anticipados a los mandatarios locales en dos videoconferencias.
En ese contexto, el Presidente decidió restringir la circulación en las zonas de alto riesgo y alarma epidemiológica, que hoy representan la mayoría del país. Además, quedarán suspendidas por los próximos 9 días "las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial". Los únicos comercios que podrán abrir normalmente son los esenciales. El resto, solamente con modalidad delivery o take away. Si no es por una actividad exceptuada, de 6 a 18 sólo se podrá circular en las cercanías del domicilio. De 18 a 6 no se puede circular.
La decisión se tomó a la luz de los últimos datos de la pandemia en la Argentina, que esta semana se ubicó en un rango superior a los treinta mil casos diarios, con picos ya no solamente en el área metropolitana de Buenos Aires sino en todo el país. El aumento de los contagios detectados, su dispersión geográfica, la presencia generalizada de las cepas consideradas más peligrosas y la alta ocupación de la capacidad hospitalaria fueron los motivos que terminaron inclinando la balanza a favor de tomar medidas drásticas.
En la Casa Rosada confirmaron a El Destape que las nuevas restricciones cuentan con el apoyo de todos los gobernadores y del alcalde de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que se comprometieron a acompañarlas y controlas para que se garantice su cumplimiento. Esto incluye la decisión de suspender la presencialidad escolar en todos sus niveles. Desde el gobierno porteño ratificaron que esta vez van a acatar la norma. El nuevo DNU se publicará en el boletín oficial durante la jornada de mañana.