El presidente Alberto Fernández anunció la extensión de la cuarentena hasta el próximo 28 de junio y su diferenciación por zonas. Quienes tengan circulación comunitaria seguirán bajo la modalidad de aislamiento pero quienes no, pasarán al distanciamiento social. La situación de la Ciudad y provincia de Buenos Aires es la primera, continuar con los controles pero con algunas flexibilizaciones, sobre todo en la Capital Federal. El territorio bonaerense ingresará a un sistema de "fases" con aperturas progresivas basadas en la cantidad de días sin contagios.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, halagó la cuarentena porque permitió "fortalecer el sistema de salud, evitar un aumento exponencial de los casos y tiempo para generar responsabilidad social" pero remarcó la preocupación y ocupación que hay que tener sobre toda el área metropolitana.
Dentro de las nuevas medidas, Larreta pidió evitar aglomeraciones por lo que se continuará restringiendo los grandes centros comerciales pero permitirán la apertura de "los comercios de indumentaria en proximidad con un protocolo estricto que puede incluir que atiendan de la puerta para afuera".
Como ya había sido anunciado, los niños y niñas podrán salir los dos días del fin de semana durante una hora y a no más de 500 metros de su hogar. En tanto, por recomendación de "los expertos", se avanzará en permitir el ejercicio físico de 20 a 08 horas, "con protocolos, tapa bocas, no más de dos personas y a 10 metros de distancia para el otro que corre y sólo en el ámbito barrial".
Larreta hizo foco en la situación de las villas, donde están aplicando el programa Detectar y sostuvo que en el barrio 31 los casos "vienen bajando" por octavo día consecutivo", pero las infecciones están en toda la Ciudad. Por eso, anunció que desde el sábado comenzarán a aplicar esta medida sanitaria en el resto de los barrios, comenzando por Balvanera. Un plan similar emplearán en los geriátricos, con la suma de test rápidos.
Tanto para la Ciudad como para la Provincia, el transporte es un eje fundamental porque permite la movilidad y la aglomeración de pasajeros. Por eso, se intensificarán los controles en trenes, colectivos y subtes así como en los accesos a la Capital Federal.
Por su parte, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, volvió a marcar las "realidades distintas" que conviven en la Provincia, lo que impide tomar una decisión global: "Donde no hay circulación del virus, la actividad económica funcionando" con todos los cuidados necesarios, sostuvo y volvió a derribar el falso dilema entre economía y salud, ya que las consecuencias de la primera son reversibles y las de la segunda no lo son.
El mandatario anunció una etapa con "un sistema de fases" para abordar todas las realidades. Las mismas tendrán paquetes de actividades autorizadas y los intendentes deberán proponer cambios de fases, para no analizar cada caso en particular. Para llegar al último escalón, el quinto, se necesitan 21 días sin contagio, algo que respetan 61 municipios de los 135 totales.
En el conurbano se seguirá en la misma situación que hasta el momento, con iguales controles y restricciones ya que es una de las zonas más afectadas, junto con la Ciudad. El comercio será estrictamente barrial y la administración dependerá de cada intendencia, considerando la venta de indumentaria pero de la puerta del local para afuera, sin probarse las prendas. Ésto último, sólo si lo solicitan los mandatarios comunales, exclusivamente para los trabajadores y vecinos de cercanía.
En cuanto a los menores, se mantendrán las salidas para acompañar a sus padres a realizar las compras en comercios de proximidad.
Ante algunos prejuicios, al igual que en la Ciudad donde los casos registrados en las villas representan el 38%, Kicillof destacó que solamente el 16% de las infecciones están en barrios populares bonaerenses. Por eso, destacó que no es un problema de los sectores vulnerables ni de los adultos mayores, sino de todos.